Manfred Gnädinger; Museo MAN

Jesús Millán Muñoz.- Manfred Gnädinger (1936-2002) pintor, escultor, filosofo que vivió como un anacoreta o ermitaño casi desnudo en la costa de Camelle, Costa de la Muerte, Galicia.

La evolución biológica ha creado un sistema de que cada individuo, tiene una gran parte genética igual o semejante a todos los individuos, pero otra, pequeña que es diferente. A eso, le añadimos las circunstancias vitales de cada sujeto y surge el árbol tan rico de individuos diferentes. Quizás nuestro autor, que nació en Alemania, antes de la Guerra Mundial, quizás ese hecho le influyó enormemente.

Estudió Arte en Italia, e impartió clases, no es un autodidacta en las Artes Plásticas. Pero la vida, las razones de la vida, aquello del inconsciente y semiconsciente le llevó parar sus pies y sus manos en la Costa de Galicia, y, allí se fue desprendiendo de ropa, y, no sabemos de cuántas ideas internas. Personalmente, no sé si estaba diagnosticado de alguna patología o síndrome psicológico, o quién sabe si psicológico moral. La realidad es que fue haciendo un pequeño museo de escultura alrededor de una casa que se fue haciendo al lado de la costa al lado del mar, un pequeño jardín, y, fue acumulando obras de arte, dibujos y pinturas pequeñas de los visitantes –se habla de doscientos mil dibujos en dos mil y pico cuadernos-, actualmente, se ha dispuesto de un museo en su nombre, MAN, el hombre alemán, el hombre de Camelle.

Realizó una obra que está dentro de la tendencia del Arte Otro, el Arte Marginal, el Arte Bruto, personalmente me gusta más utilizar el conceptoel Arte del Silencio. Es en definitiva, a mi modo de ver, una persona que quiere sacar de sí mismo, de dentro de si mismo, quizás sus dolores y sus angustias y sus penas muy profundas. Y, el arte, aunque no sea una plena curación, si sirva para aliviar las heridas y aliviar los síntomas. El arte es terapéutico en este caso.

Sin que nada sea igual a nada, pero existen realidades semejantes, nacidas del Arte Brut o Bruto o del Arte Naïf, entre otros: la Colección de Art Brut en Lausana, el Halle de Saint Pierre de Paris, LaM de Lille, CREAHM de Lieja, El Museo Guggins de Viena, el Museum im Lagerhauss, La Colección Prinzhorn, La Fundación Die Schlumper de Hamburgo, el Intuit de Chicago, El Creative Growth de Oackland de California, El Museo Art et Marges de Bruselas, La Galería Gambra en Praga, la Colección de Arte del Museo de Arte Psicopatológico del Hospital de  Ciempozuelos, La Casa-Museo de la Tía Sandalia en Villacañas de Toledo, etc.

No me atrevo a clasificar este tipo de arte, que también tiene representaciones en escultura y en arquitectura. Edificios realizados por personas autodidactas. No todo este arte es producido por personas que están en el límite de la psicología, puede ser de personas autodidactas, pero hay se encuentran, según algunos tres grandes tendencias en el Arte del siglo XX, se han ido acumulando influencias del Arte de los Niños, el Arte de Personas sin formación artística académica, personas que rozan diríamos el límite de la salud psicológica.

Dubuffet, fue uno de los grandes artistas del siglo veinte, que fue capaz de recuperar y revalorizar este tipo de arte, y, él creo tendencias y obras y una escuela que como se ha hecho con el resto de estilos del siglo veinte, han tomado de otras fuentes, y, han hecho obras que han terminado en las grandes museos del mundo.

A todo este arte, de estos dos últimos siglos, me he atrevido a ponerles un nombre, “Arte de la Vanguardia”, y, dentro de este arte, algo semejante como ha pasado con otros grandes estilos, sea el románico, el barroco, el gótico siempre hay tendencias dentro de cada uno de ellos. Pues dentro del Arte de la Vanguardia, que todavía sigue, pues han surgido en su seno, una veintena de estilos y de ismos y de tendencias y de manifiestos. Una de ellas, es este magma que denominamos Arte Bruto, Arte Otro, Arte del Silencio, Arte naïf, Arte Marginal, etc.

Esta persona, Manfred Gnädinger mitad ermitaño del arte, mitad buscador de la profundidad de su ser, mitad artista plástico, mitad pensador o filósofo, mitad hombre artista o de teatro o artista del espectáculo, mitad parecido a aquellos cínicos antiguos, aquellos filósofos antiguos: Antístenes, Diógenes de Sinope, Crates de Tebas… Cínicos, es una palabra griega, que significa perro. Porque como los perros no necesitaban nada, aquello, real o imaginario, cuando se le acercó el granAlejandro, que después sería el conquistador de media Asía, y, le preguntó si necesitaba algo, si quería algo, y, dicen las crónicas, reales o imaginarias: “que se quitase que le impedía ver el sol o que le calentase el sol”.

Quizás, nuestro artista, nuestro pensador del nuevo cinismo, de una nueva manifestación del cinismo como filosofía en el siglo veinte. Estaba, sabiéndolo o no, dentro de esta tendencia. Ahora, como cada siglo mira y percibe las cosas, según sus premisas, ahora, lo estamos analizando a la luz del Arte y la Naturaleza, visión que no estaba desencaminada, pero quizás, habría que añadir ese elemento filosófico o neofilosófico antiguo.

¿Hasta dónde su mente estaba totalmente sana o estaba a medias o a ratos, eso no puedo expresarlo, ni indicarlo este modesto plumífero…? ¡Pero desde luego, vale la pena, ir a visitar su Museo a Camelle… allí, allí te espera algo de la realidad profunda del ser humano, algo de usted mismo, porque el Arte solo son espejos que nos dicen algo de nosotros mismos…! ¡Paz y bien…!

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