De nuevo en el CS La Siembra de Ciudad Real, una presentación. Esta vez ha sido por parte de Pablo Elorduy con su libro «El Estado Feroz». Pablo Elordui es Licenciado en Historia del Arte y ejerce el periodismo desde 2008. Hasta 2017 estuvo al cargo de contenidos en el quincenal Diagonal y es cocreador de El Salto que comenzó su andadura en 2017. Participa en debates en Canal Red y Carne Cruda. Tiene varias publicaciones con colaboradores, pero «El Estado Feroz» es la primera obra en solitario.




Este es un libro que nos detalla cómo existen todos esos poderes del Estado que ejercen una presión sobre la Democracia y que de alguna manera dificultan que esa sea real en cuanto a que cuente con derechos sociales y económicos para la población.
Le pido que me desgrane un poco el libro con casos concretos, a lo que me responde que su obra se divide en cuatro partes o secciones y cuenta además con una pequeña introducción en la que relata casos concretos de eso que se ha dado en llamar «las cloacas del Estado» donde el comisario Villarejo es el más conocido de ellas. También vemos casos en los que el mundo judicial, el Ejercito y la Monarquía tienen algo que decir sobre el tema. Por último destacan aquellos poderes económicos que transforman el estado de las cosas a favor de sus intereses y en contra de la Democracia».
«En los últimos años también se detallan – añade Pablo – casos del llamado «Lawfare» que se puede definir en el mejor de los casos como un exceso de celo hacia las poblaciones más vulnerables o contra movimientos políticos/sociales o personas que quieren una modificación de las cosas y con una total relajación para esos poderes económicos».
Le pregunto su opinión sobre determinados medios informativos de lo que ahora se adjetivan como «woke». Su respuesta es clara y concisa y relata como hay medios preparados y enfocados hacia la intoxicación masiva y luego hay otros medios en los que no se da este nivel de manipulación tan clara pero que se deben a ciertos guiones políticos o empresariales.
«Hay medios mal llamados de comunicación, y cita Estado de Alarma. Luego hay otros con los que podremos coincidir más o menos pero que también cometen sus errores y por ultimo hay otros claramente de derechas que han estado al servicio de esas cloacas policiales.
Como tú decías – recalca Elorduy – la derecha utiliza el término Woke para definir lo que siempre hemos llamado o definido como Justicia Social. Término para invocar a lo que ellos llamaban marxismo cultural. Nosotros lo que debemos hacer es denunciar todo lo que vaya contra la justicia social en todas sus formas y que ellos han bautizado como Woke».
Un nuevo salto, y valga la redundancia, y le pido que me hable de ese proyecto llamado así, El Salto. Pablo Elorduy describe este medio periodístico como «un proyecto de un grupo de personas en el que no hay jefes, ni publicidad de empresas. Es un proyecto de propiedad colectiva y que como tal tiene dificultades como te puedes imaginar de financiación y de seguir adelante. Ya llevamos 8 años de vida con una plantilla importante de 25 personas con un mismo rango salarial y nuestro objetivo es acompañar y dar visibilidad y voz a los procesos de cambio que se dan en la sociedad y todo con una férrea defensa de los Derechos Humanos. Todo funciona gracias a las suscripciones. Actualmente tenemos unas 10.000. Nuestra raíz está en un medio como fue Diagonal pero también nos fijamos en otros medios que tienen una forma diferente de ejercer el periodismo».
¿El nombre de este medio «El Salto»? «Pues fue eso, el salto hacia delante que dimos desde donde veníamos que era Diagonal».
Cuando me he presentado como colaborador de miciudadreal.es me ha dicho que conocía este medio. «Sí, conozco tu medio porque buscando hace años información sobre una investigación – hay algo de ello en este libro – que tiene que ver con la finca de caza La Garganta que está entre Ciudad Real y Jaén. Lo que leí tenía que ver con una reclamación sobre los caminos públicos y como se habían cerrado, es decir, cercenando el derecho de la población tanto de aquí como de fuera al disfrute de esas zonas. Familias poderosas cierran caminos y los poderes públicos no pueden o no quieren evitar esto. Llegué de esta manera a conocer vuestro diario y os felicito por sostenerlo a pesar de las dificultades que imagino tenéis y espero que, como todos, duremos mucho tiempo».