La congregación cerrará su casa el próximo 13 de febrero y finaliza su labor en la localidad con una emotiva misa de acción de gracias, la tarde del miércoles, en la iglesia de Santa María.
La comunidad de las Damas Apostólicas de Daimiel celebró el miércoles por la tarde una emotiva misa de acción de gracias para despedirse de la localidad tras 82 años de servicio.
La ceremonia, que tuvo lugar en la iglesia de Santa María, reunió a numerosos fieles y autoridades locales, entre ellos el alcalde Leopoldo Sierra y varios concejales de la Corporación municipal que quisieron acompañarlas.
Durante la celebración, Mari Cruz Martínez, Superior General de la congregación, expresó con emoción el sentir de las religiosas: “Por una parte, estamos contentas de encontrarnos con vosotros y vosotras aquí celebrando la eucaristía, la vida, la amistad, pero por otra parte nos sentimos con cierta tristeza porque nos despedimos. Nos despedimos físicamente, porque espiritualmente y en el recuerdo siempre vais a estar presentes, como sabemos que nosotras vamos a estar presentes entre vosotros”.
Visiblemente emocionada, recordó a todas las religiosas y la felicidad con la que han desarrollado su labor en Daimiel donde, “han compartido gratas experiencias”. Tuvo palabras para todas y les agradeció haber estado hasta el final, “compartiendo la vida, la esperanza y las relaciones”.
La misa estuvo oficiada por Valentín Sánchez, acompañado de sacerdotes de la localidad y de otros que han ejercido su ministerio en Daimiel, y que guardan estrecha relación con la congregación.
Un coro, integrado por componentes de las agrupaciones locales, acompañó la ceremonia con sus cantos.
Las cuatro Damas Apostólicas presentes en Daimiel: Ascensión Muñoz de Morales, Carmen Serrano y las hermanas Ángela y Acelia Valderrey, mostraron su gratitud por la acogida y el trato recibido durante más de ocho décadas de dedicación a la comunidad.
Junto a ellas, en el primer banco, también las acompañó Purificación de Miguel, histórica directora en el colegio de las religiosas de Daimiel.
El cierre de la casa de las Damas Apostólicas marca el final de una etapa en la historia de Daimiel, donde su labor ha dejado una huella imborrable en la vida de muchas personas. Sin embargo, su legado permanecerá en el recuerdo de quienes han compartido su camino de fe y compromiso con los más necesitados.