La puertollanense Estefanía Sanz combina su talento innovador con la ancestral técnica del mosaico en dos exposiciones en Toledo

La artista puertollanense Estefanía Sanz, graduada en Bellas Artes en la Universidad de Cuenca, comenzó por casualidad su andadura por el mundo artístico cuando decidió aplicar sus conocimientos de diseño gráfico y decoración de interiores en la ancestral técnica del mosaico. Con su talento innovador y gracias a su inquietud, la artista ha creado dos reconocidas exposiciones ‘Retratos en mosaico’ y ‘La mirada microscópica’ que actualmente se pueden visitar en el Centro Cultural de San Clemente de Toledo.

Su originalidad le ha permitido apostar por esta forma tan peculiar de hacer arte a través de azulejos de colores, diferenciándose de las obras artísticas más habituales como el dibujo y la fotografía. Con la intención de fusionar el arte tradicional con el arte contemporáneo e inspirándose en el artista indonesio Weda Abdul Rayid, la artista ha explicado que para realizar los retratos fusiona el estilo de pop-art, dotándolo de una pincelada más moderna, con el estilo digital utilizando un programa vectorial de diseño en el ordenador.

Sobre su muestra ‘La mirada microscópica’ diseñada en la pandemia, Sanz ha asegurado que no tenía pensado crear nada, simplemente fue al taller y, con sus estudios sobre cómo funcionarían los materiales, comenzó a seleccionar teselas vítreas, minerales, vídrio artístico y colores que quería probar y terminó dando forma a las «bellas» imágenes que se ven a través del microscopio con el objetivo de poder apreciarlas a simple vista.

Para crear de los retratos, ha señalado que utiliza azulejos de 15×15 centímetros, que pasan por un meticuloso proceso de cortar y lijar con agua comparándola «más o menos» con la que utilizan los albañiles. Los colores vivos destacan en sus obras y la selección de los materiales no es casualidad.

Haciendo un guiño al cuidado medioambiental, Sanz ha explicado que trata de priorizar cualquier tipo de material que sea reciclable o que proceda de un material reciclado. De hecho, en su proyecto ‘La mirada microscópica’ ha empleado un material primitivo, concretamente, el vidrio reciclado que una empresa española se encarga de fabricar, demostrando así, su compromiso con la sostenibilidad.

Brad Pitt, Marilyn Monroe o Frida Kahlo son solo algunos de los rostros que protagonizan esta muestra de personajes reconocidos y que nació con el foco artístico de la artista puesto en mujeres icónicas. «Empecé haciendo mujeres, quizá buscando iconos y una foto que fuese apta también para crear el volumen lo mejor posible» y de esta forma la artista ha explicado que con su toque personal ha modificado retratos como el de Frida Kahlo, a quien le ha quitado las flores que adornan su cabello.

La artista se ha detenido en Frida Kahlo para expresar que es una de sus obras de arte favoritas porque tiene de especial el triángulo de Rembrandt que es «un triángulo que sale en la zona de la mejilla y que hace que haga volumen, porque la nariz proyecta la sombra y ese trozo sobresale, entonces le da como mucho volumen al rostro».

SU PROCESO CREATIVO, SINÓNIMO DE DESCONEXIÓN

Para la artista el proceso creativo de sus obras significa su desconexión de la realidad. «Significa parar, centrarme en crear las piezas lo más perfectas posible dentro de que están hechas a mano, el ángulo correcto, la separación entre piezas correcta, y todo eso me ayuda a estar presente en ese momento y desconectar de la realidad, del día a día», además ha asegurado sentirse orgullosa cuando, al fin, ve terminadas después de dos meses sus piezas artísticas.

No todo ha sido un camino de rosas dentro de este sector, ha tenido que superar una serie de dificultades. «La primera dificultad eres tú misma, porque primero tienes que creer que lo que estás haciendo merece la pena como para presentarte a una galería o presentarte a un centro de exposiciones», ha asegurado.

Asimismo, ha destacado que «cuando te atreves a dar el paso va todo rodado y dejas al margen el miedo al rechazo, que al final es una forma de condicionar a la artista y que le conlleva a replantearse si realmente tiene el talento suficiente». Superar esta barrera es, quizás, para Sanz el paso más complicado.

Desde su experiencia, ha animado a los futuros artistas a que salten esa barrera, sin temor, que atraviesen la zona de confort presentándose a galerías. «Si te dicen que no, te presentas en otra y no pasa nada, alguien te dirá que sí, porque tú sabes que lo que haces merece la pena», es el mensaje que ha querido transmitir.

A través de sus obras artísticas, la artista da rienda suelta a las conclusiones de su público y con el intercambio personal de impresiones de los visitantes, teniéndo así la oportunidad reflexionar y mejorar pieza a pieza.

En cuanto a metas y proyectos futuros, la artista despreocupadamente deja que surjan las oportunidades y ahora mantiene la mirada puesta en una exposición de obras de arte, de la que es presidenta, y que llevará a cabo en el mes de mayo junto a varias compañeras artistas en Puertollano, a la que ha invitado a todo el mundo a asistir porque «no hace falta entender de arte para saber si una cosa te gusta o no» asegurando que se debe dejar al margen el prejuicio de que el arte es elitista brindando la oportunidad al público de que puedan disfrutar de esta disciplina.

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