Un grupo de antiguos habitantes de la barriada de Asdrúbal se han puesto manos a la obra para limpiar y adecentar la Iglesia del Santo Cristo de las Minas y sus inmediaciones con la ilusión de mantener la tradición minera de este lugar agasajando un año más a Santa Bárbara, patrona de los mineros. Fotos de Francisco Delgado.
La minería hunde sus raíces en la que fue, junto a la del Rio Ojailén, la morada por excelencia de muchos mineros y de familias relacionadas de una u otra manera con la minería desde los mismos inicios de la explotación del carbón en Puertollano.
1 de diciembre, 10:30 horas, misa y procesión
Por ese motivo aún hoy pervive entre sus antiguos habitantes una idiosincrasia minera que les empuja a mantener viva la tradición de celebrar el próximo domingo, 1 de diciembre, a las 10:30 de la mañana, una misa en honor a Santa Bárbara seguida de una procesión en torno a la iglesia de esta barriada. Un edificio que aún se mantiene en pie, desafiando a la piqueta como prácticamente el testigo más antiguo y el único vestigio superviviente de un esplendoroso pasado minero gracias al esfuerzo y la ilusión de este grupo de hombres y mujeres, antiguos moradores de esta barriada, que aún recuerdan esos tiempos. De hecho, su principal objetivo, según nos comentan, es el de “defender, conservar y ensalzar el espíritu de la minería de Puertollano, siendo efigie fundamental la parroquia de la barriada Santo Cristo de las Minas”. Uno de ellosnos comenta: “¡Qué decir de nuestro pasado minero de Puertollano! Mucho se ha escrito, hablado y luchado por mantener nuestra idiosincrasia minera. Los tiempos cambian y las personas se adaptan a un futuro próximo y distinto, pero no mejor me consta, y la fuerza, constancia, lucha de un grupo de antiguos habitantes de esta barriada de Asdrúbal y su aportación económica, cómo no decirlo, sigue manteniendo esa figura del negro «carbón», en una efigie básica que es la iglesia de Santo Cristo de las Minas’. Aún hoy, afortunadamente, sigue emergiendo su figura en el paisaje discreto de la barriada donde tantas familias mineras vivieron y trabajaron con el único fin de sacar adelante a los suyos. En honor a sus recuerdos y por mantener su idea de lucha y de vida, los antiguos habitantes de ésta pequeña aldea, pero enorme en cuanto a sus vivencias, queremos mantener ésta figura para siempre y el orgullo de que nuestros antepasados hayan sido mineros.”