La Plataforma No a la Mina de Fontanarejo y Arroba realiza un “conjuro” contra el proyecto minero


Ayer 3 de enero, tuvieron lugar varias actividades convocadas por la Plataforma No a la Mina de Fontanarejo, en protesta por las últimas gestiones realizadas por el Ayuntamiento para otorgar la calificación urbanística previa a la expropiación para el proyecto de mina de fosfatos que Alcudia Phosphates S.L. y Fertiberia S.A. pretenden instalar en Fontanarejo.

A las 16.00 h en el centro social se realizó un acto Informativo sobre la situación administrativa de la mina y los últimos movimientos generados políticamente desde el Ayuntamiento, que han dado carta blanca a la recalificación urbanística de los terrenos del proyecto. La Plataforma ha decidido difundir y presentar alegaciones a este procedimiento e iniciar acciones legales para la impugnación del acuerdo del pleno del ayuntamiento de las que se informará próximamente.

A las 17 h se realizó una ruta de senderismo al círculo de piedras de Huertomalo, lugar de culto ancestral, posiblemente desde el neolítico, crómlech inédito como otros monumentos megalíticos de la comarca en los que podría basarse un desarrollo sostenible alternativo a la minería, y que se verá perjudicado gravemente por este proyecto. En este lugar se leyó de forma colectiva el “conjuro por los montes vivos, contra la mina”  

De regreso al pueblo, ya de noche, se realizó una procesión/manifestación con cirios hasta la casa consistorial, en que se realizó una  ofrenda de luz a la imagen de Doña Cruziana, con el objetivo de que el equipo de gobierno municipal se una a nuestras demandas, con una nueva lectura del conjuro.

Doña Cruciana, nombre muy de señora de su pueblo, es la imagen representativa del icnofósil Daedalus desglandi, que figura en el logotipo de la plataforma, nombre científico que reciben los fósiles del yacimiento del Morro del Águila, contiguo al proyecto minero y que también se verá perjudicado por este.

Conjuro por los montes vivos, contra la mina.

Recién pasado el solsticio de invierno, cuando comienza a renacer un nuevo ciclo solar, en conjunción de la Luna con Venus, invocamos a los elementos de la naturaleza para que la vida en Fontanarejo y Arroba de los Montes pueda preservarse, para que la minas no se realicen y nuestros descendientes puedan vivir en un entorno bello, limpio y saludable.

En este círculo de piedras, nuestr@s antecesor@s se reunían en días señalados del ciclo solar y lunar, buscando energías telúricas y astrales, las señales estelares de que todo se reanudaba de nuevo, la causa de la vida y de la muerte o la fuerza para vivir ante la adversidad.

Hoy, como hace siglos, volvemos a cerrar el círculo y conjuramos:

Al Sol que nos da la energía para que todo viva.

A la encina que nos da el aire que respiramos y une la tierra con el cielo.

Al jabalí que nos da la fuerza para cuidarnos.

A la jara y el romero que cicatrizan las heridas del hacha y del fuego.

Al olivo, que iluminó con su aceite la oscuridad de la noche y porta en sus ramas el mensaje de paz.

A las abejas, que fecundan las flores y aumentan las cosechas.

Al ciervo, que renueva la vida cada año con su nueva cornamenta.

A la Luna, madre luminosa que regula la fertilidad y el ánimo.

Al rayo y al trueno, fuerza cósmica que alimentará nuestra lucha.

En nombre de nuestr@s antepasad@s que esperaban el momento de volver;

de las manadas de osos y lobos que fueron exterminados como alimañas;

en nombre de los pueblos y personas esclavizadas o asesinadas por el poder de turno;

en desagravio de las familias que emigraron por la exclusión del falso progreso que hoy nos sigue amenazando,

queremos seguir oyendo el ulular del búho real, 

el ladrido del raposo en la noche, 

la llamada del mochuelo en el crepúsculo.

En la vida de todos estos seres junto a nosotr@s está la esperanza, porque confían y vibran al ritmo de las estaciones, de las lunas, de las noches y los días. 

Esa esperanza es la que hoy anhelamos y a veces olvidamos porque, cuando se pierde la conciencia, los actos se vuelven insensatos y egoístas.

Como el árbol duerme en la semilla, en nuestros actos duerme el mundo que anhelamos. Si estos son generosos, habrá esperanza.

Hoy nos inquietan las consecuencias de las decisiones tomadas desde el Poder, tenemos miedo del poder humano, porque desconfiamos. Pero el poder reside en todos nosotr@s. Por eso debemos confiar en nuestros actos, sin miedo. 

Porque sin miedo habrá esperanza.

En Fontanarejo, en el círculo de piedras de Huertomalo, 3-1-2025.

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