Vecinos de un bloque situado en la calle Ancha de Puertollano han denunciado la sensación de impotencia que están viviendo tras constatar que una de las viviendas está siendo realquilada como casa de citas o prostíbulo, lo que está generando «una gran molestia y preocupación».
Para visibilizar esta situación los vecinos han recurrido al programa «Vamos a ver» de Telecinco, en el que uno de ellos ha relatado este martes que ya se ha denunciado la situación varias veces, sin éxito, toda vez que sería necesario demostrar que existe un delito de explotación sexual.
La situación se está prolongando desde hace más de cinco años con «molestias, clientes violentos, suciedad, gritos y situaciones embarazosas», relatan a las cámaras, aunque de momento no se ha podido hacer nada.
Según han recordado los colaboradores del programa, la prostitución no es delito en España y habría que demostrar que existe explotación sexual o bien cualquier otro tipo de ilícitos o actos sancionables administrativamente relacionados con el realquiler, alteración del orden público o molestias vecinales.
La herencia socialista! El pueblo llemo de kinkalla y otras especies.
Drogas, prostitución…
Sodoma se va a quedar corta comparada con Puertollano.
Ahora algún listo vendrá a decir que pasa en todos los sitios. En sitios con menos de 50 mil habitantes, me extraña.
Totalmente de acuerdo contigo.
Los vecinos de puertollano no tenemos decrechos, solo obligaciones.
Ni con los de ahora, ni con los de antes se ha solucionado ningún problema que afecte a las viviendas, véase los años que llevamos con los problemas de los garitos mal insonorizados (por no hacer el ayuntamiento su trabajo), lo que nos hacen pasar con las terrazas («el pueblo está vivo»).
La única solución sería que todos estos problemas afectaran a el equipo de gobierno y entonces si moverian sus posaderas.
Suerte, porque justicia no hay.
Los vecinos de la calle San Gregorio, llevamos años viviendo con molestias de los antros, sobre todo uno, y nadie hace nada.
Un antro, con licencia de discoteca, con entrada por dos calles, y comunicados por dentro, un local sin insonorizacion, sin limitadores de música, sin puertas de emergencia para más de 900 personas de capacidad, como pone en la puerta,con distancia de la calle San Gregorio, a la puerta de seguridad de calle Madrid, distancia no permitida, permitiendo hacer botellón cobrando entrada, ect, ect, ect, y el local sigue abierto. Vivan las normas.
A finales de los ochenta se pretendió poner orden en los garitos amenazando de cierre a los locales que no se pusieran al día.
Se organizó una manifestación «ruidosa» una noche de sábado contra la medida utilizando a cientos de jóvenes.