El reconocido autor local Juan José Guardia Polaino, de origen infanteño, presentará el jueves 13 de febrero, a las 20:00 horas en la UNED de Valdepeñas, el poemario ‘Los exilios de la sangre’, editado por Ediciones C&G. Una presentación en la cual estará acompañado por la Profesora de Historia Moderna en la UNED y asesora del Servicio de Cultura de JCCM, Eva María Jesús Morales, el también poeta Aarón Guardia Pérez, las rapsodas Lourdes Pérez Hurtado y Teresa Gallego García, el cantautor Vicente Castellanos Gómez y el editor Julio Criado. El acto estará coordinado por el Profesor Tutor del Centro Asociado Provincial «Lorenzo Luzuriaga», Daniel Marín Arroyo, Licenciado en Geografía e Historia.
Juan José Guardia Polaino, allá donde vaya con su poemario ‘Los exilios de la sangre’, solo cosecha éxitos y grandes elogios. Un poemario que en si es una joya literaria fue prologado por Pedro A. González Moreno, publicado a mediados del 2024 y en muy poco tiempo se ha posicionado como referente poético provincial. Una muestra de eso es la respuesta mediática que está teniendo y no solo de la prensa provincial, también de multitud de artículos y reseñas favorables de estudiosos y amantes de la poesía. Destacamos tan solo algunas de ellas:
Tomás López Fdez-Sacristán, en su artículo publicado en prensa, nos indica que ‘Los exilios de la sangre’, es un poemario “que nos habla de dos dimensiones; la interior por donde el poeta discurre haciendo notar sus heridas personales, heridas biográficas que afectan a sus parientes más cercanos exiliados ya de este mundo ingrato; y la dimensión exterior, la que brota desde el pecho del poeta hacia fuera en un grito que a todos nos increpa, un discurso nunca olvidado hacia la movilización, hacía la solidaridad y el compromiso con todos los humillados de esta sociedad”.
José Agustín Blanco Redondo, en su reseña, nos dice que “el autor nos invita a participar en una romería melancólica por los mismos caminos que transitan los olvidados, los diferentes, los que no importan a nadie. Encontramos, al inicio, poemas íntimos de trasfondo existencialista, escritos en primera persona y en los que el dolor es la naturaleza misma del autor, un dolor que trasmina sus adentros y que le aleja de la palabra”.
Vicente Castellanos, nos dice que “es un libro intenso. Poesía de trinchera. Poesía de la tristeza, de la herida no superada, de la súplica de justicia y de la respuesta silenciosa y cómplice de este mundo”.
Por su parte Eva María Jesús Morales, asegura que “Los Exilios de la Sangre es una obra versátil en su estructura, simbólica en su lenguaje y beligerante en su sentir.
Para el poeta artífice de estos versos, Juan José Guardia Polaino, el poema es un espacio de libertad y una fortaleza donde cobijarse de la intemperie.
Siempre atento a las embestidas del mundo, recurre al poder de la palabra desde un espíritu combativo. Lejos de la complacencia que se recrea en los valores estéticos, subvierte el orden establecido, rasgándolo con inconformismo.
Francisco Caro Sierra, el poeta de Piedrabuena, se refería al autor de los Exilios de la Sangre como a “un activista de la palabra”.
A la vez tiernos y convulsos, alza sus versos con necesidad de rebeldía y trinchera. Juan José siempre mira a los ojos, con el semblante honradamente llano y siempremente veraz, como la eterna lucha de dos sangres.
Una fluye como el río mudable de Heráclito, mientras su oponente se estanca, plagando de infame dolor a la humanidad.
La sangre inmutable ha llegado a dominar y expandirse inexorablemente, enmudeciendo el poder vivificador de la que deviene y muta para dotar de sentido a la existencia. Este fluido vitalista es llamado a los exilios de la sangre, de ahí el título de la obra.
Y es en esta batalla donde el poeta ejerce una labor trascendental. Él es el bálsamo de las almas agotadas y socavadas por la dureza de la realidad.
Cura de almas, la poesía debe ser reivindicada al servicio de la sociedad. Su capacidad para guiar en el aturdimiento, emanado de ese silencio aterrador derivado del caos, desata los nudos del miedo para denunciar las fuentes del dolor.
La guerra, la ambición, la pérdida… son algunas de las constantes de este poemario, profundo, subversivo y, por ende, vital y necesario.
En su lectura, me ha visitado la imagen de “Duelo a garrotazos” de Francisco de Goya.
“El hombre, ebrio de impotencias y de odios,
ha manchado la vida de zozobra, codicia y oscuridad”
(J.J. Guardia Polaino sobre la Epopeya del hombre y su oscura ambición).
Aquellas Pinturas Negras que decoraban las paredes de la Quinta del Sordo bien podrían ilustrar estos versos.
El nihilismo también camina junto al poeta en estas composiciones. La oquedad existencial, la yerma “nada” que reta a la damnatio memoriae a cumplir su cometido.
Sin embargo, la luz habita en espacios incorruptos aún, como la sangre primera y virginal a la que invitan las dulces hetairas o el aire y labios compartidos que escapan de la soledad.
Desde su destierro, el poeta se duele, mas le impulsa la necesidad de preservar la latencia de la sangre en un brindis de honor y vida. Ese pulso vital que nos impele a abrir nuestra alma, aterida del frío atávico.
Son tan prolíficos tus versos, Juan José, que estoy convencida de que la milicia de tus palabras te arrebatará una vez más del exilio para ocupar tu lugar entre nosotros, en esta lucha que se debate a pie de calle.
Talismán en las arenas del desierto, trinchera edificada desde la libertad, amor, en suma, por el ser humano. Así es tu poesía. Entera, verdadera, salvífica, como ese río de sangre que fluye, fertilizando sus cauces con cada palabra”.
En definitiva, una obra que no deja indiferente a nadie y que aquellos que quieran pasar un buen rato tendrá la oportunidad de conocerla de primera mano el jueves 13 de febrero, a las 20:00 horas, en la UNED de Valdepeñas.