El día 19 de septiembre de 1937 tienen lugar diversos actos de honores a las BB II en Albacete. Se celebra un desfile militar, que llena “de claridad y músicas marciales” la mañana del domingo, según se escribe en Defensor de Albacete (20-9-1937), que describe bien la jornada. Se hace entrega de la bandera, adquirida por suscripción popular, ofrecida por el Frente Popular a las BB II: “Ayer regaló Albacete una bandera –bella y simbólica– a unos hermanos que hablan otras leguas, pero que entienden y comprenden la lucha, española porque sobre nuestro suelo histórico se desarrolla”.
Además, se descubre un obelisco erigido en honor de las víctimas del fascismo. El grupo de Intendencia de Albacete ofrece a la ciudad el monumento levantado. Marino Regidor Pradell, empleado de Electra Albacetense y primer teniente de alcalde, se hace cargo del monumento en nombre del Ayuntamiento y se refiere a las causadas por el bombardeo de la aviación facciosa, “que se ensañó de una manera cobarde sobre Albacete, con intensidad que, dice, está en relación con la que nos ha deparado defender la causa de la libertad”.
Un mes después, el domingo 17 de octubre, se desarrolla el homenaje a las BB II en Albacete, con una serie de actos militares, culturales y lúdicos, para conmemorar el aniversario de la constitución de las Brigadas. Hay un desfile militar, con la asistencia de numeroso público; se depositan coronas y ramos de flores en el monumento a las víctimas del fascismo y se guarda un minuto de silencio por ellas; se celebra un acto en el Parque de Artillería, organizado por la sección internacional del mismo. También el diario Defensor de Albacete (18-10-1937) proporciona buena cuenta de los actos.
A las dos de la tarde se celebra en la Casa del Pueblo el banquete oficial, presidido por el subsecretario del Ejército de Tierra, con la presencia de comandante militar, gobernador civil, alcalde y otras autoridades. En los postres hacen uso de la palabra el teniente coronel jefe de la base de las Brigadas, el búlgaro Karlo Lukanov, “Belov”; el subsecretario del Ejército de Tierra, Antonio Fernández-Bolaños Mora; el subsecretario general de guerra, Felipe Pretel Iglesias; el gobernador militar, Julio Mangada Rosenörn; y la diputada comunista Dolores Ibárruri Gómez, conocida como “Pasionaria”.
Por la tarde, hay un mitin en la plaza de toros de Albacete, tras el desfile de unas secciones de las BB II. Merece la pena recordar también a los oradores: Pérez Victoria, secretario general del Frente Popular de Madrid; Maurice Lampe, comisario de las BB II; Virginio Sánchez Navarro, en representación del Frente Popular de la provincia de Albacete; y José María Jover, representante de Alianza Juvenil Antofascista.
Unos meses después, las BB II salen de Albacete. El presidente Juan Negrín López traslada el Gobierno a Barcelona (octubre de 1937) y en abril de 1938 lo reorganiza. Ostenta también el ministerio de Defensa y una de las primeras medidas que adopta es el cambio de las BB II a la zona de Barcelona, con un traslado que se hace con significativa rapidez. Tanto Defensor de Albacete como El Diario de Albacete dan noticia de la salida en primera página, cosa que no sucede, por ejemplo, en el ABC madrileño o en La Vanguardia barcelonesa. Solo encuentro en esos días una referencia a los heridos de las BB II hospitalizados en el centro sanitario de Murcia (La Vanguardia, 9-4-1938, p. 3) y otra a la celebración por parte de las BB II del aniversario de la República española (“Las Brigadas Internacionales”, La Vanguardia, 15-4-1938, p. 3).
El diario de Izquierda Republicana Defensor de Albacete anuncia el 9 de abril que se traslada la base a la zona del Ejército del Este y reproduce un comunicado de las Brigadas al Frente Popular de Albacete y otro del Frente a las Brigadas. Termina la noticia así: “¡Camaradas internacionales! Al ausentaros materialmente de nosotros porque el interés de la guerra lo exige, continuáis unidos a nosotros por el recuerdo y el cariño. Sois nuestros como de vosotros somos ¡Camaradas internacionales, salud!” (“Las Brigadas Internacionales”, Defensor de Albacete, 9-4-1938, p. 1). El Diario de Albacete, órgano del Partido Comunista, encabeza la noticia el día 10 con el siguiente titular: “Los voluntarios internacionales han marchado de Albacete”. Reproduce asimismo los comunicados citados y finaliza de esta manera: “Albacete, que hasta ahora ha sido la base de las Brigadas Internacionales, ha podido comprobar cuanto debe nuestra causa a esos camaradas generosos, venidos de todas las partes del mundo. EL DIARIO DE ALBACETE, al despedirlos, les testimonia nuevamente su admiración y agradecimiento, y al hacerlo estamos seguros de interpretar el sentimiento de todos los antifascistas albacetenses. ¡Salud camaradas!” (“Los voluntarios internacionales han marchado de Albacete”, El Diario de Albacete, 10-4-1938, p. 1.).
Alejo Carpentier describe también aquella apresurada marcha en su novela La consagración de la Primavera (México, 1991): “Pero, donde sentí que la derrota era irremediable, que la guerra estaba perdida, fue cuando vi que André Marty iniciaba el traslado del cuartel general de las Brigadas a Barcelona, en un enorme desbarajuste de camiones cargados hasta lo posible entre las hogueras en que, presurosamente, se incineraban archivos, ficheros, correspondencia y documentos. Aquella noche, de repente, aparecieron botellas de coñac en todas partes, y, lo que era más alarmante para quienes sabían descifrar ciertos signos, se hizo fácil conseguir cigarrillos ‘Gauloises Bleues’, ‘Macedonias’ italianas, ‘Gitanes’ y ‘Bisontes’ rubios de otros tiempos, y, para colmo, muchos pudieron echarse cajetillas de ‘Camel’, ‘Lucky-Strike’, y hasta ‘Pall-Mall’, en las mochilas”.