La exposición inédita “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine” revela por primera vez la fascinante conexión entre la obra del maestro surrealista y el Séptimo Arte

Por José Belló Aliaga

➤ La muestra “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine”, que se estrena ahora a nivel mundial en Madrid, propone un acercamiento innovador y sin precedentes a la vida y obra del célebre artista en relación con el medio cinematográfico.

➤ En total, se exhiben cerca de 400 piezas de esta figura fundamental de las vanguardias europeas, entre pinturas al óleo, esculturas, fotografías, obra gráfica, libros únicos y proyecciones de películas provenientes de diferentes colecciones y museos de Europa.

➤ La exposición forma parte de un amplio programa con el que el Círculo conmemora el centenario del Manifiesto del Surrealismo e incluye, entre otras actividades, una muestra protagonizada por Salvador Dalí y el programa familiar Navidades Surrealistas.

“Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine”

Abre sus puertas ,en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la nueva exposición titulada “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine”. Esta muestra, producida por Sold Out y el Círculo de Bellas Artes, en colaboración con Madeinart, y comisariada por Martina Mazzotta y Jürgen Pech, ofrece un recorrido inédito por la vida y obra del pintor, escultor, dibujante, artista gráfico, teórico del arte y poeta Max Ernst (Brühl, 1891-París, 1976).

La exposición “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine” revela los aspectos más relevantes de su vida y obra en relación con el cine. De hecho, el medio cinematográfico representa un camino paralelo y siempre presente en la amplia carrera del artista, la cual conectó a muchas personas y grupos artísticos, y ofreció puntos de vista originales a lo largo de siete décadas del siglo XX, disfrutando enormemente de la experimentación. El enfoque, que es absolutamente innovador, cautivará tanto a especialistas en historia del arte como al público general, al ofrecer una extraordinaria perspectiva comparativa.

Esta es la primera vez en el mundo que se presenta una exposición sobre Max Ernst con este particular enfoque, como resultado de una investigación sin precedentes.

Cerca de 400 piezas seleccionadas de colecciones y museos europeos

La exposición “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine” está vertebrada por seis áreas que proporcionan un acercamiento profundo e inédito a esta figura clave del movimiento dadá y el surrealismo, que tanto contribuyó al desarrollo del arte moderno europeo.

En total, cerca de 400 piezas cuidadosamente seleccionadas, entre pinturas al óleo, esculturas, collages, frottages, libros ilustrados, películas y fotografías originales, destacan las conexiones del artista con el cine. Se incluyen obras de prestigio como las pinturas Las tentaciones de San Antonio (Museo Lehmbruck, Duisburgo) o Las hijas de Lot (Colección Pietzsch, Berlín), y esculturas como Homme (Museo Max Ernst, Brühl).

El diseño expositivo sumerge al visitante en la singular, aventurera e inquieta vida de Max Ernst. A lo largo del recorrido, se revelan conexiones con temas progresistas como el exilio, así como cuestiones transculturales y medioambientales.

Una investigación rigurosa sobre la conexión de Max Ernst con el cine

El cine ha sido una influencia constante en la carrera de Ernst, desde su papel como actor, miembro de jurados cinematográficos, hasta diseñador de premios de cine (por ejemplo, para Henri Gruel, Roman Polanski y Jan Švankmajer, cuyos cortometrajes también se presentan aquí). Su obra ha inspirado el cine surrealista y a numerosos cineastas posteriores, creando un vínculo profundo y continuo entre su arte y el cine.

La exposición cuenta con fragmentos de películas y proyecciones inmersivas que establecen un diálogo constante y dinámico con las obras. Se incluyen extractos de películas como Un perro andaluz y La edad de oro de Luis Buñuel, Los sueños que el dinero puede comprar y 8 × 8: Una sonata de ajedrez en 8 movimientos de Hans Richter, Max Ernst – Mi vagabundeo, mi inquietud de Peter Schamoni, y cortometrajes titulados Una semana de bondad de Jean Desvilles, Maximiliana de Peter Schamoni, o dos piezas más de Julien Levy, presentadas aquí al público por primera vez.

“Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine” está comisariada por Martina Mazzotta, historiadora del arte y escritora e investigadora en The Warburg Institute de Londres, y por Jürgen Pech, excomisario del museo de Max Ernst de Brühl, en Alemania, y editor del último volumen del catálogo razonado de la obra de Max Ernst. Recientemente, ambos han comisariado exposiciones internacionales sobre Max Ernst y han realizado una investigación específica para la ocasión en Madrid, asegurando un enfoque científico y riguroso que garantiza la perdurabilidad del legado de Ernst.

Las piezas imprescindibles de Max Ernst conectadas con el Séptimo Arte

A continuación se enumera una selección de obras de Max Ernst conectadas con otras piezas presentes en la exposición que permiten profundizar en el conocimiento sobre la relación del artista con el cine:

Max Ernst, El imán está cerca sin duda, ca. 1923, tinta sobre papel, 17,3 x 169 cm, Colección privada

+ El encuentro de los amigos de Christian Bau (1991).

Un ejemplo magnífico de dibujo automático, que refleja la poesía visual de Ernst y que, de algún modo, forma parte del linaje del cine: los dibujos requieren un enfoque similar al de la linterna mágica o al montaje cinematográfico. En esos mismos años, antes de la publicación del Manifiesto Surrealista, Ernst pinta otra obra maestra proto-surrealista, celebrando la amistad y las afinidades electivas: Au rendez-vous des amis (1922). La exposición ofrece la oportunidad de conocer esta obra junto al extraordinario documental sobre su historia, Das Rendezvous der Freunde de Christian Bau (1991), que se proyecta en una pequeña sala de cine.

Max Ernst, La rueda de la luz, ilustración XXIX de Histoire naturelle, París, 1926, fotograbado, 43 x 26,5 cm, Colección privada

+ Peter Schamoni, Max Ernst: Mein Vagabundieren – Meine Unruhe, 1991.

La serie completa que aquí se presenta es la obra maestra de Ernst, donde lleva la invención del frottage a su máximo esplendor. El interés del artista por las ciencias naturales, su fascinación por el hermetismo y su reinterpretación del Génesis bíblico se celebran en esta obra. Todo ello quedó plasmado también en el trabajo del cineasta Peter Schamoni, autor del documental fundamental Max Ernst: Mein Vagabundieren – Meine Unruhe, estrenado en 1991 para conmemorar el centenario del nacimiento del artista.

Max Ernst, La mujer 100 cabezas, París, 1929, Colección privada

+ Eric Duvivier, La mujer 100 cabezas, 1967.

La femme 100 têtes, que puede describirse como el manifiesto visual del surrealismo, se convirtió en la fuente de inspiración para el mediometraje homónimo de Eric Duvivier, casi cuarenta años después, en 1967.

Max Ernst, El fantasma de la repoblación, 1929, ampliación fotográfica de un collage, 97,4 x 88,9 cm, Colección Ella y Jannis

+ Max Ernst como jefe de ladrones en una escena de la película La Edad de Oro de Luis Buñuel y Salvador Dalí, París, 1930, Colección privada.

Una obra única de gran formato que resultó dañada por las provocaciones de la Ligue des Patriotes (Liga de los Patriotas) durante el estreno de la película L’Âge d’Or en París en 1930, se presenta aquí junto a otros trabajos y diverso material relacionado con aquel evento. En 1930, Ernst participó como actor en el segundo filme surrealista de Luis Buñuel, cuyo guion fue escrito en colaboración con Salvador Dalí. Sin embargo, su implicación no se limitó a actuar: la exposición revela el intercambio mutuo entre el arte de Max Ernst y el cine.

Fotogramas de la película Retrato de Max Ernst. Película ilógica de Julien Levy, París, junio de 1932

+ Max Ernst, fotogramas de frottages para René Crevel, Mr. Knife Miss Fork, The Black Sun Press, París, septiembre de 1931, ilustraciones 1, 5, 8 y 19, cada una de 18 x 12 cm, Museo Max Ernst, Brühl.

La exposición permite descubrir por primera vez dos cortometrajes: Portrait de Max Ernst. Film illogique, dirigido por Julien Levy, el legendario galerista estadounidense, en 1932. Ambos se presentan ante el gran público por primera vez. También estuvieron implicadas Lee Miller y la editora y empresaria Caresse Crosby. Crosby publicó en 1931 Mr. Knife Miss Fork de René Crevel, ilustrado por Max Ernst en colaboración con Man Ray, como un homenaje a la editora y a su lucha por liberar el cuerpo femenino del corsé.

Max Ernst, Una semana de bondad, primer cuaderno, “El león de Belfort,” París, 1934, Colección privada

+ Fotogramas de la película Una semana de bondad de Jean Desvilles, 1961.

En 1933, Ernst creó una de sus obras maestras, que aquí se presenta en su totalidad: el roman-collage Une semaine de bonté. La primera exposición pública de los collages originales de esta obra tuvo lugar en Madrid en 1936. En el documental Max Ernst. A self-portrait (1967) de Hannes Reinhardt, el propio artista recordaba con gratitud que estas obras habían sido salvadas milagrosamente durante los bombardeos en España. La exposición ofrece la oportunidad única de asociar la obra con su transposición cinematográfica en el filme de Jean Desvilles Une semaine de bonté (1961).

Max Ernst, Jardín poblado de quimeras, 1936, óleo sobre lienzo, 42 x 56,4 cm, Colección privada

+ Max Ernst, A las antípodas del paisaje, 1936, óleo sobre lienzo, 46 x 55 cm; Colección privada, Stuttgart.

Dos impactantes obras de 1936, donde Ernst combina paisajes naturales, figuras humanas y diversas referencias culturales, mientras ofrece una interpretación visionaria de la era de las dictaduras que desembocarían en la Segunda Guerra Mundial.

Sheila Ward, hoja de contactos 2 con fotograma #16 de la película de Hans Richter Sueños que el dinero puede comprar, Nueva York, 1945, Colección Dietmar Siegert, Múnich

+ Max Ernst, Las hijas de Lot, 1943, óleo sobre lienzo, 35,3 x 27,7 cm, Colección de Ulla y Heiner Pietzsch, Berlín.

El punto culminante entre la carrera artística de Max Ernst y el cine se encuentra en Dreams That Money Can Buy, la película experimental en color dirigida por el artista Hans Richter en 1947. Ernst participa como actor y director del primer episodio (los demás son de Fernand Léger, Man Ray, Marcel Duchamp, Alexander Calder y Hans Richter). Una sección de la exposición celebra esta obra maestra a la luz de las muchas piezas de Max Ernst presentes en la película. Por ejemplo, durante la investigación para la exposición, se identificó por primera vez la obra que aparece colgada en el lateral derecho del escenario principal como el cuadro Lot’s Daughters (1943).

Max Ernst, La tentación de San Antonio, 1945, óleo sobre lienzo, 108 x 128 cm, Museo Lehmbruck, Duisburgo

+ Fotogramas de la película Los asuntos privados de Bel Ami de Albert Lewin, 1947.

Una obra maestra absoluta de Max Ernst, ganadora en 1946 del concurso (en el que también participaron Dalí, Carrington y Tanning) para elegir la pintura que se incluiría en la producción de Hollywood The Private Affairs of Bel Ami de Albert Lewin. Max Ernst fue galardonado por un jurado compuesto por Marcel Duchamp, el historiador del arte Alfred H. Barr Jr. y el galerista Sidney Janis, por haber tomado como modelo una obra de la historia del arte: la pintura de Matthias Grünewald (1512–16).

Max Ernst, Rit, Sept microbes (6), c. 1951, óleo sobre papel, 2,4 x 3 cm, Colección privada, Stuttgart

+ Bob Towers, Max Ernst trabajando en sus microbios, Sedona, Arizona, 1951, 18,7 x 17,3 cm, Colección privada.

Los extraordinarios Microbios son paisajes en miniatura realizados mediante decalcomanía, tan pequeños como una uña del pie, que Ernst definía como “bacterias para alimentar el cerebro”. Max Ernst trabajó en sus Microbios generosamente frente a la cámara de Bob Towers (1951) y en el documental de Peter Schamoni Max Ernst: Mein Vagabundieren – Meine Unruhe (1991).

Max Ernst, Juego de ajedrez, 1944, 16 figuras de nogal, 16 figuras de arce, altura entre 5 y 15 cm, Colección privada, Colonia

+ Bob Towers, Max Ernst y Dorothea Tanning jugando al ajedrez, Sedona, Arizona, 1951, Colección privada.

Para Max Ernst, “la escultura es más un juego que la pintura. En la escultura, ambas manos participan, como en el amor”. El ajedrez se celebra en la exposición con un entorno lúdico donde se presentan piezas únicas, entre ellas el exclusivo juego de ajedrez diseñado en madera de nogal y arce. Esta sección también celebra el filme de Hans Richter 8×8. A Chess Sonata in 8 Movements (1956/57), una colaboración cinematográfica entre varios artistas de vanguardia: Max Ernst, Dorothea Tanning, Marcel Duchamp, Richard Huelsenbeck, Julien Levy and Yves Tanguy.

Max Ernst, Homme, 1960, bronce, 28 x 12 x 10 cm, Museo Max Ernst, Brühl

+ Fotogramas de la película Historia Naturae, Suite de Jan Švankmajer, 1967.

La exposición reúne por primera vez todos los trofeos que Max Ernst diseñó para los diversos premios cinematográficos con los que estuvo involucrado como jurado (grandes directores aparecen entre los ganadores, como Roman Polanski). La escultura de bronce Homme fue otorgada entonces al cineasta checo Jan Švankmajer en 1968, quien al año siguiente dirigió el filme en color Historia Naturae, Suite, que aborda el tema de la historia natural y la relación entre humanos y animales de manera irónica, haciendo principalmente referencia a Histoire Naturelle de Max Ernst.

Max Ernst, Maximiliana o El ejercicio ilegal de la astronomía, 1964, páginas dobles 12, 16 y 27, Colección privada

+ Max Ernst, El superviviente, 1968, collage, óleo, gouache y carboncillo sobre tela, 75 x 52,5 cm, Colección privada

+ Marlies Schnetzer, Max Ernst escribe su carta a Peter Schamoni, Seillans 1965, Museo Max Ernst, Brühl.

La exposición presenta en una muestra cósmica y en su totalidad uno de los libros de artista más finos e importantes del siglo XX: Maximiliana ou L’Exercice illégal de l’astronomie (1964), donde se combinan palabras, imágenes, poesía, ciencia y “criptografías,” es decir, escrituras secretas. La exposición ofrece la oportunidad única de contemplar la visión de toda la instalación con el cortometraje que Peter Schamoni dirigió en 1966, Maximiliana, en el que Ernst participó como guionista, protagonista y destinatario.

Max Ernst, La balada del soldado, 1972, ilustraciones XVIII, XX, XXII, XXXI, XXXIII y XXXVI, litografías, cada una de 38,5 x 28 cm, Colección privada

+ Eduard Trier, El nuevo estudio, Seillans, 26 de septiembre de 1970, Colección privada.

Las treinta y seis litografías de La ballade du soldat de 1972, producidas para ilustrar el poema concreto de Georges Ribemont-Dessaignes, se presentan aquí en una instalación inmersiva que incluye la secuencia de la película Histoires naturelles: Max Ernst (1972), dirigida por Gérard Patris, en la que el artista recita el poema y “camina” a lo largo de él: una actuación sobresaliente, llena de ironía y digna del “Teatro para el Aprendizaje” de Bertolt Brecht. Y el atractivo artístico de Max Ernst, en sus últimos años, contra la guerra.

Nota final: Una de las características más inusuales de la producción de Ernst es que él mismo creó todos los catálogos e invitaciones para sus exposiciones, comenzando en 1930. A partir de 1950, hubo un aumento exponencial en su producción gráfica, con más de 500 obras publicadas individualmente en aproximadamente 80 volúmenes, portafolios, mapas y revistas. Todas se exponen en Madrid.

Max Ernst en movimiento, por los comisarios Martina Mazzotta y Jürgen Pech

Esta exposición ofrece un acercamiento crítico a Max Ernst (1891–1976) y a su vida, vistos por primera vez a través de la lente del Séptimo Arte. En efecto, los medios cinematográfico y fílmico representan una vía paralela y siempre presente en la amplia trayectoria del artista, que conectó a numerosos individuos y grupos artísticos y ofreció puntos de vista originales sobre siete décadas del siglo XX.

Ernst fue un pintor, escultor, dibujante, artista gráfico, poeta y teórico del arte que disfrutaba sin cesar con la experimentación. En los últimos años, los comisarios han explorado obras maestras y trabajos menos conocidos de Ernst a través de exposiciones que revelaban perspectivas siempre nuevas, tanto históricas como teóricas. Han presentado al artista como un polímata independiente constantemente inspirado por los maestros antiguos y, en particular, por Leonardo da Vinci, pero también como un verdadero inventor y creador de tendencias en muchos sentidos, centrándonos específicamente en aquellos aspectos de su vida y su arte que son relevantes hoy en día.

Al poner su vida y su arte en movimiento, este proyecto nos ha permitido ampliar y refrescar la investigación sobre su vasta y polifacética producción. En primer lugar, la obra de Ernst ha inspirado masivamente el cine surrealista así como a directores de cine de años posteriores y hasta la actualidad. Su práctica artística contribuyó a superar los medios tradicionales y bidimensionales –pintura y dibujo– que permanecían congelados en la inmovilidad, experimentando con nuevas técnicas que irían Beyond Painting, como reza el título de su escrito teórico de 1936 (aunque, como sabemos, consiguió seguir siendo un auténtico pintor hasta el final de sus días). En segundo lugar, la vida caleidoscópica e inconfundible de los dadaístas, surrealistas, románticos, parafísicos y humanistas inspirados en gran medida en el Renacimiento se ha convertido en objeto de numerosas películas y documentales. Representan un complemento único e insustituible para la investigación de los historiadores del arte, y también una fuente de continua maravilla para los curiosos amantes del arte.

El arte se convirtió para Ernst en la puesta en escena de la ficción: utilizó decorados teatrales, escenografías e incluso tarimas de madera para crear sus obras. Al tiempo que producía realidades maravillosas y transformaba lo banal en poético, comunicaba su compromiso con un tema fundamental: la relación entre la imagen real y la percepción del observador. El artista se distanciaba deliberadamente al presentar motivos y elementos del mundo empleando dispositivos escénicos, imágenes representativas, introduciendo estratagemas que recordaban la ironía romántica de finales del siglo XVIII e incluso figuras de alter ego, como su famoso Loplop.

Al mismo tiempo, fue un hombre apuesto con un aura impactante, al que no le importaba posar para fotografías; y como actor, protagonizó importantes películas y documentales. También fue un respetado miembro de jurados cinematográficos, ¡y hasta un original diseñador de galardones para premios de cine!

La vida y obra de Max Ernst siguen manteniendo un poderoso efecto: forman parte de la historia, pero su existencia peripatética y su enfoque interdisciplinario y colaborativo tienen mucho en común con los artistas “nómadas” contemporáneos. Así, el pasado se expande para abarcar lo universal: conocimiento y cultura, espacio y tiempo se entrelazan en un elevado juego filosófico. Y cuanto más el artista envejecía, más se intensificaba su compromiso con el cine a muchos niveles.

Celebración Surrealista en el Círculo de Bellas Artes

El Círculo de Bellas Artes dedica buena parte de su programación de diciembre a conmemorar el centenario del Manifiesto del Surrealismo, publicado por André Breton en 1924. Además de la exposición “Max Ernst: Surrealismo, Arte y Cine”, el Círculo mostrará a partir del 19 de diciembre, de manera integral y por primera vez en España, los telones originales del ballet Bacchanale, diseñados y pintados por Salvador Dalí. La compañía del Ballet Russe de Montecarlo estrenó esta obra en 1939, en el Metropolitan Opera House de Nueva York.

Enmarcada en esta exposición, del 22 de diciembre al 6 de enero, Jaime Vallaure dirigirá un ballet performativo que contextualiza la creación de Bacchanale, reinterpretando algunas de sus partes más significativas. A través de una interpretación visual y sensorial, la danza se adentrará en el universo surrealista de Dalí, fusionando el arte del movimiento con su innovadora visión artística, gracias a una coreografía firmada por Tania Arias. La propuesta busca capturar la esencia de su obra, envolviendo al público en una experiencia inmersiva que estará profundamente impregnada por el genio creativo de Salvador Dalí.

Destaca también la programación de Navidades Surrealistas, del 21 al 29 de diciembre. La Sala de Columnas se convertirá esos días en el centro de una serie de propuestas para toda la familia en las que no faltarán la fantasía, la imaginación, la música, los juegos y el aprendizaje. Siguiendo el ejemplo del Refugio Climático del pasado verano, se ha diseñado un lugar pensado para todos, alejado del consumo que envuelve estas fechas; una enorme plaza en la que disfrutar de un gran número de actividades gratuitas.

Acerca de Sold Out

Con tres décadas de experiencia en el ámbito de la cultura y el entretenimiento, Sold Out se ha consolidado como una de las empresas más destacadas en España, siendo responsable de algunos de los espectáculos y exposiciones de mayor renombre que han llegado a nuestro país. En el campo expositivo, Sold Out es pionera en la organización de muestras internacionales en territorio nacional. En los últimos años, ha presentado más de 20 exposiciones sobre temas y marcas icónicas de la cultura popular, algunas de las cuales han de las más importantes que se han presentado en España, como Harry Potter: The Exhibition, David Bowie Is, Björk Digital, Banksy: The Street is a Canvas, Tutankhamon: La Tumba y Sus Tesoros, Jurassic World: The Exhibition, Pink Floyd Exhibition, Juego de Tronos: La Exposición Oficial, Steve McCurry. Icons, Stanley Kubrick: The Exhibition o Hergé. The Exhibition, Marvel: Universe of Super Heroes, entre otras. Más información en soldout.es

Acerca del Círculo de Bellas Artes

El Círculo de Bellas Artes (CBA) es una entidad cultural privada sin ánimo de lucro con sede en la madrileña calle Alcalá, en España. Fundada en 1880, desde 1921 está declarada “Centro de Protección de las Bellas Artes y de Utilidad Pública”. Es un centro multidisciplinar, ya que en él se desarrollan actividades que abarcan desde las artes plásticas hasta la literatura pasando por la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas. Desde su creación ha desarrollado una importante labor de alcance internacional en el campo de la creación, la difusión y la gestión cultural, siendo uno de los centros culturales privados más importantes de Europa. Más información en circulobellasartes.com

Acerca de Madeinart

MADEINART es una compañía con sedes en Roma y Milán cuya actividad principal es la producción y difusión de arte y cultura a través de diversos canales: exposiciones de arte, películas documentales, programas educativos y eventos benéficos. Las producciones de MADEINART son el resultado de un proceso intenso y enérgico seguido en todas las etapas, desde la creación del concepto hasta la realización final. MADEINART es el fruto de la unión de múltiples profesionales con una valiosa experiencia en diversos campos: gestión, historia del arte, trabajo curatorial, cine, arquitectura y la búsqueda de talentos artísticos a nivel internacional. Desde su fundación, la compañía ha contado con excelentes colaboraciones que le permiten ser una estructura flexible. Gracias a una rica y creciente red de relaciones con prestigiosas instituciones internacionales, fundaciones, museos, colecciones privadas y públicas y galerías de arte, MADEINART puede producir todo tipo de proyectos culturales. MADEINART ha creado un vínculo sólido y duradero entre el arte y la moda, promoviendo la colaboración entre artistas famosos y marcas de moda, a través de la creación de «objetos de arte» en ediciones limitadas. Más información en madeinart.it

José Belló Aliaga

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