El bello puente del siglo XIX sobre el río Valdeazogues entra en la Lista Roja del Patrimonio por su estado de abandono

El bello puente de hierro construido en 1898 sobre el río Valdeazogues en Chillón (Ciudad Real), y catalogado como Bien de Interés Cultural, acaba de entrar en la Lista Roja del Patrimonio por abandono y falta de mantenimiento.

Segú recuerda esta institución que vela por la conservación y protección del patrimonio histórico artístico, el puente se construyó en la última década del siglo XIX como solución al paso de la carretera de Córdoba a Almadén sobre el río Valdeazogues. Se realizó como alternativa a un puente de obra que cuando se estaba finalizando, lo arrastró una crecida del río.

Fue diseñado por el ingeniero Eugenio Suárez Galván y fabricado en Barcelona por La Maquinista, Terrestre y Marítima. El director de obra fue Joaquín Luís del Pozo Bresó. Finalmente, en 1898, el puente entró en funcionamiento y es un perfecto testigo de la historia de la ingeniería civil de hierro del siglo XIX.

Según Hispania Nostra, en la actualidad presenta importantes desperfectos, patologías que pueden llegar a ser estructurales debido a que su diseño y construcción, ya que se hizo pensando que siempre estaría asfaltado.

Pero con su aislamiento, el pavimento ha sufrido una erosión significativa debido a la acción de las lluvias y a las fluctuaciones de las temperaturas. Esto ha expuesto parte de la estructura que lo soporta a los elementos naturales, especialmente en los estribos, donde su vulnerabilidad es mayor. «Como consecuencia, se han formado grandes agujeros que degradarán, si no se remedia, su cimentación y comprometerán su estabilidad, provocando desplazamientos de sus elementos estructurales y poco a poco, conducirán al puente a su colapso», advierte.

«La corrosión que presenta está generalizada en toda la estructura, no hay después de tanto tiempo ni un pequeño espacio que se salve; sin embargo, no se aprecian apenas pérdidas de espesor en sus elementos y no parece haber afectado aún a las uniones entre las piezas, los roblones siguen aguantando», detalla.

Se trata de un puente metálico de arco y cuerda, o arco atirantado (bowstring). El puente mide 81,80 metros, de los que el tramo metálico ocupa 53,80 metros. Su altura máxima en el centro es de 5,90 metros, su anchura exterior 7 metros y la interior 5,40 metros. Hay 5 metros para el paso de los vehículos y dos secciones laterales de 20 centímetros para resguardo de las ruedas.

Está formado por dos vigas principales de grandes mallas situadas en los frentes que se encuentran unidas entre sí por viguetas transversales en forma de T invertida y estas, a su vez, por largueros de doble T. Las vigas principales tienen la cabeza inferior recta y la superior en forma de polígono inscrito en dos hipérbolas simétricas con relación al centro del tramo. Dichas cabezas se hallan unidas entre sí por montantes verticales y diagonales dobles, con contradiagonales solamente en el compartimiento central. La parte metálica está formada por 2.327 piezas unidas entre sí por 16.320 roblones. El puente está apoyado sobre estribos de fábrica.

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