Morcillo aspira a su quinta reelección al frente de UPA C-LM, que celebra el 12 de marzo su congreso regional en Toledo

El albaceteño Julián Morcillo aspira a su quinta reelección al frente de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos en Castilla-La Mancha, presentado para ello candidatura al VIII Congreso regional que se va a celebrar el próximo 12 de marzo en el Laberinto del Rey de Toledo.

Así lo ha avanzado en rueda de prensa, en la que ha detallado que en el cónclave se van a dar cita unas 150 personas y contará con la presencia del recién elegido secretario nacional, Cristóbal Cano; del que le ha precedido en el cargo, Lorenzo Ramos; del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán; y del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, entre otras autoridades.

No sabe Morcillo si la suya será la única candidatura a liderar la organización agraria que, según ha defendido, «mejor defiende los intereses de las explotaciones de agricultores y ganaderos familiares», pues el proceso de elección se abre en el mismo congreso, periodo en el que se pueden presentar más candidaturas.

«Para nosotros es importante este proceso congresual, que es el máximo órgano que celebramos en nuestra organización cada cuatro años, y debe de servir para dar impulso a una organización donde el lema va a estar muy claro ‘UPA=a Agricultura Familiar’.

Tras aseverar que el actual mandato, que asumió en marzo del 2021 en Alcázar de San Juan, ha muy complicado, pues ha estado protagonizado por sucesivas crisis, como la derivada de la guerra de Ucrania, y continuas movilizaciones, Morcillo admite que el actual escenario también es «complicado».

En primer lugar por el regreso de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos, cuya vuelta está poniendo «patas arriba» toda la geopolítica. «Evidentemente –su llegada– va a afectar, va a afectar al sector agrícola y ganadero, con la imposición de unos aranceles, ante los que las instituciones europeas, de forma rápida, han de plantear medidas y una defensa de un sector, el agroalimentario, que es estratégico para Europa, para España y para Castilla-La Mancha».

Morcillo, expectante ante el modo en que la guerra arancelaria de Trump puede afectar a la región, ha reconocido que Castilla-La Mancha comercializa muchos productos, como el queso manchego, el azafrán, el ajo, el vino o el aceite, que pueden ser «más sensibles» a estos aranceles.

Otra de las cuestiones que abordará en caso de ser reelegido al frente de la UPA es la negociación de la nueva PAC. «Aunque viene de Europa y España tendrá que hacer sus planteamientos, Castilla-La Mancha tiene que definir qué PAC va a querer en el futuro y tratar de fortalecer cuestiones que se quedaron pendientes en la anterior, como el pago redistributivo o los derechos históricos».

Dicho esto, se ha referido a otra reivindicación sempiterna, la del agua que, según ha aseverado, UPA Castilla-La Mancha «nunca va a abandonar». Sobre esta cuestión, además de referirse al proceso abierto de planificación hidrológica que lidera el Gobierno central, ha recordado que la organización recurrirá el reparto de fondos por la sequía, del que ha quedado excluida la región, al tiempo que insistirá en la resolución de los conflictos hídricos en el Alto Guadiana, «donde hay explotaciones de agricultores profesionales a las que hay que darles una solución».

Garantizar el relevo generacional en el campo, reducir la burocracia administrativa, que a veces resulta «insufrible» a sus profesionales, apostar por los seguros agrarios o seguir potenciando las estructuras de comercialización que son las cooperativas, son otros de los retos a los que Morcillo se enfrentará, en caso de seguir al frente de UPA Castilla-La Mancha.

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