“Porqueyolovalgo”

Manuel Valero.- Un fantasma gordo y de ruidosas cadenas recorre el mundo. Como en Cien años de soledad el fenómeno es tan nuevo que carece de nombre. Se trata de una dictadura que no se confiesa como tal y también de una democracia de la que se cree fiel devoto. Este movimiento crece vertiginosamente a través de la malla global de la información y tiene en cada parte del mundo donde se asienta el rostro de un dictador democrático. Es ese cruce conceptual que es un oximorón como la copa de un pino lo que trae de cabeza a los analistas de la geopolítica que aún no han bautizado al fantasma gordo que ya reclama un nombre por no ser menos que las borrascas encadenadas. Fascismo es un término, arguyen que se ha quedado más hueco que el alma de un cántaro porque lo mismo vale para un roto que para un sobrilao, y así se lo puede llama un tipo de Vox a otro de Sumar y a la inversa. Palabra tan seria, contundente y gráfica en la Historia ha quedado desactivada por el infantilismo político imperante, dicen en el acta de la primera reunión. Dictador tampoco concita el acuerdo porque para serlo hay que parecerlo y estos tipos a los que aludo parecen ovejitas luceras cada uno a su manera. Dictador era Mussolini, Pinochet o Franco, porque los veías con esa cara de perro y barruntabas cómo las gastaban, menos nuestro Generalísimo que tenía voz de flauta dulce y cuando hablaba parecía un niño expósito.

Pues bien este fantasma que recorre el mundo que para nuestro pavor está casi a punto de tentar a nuestro presidente y que ha logrado aliar a los USA de nuevo uso trumpetero y a la Rusia putativa se va a llamar según ha sabido MICR de fuentes putrefactas Porqueyolovalguismo. A pesar de la sugerente alusión a un producto determinado que hay en el mercado, los analistas lo consideran válido porque conecta con las masas digitales, tiene un punto de neomodernidad casi distópica, y reduce toda acción política a los atributos hoy por hoy masculinos ya que la historia tiene la nómina floja en el registro de dictadoras.

Pongámosle caras a los más mediáticos. Donald Trump, Vladimiro Putin y Recep Erdogán. Nicolás Maduro y Daniel Ortega El primero lo ejerce al más puro estilo yanqui, cámaras y espectáculo, el segundo al más puro estilo kagebetiano, aqui te pillo, aquí te enveneno,el tercero que quiere estar en la UE pero es vecino de la ladilla rusa ha hecho lo que el de Rusia con sus adversarios  y ha detenido al colega que le quiere disputar el poder. Maduro es el otro porqueyolovalguista con sello propio y muy, muy trumpista por el espectáculo y muy putónico por las encarcelaciones de disidentes. Lo reboza todo de comunismo cutre y obsoleto. AL fondo del escenario está un tipo casi insignificante pero que viene dando por saco a los demócratas nicaragüenses desde que abrazó el santo y seña del porqueyolovalgo. Se llama Daniel Ortega y ayer fue un aguerrido guerrillero contra Somoza que era un dictador patanegra y hoy es un tipo ridículo.

El mundo está hoy en manos del porqueyolovalguismo. Nuestro propio presidente Pedro Sánchez y la ministra portavoz Pilar Alegría de triste sonrisa han dicho que gobernarán con o sin el legislativo porque en el Congreso se pierde el tiempo. La UE reclama su lugar en el nuevo orden con la Ursula Von der Leyen encargando un video de nivel borderline para que los “uropeos” se preparen por si a los más poderosos aplicantes del porqueyolovalgo les da por ir comiéndonos los tobillejos por no decir otra cosa.  Fantasmas es lo que son.

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