El barrio de El Calvario de Almodóvar del Campo ha completado esta mañana sus muy tradicionales celebraciones en honor a su patrona, santa Bárbara, organizadas al alimón por la Hermandad que lleva su nombre, vecindario y Ayuntamiento.
Fiestas populosas que este año, marcando por otro lado el inicio del ciclo de candelarias de la localidad, tuvieron en el prendido de la luminaria un particular momento, con el nacimiento del ‘cortejo de encendido’ para rememorar cómo antaño lo hacían los mineros.
Álvaro Tello, de la Hermandad de Santa Bárbara, explicaba que hace muchos años, cuando había trabajadores de las minas en activo, eran ellos quienes con sus carburas hacían el encendido de la leña que, por entonces, se apilaba en las inmediaciones de la ermita.
Símbolo de devoción que anoche revivieron con pequeñas antorchas representantes de todos los barrios que festejan a sus patrones, así como autoridades municipales como el alcalde José Lozano, siendo los ediles, junto a vecinos de San Sebastián, los primeros en encender la candelaria y, a continuación, el resto.
“Queríamos recrear ese instante de fe y esfuerzo que vivieron los primeros mineros, quienes celebraban a santa Bárbara incluso antes de tener la imagen que veneramos hoy”, apuntaba Tello, para quien fuego y luz simbolizan “esperanza en tiempos difíciles».
El cortejo portando antorchas que evocaban las luces de las lámparas de los mineros, partió al término de la última misa del triduo en honor a santa Bárbara, oficiadas como la función de este mediodía, por el sacerdote fray Javier de María, natural del barrio.
Además, la noche de ayer estuvo amenizada por la actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Rescatado, disfrutando en una velada que incluyó limonada, aperitivos y un espectacular castillo de fuegos artificiales que iluminó el cielo invernal del barrio de El Calvario.
El alcalde, José Lozano, subrayaba precisamente el carácter humilde y trabajador de los vecinos del barrio y refería que sus gentes “han sabido mantener vivas sus tradiciones y cuidar su patrimonio, por lo que esta festividad es mucho más que una tradición religiosa; es respeto a nuestras raíces y orgullo por lo que somos”.
El primer edil también valoró el empeño que vecinos y Hermandad dedican cada año a la ermita de Santa Bárbara, un pequeño templo cargado de historia y a cuya preservación el Ayuntamiento también viene contribuyendo.
Este año, el Consistorio ha reforzado su apoyo a este tipo de celebraciones tan populares y queridas en la localidad, principalmente a través de recursos económicos, pero también con la logística y actividades paralelas que van enriqueciendo las fiestas de barrio.
Pero la edil de Tradiciones, Lidia Paz, valora ante todo “la implicación de las asociaciones, hermandades y vecinos, porque realmente hacen posible que Almodóvar del Campo festeje desde ahora, acabando el otoño y hasta casi primavera a sus distintos patrones”.
Las de santa Bárbara en El Calvario tienen más de un siglo de historia, aunque como una entidad formal, su Hermandad se constituyó hace 70 años de la mano de los mineros del municipio que partían de la población almodovareña hacia las explotaciones de Puertollano, donde trabajaban, por el camino que nace junto a la ermita.
De ella, hacia la una de la tarde, ha salido en procesión la imagen de la patrona del barrio y de los mineros, portada por vecinos y acompañada por mucho otros, fieles, integrantes de la Hermandad, fray Javier de María y el tamborilero que anunciaba el paso procesional.