La Universidad de Castilla-La Mancha ha iniciado las obras de ejecución de las acciones de renaturalización del Campus de Ciudad Real incluidas dentro del paraguas del proyecto Ciudad Real Activa: Territorio, Ecosistemas y Resiliencia (CRATER), concedido por la Fundación Biodiversidad al Ayuntamiento ciudadrealeño y a la Universidad de Castilla-La Mancha a través de ayudas europeas. En total serán cuatro las actuaciones de las que es responsable y beneficiaria la UCLM en el entorno del campus.
La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha iniciado la ejecución de renaturalización del Campus de Ciudad Real, una acción enmarcada en el proyecto Ciudad Real Activa: Territorio, Ecosistemas y Resiliencia (CRATER) financiado por la Unión Europea con Fondos NexGenerationEU a través de las ayudas concedidas por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El programa CRATER, del que son beneficiarios la UCLM y el Ayuntamiento de Ciudad Real, tiene como objetivo la renaturalización de corredores de infraestructura verde en la ciudad. Entre las diferentes actuaciones que aglutina, incluye cuatro proyectos vinculados al campus universitario ciudadrealeño, de cuyo diseño y ejecución es responsable la institución académica y para los que la misma cuenta con una ayuda de 655 538 euros para una inversión total próxima a los 810 000 euros.
El primero de los proyectos, cuyas obras acaban de iniciarse, se centra en consolidar el Camino de Calatrava como el itinerario principal que conecta el centro de la ciudad con el campus y, a su vez, con el espacio universitario situado al otro lado de la línea de ferrocarril. En este mismo entorno, y dentro de las acciones del proyecto CRATER lideradas por el Ayuntamiento de Ciudad Real, se va a ejecutar una intervención en las vías pecuarias de la zona, como son el Camino de los Mártires y el Camino de Moledores, mediante la plantación de vegetación, que mejorará el entorno y aportará nuevas zonas verdes a este espacio.
El segundo proyecto, a ejecutar bajo la responsabilidad de la UCLM, consistirá en mejorar y renovar la vegetación del Campus de Ciudad Real, eliminando algunas zonas impermeabilizadas y aumentando la biodiversidad de las especies vegetales plantadas.
El tercer proyecto se centrará en la creación de un paseo ecosistémico dentro del campus universitario situado al otro lado de la vía de ferrocarril, permitiendo la recogida de agua de lluvia de los edificios y terrenos para su uso en el riego de zonas renaturalizadas, que recrearán diversos hábitats de la provincia de Ciudad Real, convirtiéndose así en un escaparate de gran variedad de ecosistemas que podemos encontrar en nuestra provincia.
Finalmente, como último hito a ejecutar dentro del proyecto CRATER, se construirá una cubierta verde en el edificio San Isidro Labrador, sede de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real. Esta cubierta, además de sus beneficios funcionales, servirá como laboratorio para experimentar la viabilidad de diversas especies en este tipo de soluciones, que mejoran el aislamiento de los edificios y reducen la cantidad de agua que los sistemas de drenaje deben recoger en caso de precipitaciones.
Los cuatro proyectos, ejecutados bajo el paraguas del programa CRATER, complementarán la transformación que ya ha experimentado el Campus de Ciudad Real con la obra de reurbanización sostenible de la Avenida Camilo José Cela ejecutada por el Ayuntamiento y que, con su puesta en uso, permitirá a toda la ciudadanía disfrutar de un espacio en el que se produce una interconexión entre la vida universitaria, el medio urbano y el entorno natural.
Nexo
Dentro del objetivo final del proyecto CRATER, para la creación de ejes verdes en la ciudad, el Campus de Ciudad Real actúa como un enlace entre los espacios rurales y urbanos, aprovechando sus amplios espacios abiertos y arbolados para aumentar la biodiversidad de especies vegetales y animales.
La renaturalización urbana ofrece numerosos beneficios, entre los que se incluyen la mejora de la calidad del aire, la reducción del efecto isla de calor, la creación de hábitats para la fauna local y el aumento del bienestar de los ciudadanos al proporcionar espacios verdes accesibles para el ocio y la recreación. Además, contribuye a la mitigación del cambio climático al aumentar la capacidad de absorción de CO2 y mejorar la gestión del agua de lluvia.