El presidente García-Page sostiene que el acuerdo de financiación autonómica “será de todos y entre todos, o no será”

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado hoy que el reparto de la financiación autonómica en España “será de todos y entre todos, o no será”. El jefe del Ejecutivo castellanomanchego hacía estas declaraciones en el trascurso de su intervención en el primer Debate del Estado de la Región de la actual Legislatura, que ha comenzado hoy y se celebra durante dos días en el Parlamento autonómico.

En la misma línea, ha reiterado que “se acabó el populismo y se acabó la política de hechos consumados. El acuerdo de financiación que hay en España, o es de todos y entre todos, o no lo habrá. Tan sencillo como eso, no lo habrá”. García-Page se ha mostrado contundente a este respecto reconociendo a su vez que “sé que es duro, sé que va a ser difícil y que seguramente me tocará aguantar muchos ataques, pero es para lo que me he metido en política y para lo que defiendo la camiseta de la región”.

En opinión del mandatario castellanomanchego, “nunca la unidad de España ha estado tan vinculada a la igualdad”. Así, ha confesado que “yo estoy en política para combatir cualquier tipo de privilegios”. En este contexto, ha lamentado “que se rompa la igualdad, que lo hagan tomándonos el pelo, esto riza todos los rizos” y ha reiterado que “la garantía de que se mantenga la igualdad en España es la unidad, por la razón de que son los mismos los que quieren romper la unidad de España, y hacer uso del egoísmo de ser más y tener más que los demás”.

García-Page ha considerado en este sentido que el principal aspecto para considerar que un país es soberano es repartir la riqueza que genera, porque “la riqueza nacional es de todos”, ha argumentado, incidiendo en que los impuestos los pagan los ciudadanos y las empresas, “no los territorios”. También ha recordado, en este contexto, que el Estado español lleva diez años sin revisar los pormenores de la financiación autonómica, un tiempo en el que sus ingresos han crecido el doble.

“Mal que me pese, y aunque me llamen de todo los independentistas y que me sigan insultando, desde mi última visita a La Moncloa, y desde las últimas declaraciones que hice antes del verano, todavía no he encontrado un solo argumento en contra, insultos todos, pero un argumento de razón, y más aún, un argumento desde la izquierda, eso no lo he encontrado”, ha considerado.

La necesidad de un fondo de transición

Además, Emiliano García-Page ha indicado que Castilla-La Mancha conforma junto a Andalucía, Murcia y Valencia, el grupo de las cuatro regiones más infrafinanciadas del país, por lo que, desde esta comunidad autónoma, “vamos a exigir un fondo de transición”. El presidente ha afirmado que se va a instar al Gobierno de España a poner en marcha un proyecto de armonización fiscal. “No somos 17 mercados ni 17 regímenes fiscales”, ha dicho y ha pedido apoyo de los distintos partidos políticos, “porque esto es unidad de España, evitar la competencia entre comunidades autónomas y evitar el populismo y la demagogia fiscal, actuando con sentido común”.

García-Page ha avanzado que, en los próximos meses, en la Conferencia de Presidentes, se quiere hacer llegar al Gobierno como documento de trabajo.  Y “si no se avanza en ello, queremos convertirlo en un proyecto de iniciativa legislativa que obligue a debatirse en el Congreso”, ha matizado.

A este respecto García-Page ha planteado que si lo que han dicho sobre financiación autonómica los independentistas catalanes lo hubiera dicho la Comunidad de Madrid, “toda la izquierda de España y los miembros del Gobierno habrían salido diciendo que eso rompe la igualdad de España; pues eso es lo que digo yo, lo haga quien lo haga y lo publique quien lo publique”, ha zanjado.

El presidente de Castilla-La Mancha ha insistido en que “yo no estoy hablando de que las reducciones fiscales que hagan algunas comunidades vecinas vayan en detrimento de la financiación del resto de las autonomías; porque es en detrimento de la suya propia, por lo tanto, no se lo quitan a los demás; pero sí compiten a la hora de la captación de los domicilios fiscales, de manera que, al menos en esas zonas, tendría que haber como cinco veces más inspectores fiscales”. A este respecto, ha propuesto al Gobierno de España que, allí donde las empresas vayan para pagar menos impuestos, “se multiplique por tres los inspectores fiscales en vez de cebarse en aquellos que se quedan a cumplir con su tierra la deuda fiscal”.

Agua y desaladoras

El agua ha sido otro de los asuntos protagonistas en la primera intervención del presidente castellanomanchego en la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Región de esta Legislatura. Así, ha explicado que en la actualidad hay recursos nuevos que se utilizan en medio mundo y que, con el tiempo, se van a utilizar mucho más, en referencia al proceso de la desalación.

“En España hay potencia de desalación instalada como para el consumo de 34 millones de habitantes”, ha dicho, invitando a su vez a que “calculen ustedes la cantidad de desalación que no se hace, que no se aprovecha y que, por supuesto, prefiere agua mucho más barata, pero a expensas de contaminar todo un río, de colapsarlo y de restar las posibilidades de crecimiento a una región como Castilla-La Mancha, es francamente inaudito”.

La Comunidad de Castilla-La Mancha, que cuenta con siete cuencas, dos de ellas las del Tajo y el Guadiana, además del Júcar, ha sufrido a lo largo de su historia el trasvase del equivalente a 25 veces el Mar Menor al Segura. Así lo ha explicado el jefe del Ejecutivo regional, que también ha reconocido a este respecto que el Gobierno autonómico “ha ganado todas las sentencias” y “ha conseguido reducir 83 hectómetros cúbicosde agua trasvasada al año”.

“Hemos recuperado el caudal ecológico del Tajo y hemos avanzado en el abastecimiento de agua a más de 350.000 habitantes de las inmediaciones a la tubería de la Llanura manchega”, ha afirmado el presidente en su intervención.

Diálogo y escucha

“Se puede decir con tranquilidad que se respira de forma muy excepcional un ambiente distinto, de estabilidad, de certidumbre, un ambiente propiciado por la capacidad de escuchar, por la capacidad de dialogar, por la capacidad de pactar. Se respira un ambiente de buenas formas, de buenas prácticas en el ámbito de la política”, ha apuntado en el inicio de sus palabras desde la tribuna parlamentaria.

“Aquí, además, se puede decir con bastante tranquilidad que desterramos el sectarismo y el frentismo, de hecho, se firman permanentemente acuerdos con agentes sociales, con organizaciones de todo tipo y también con administraciones gobernadas por el Partido Popular o formaciones independientes”, ha significado.

“El norte de este Gobierno es intentar ser coherente. A veces mantener la coherencia significa también recibir muchos pescozones. Y mantener la palabra contra viento y marea, a veces significa llevar la contraria a los cambios de tendencia o los cambios de viento o de opinión permanentes que se producen”, ha considerado, si bien “con humildad me parece que es obligado en la actitud normal de un político y mucho más en la España que vivimos”, ha añadido.

Además, García-Page ha presumido de honestidad “desde la época casi fundadora de la región con el presidente Bono”. “Desde luego que lo intentamos y no porque no haya gente que busque, seguramente, cómo ensuciar la política, de eso también hay en esta tierra, incluso a veces desde instancias oficiales que tendrán que aclararse y dilucidarse”, ha apostillado.

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