Más de un centenar de profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha se han dado cita esta semana en las II Jornadas de las Unidades de Continuidad Asistencial Atención Primaria-Medicina Interna (UCAPI), que se han celebrado en Talavera de la Reina con el objetivo de compartir los avances en la atención al paciente crónico complejo para facilitar una atención integral.
Un objetivo que ha enfatizado la directora general de Cuidados y Calidad del SESCAM, Monserrat Hernández Luengo, durante la inauguración de esta segunda edición de unas jornadas en las que se ha realizado un reconocimiento al doctor Nacho Hermida Lazcano, responsable de la UCAPI de Albacete, fallecido hace unos meses, cuya trayectoria profesional destacó por su compromiso en la continuidad asistencial del paciente, implantando este modelo de atención con gran éxito.
Acompañada por el director gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora del Prado, José María Ruiz de Oña, la directora general ha asegurado que el envejecimiento poblacional y el aumento de la esperanza de vida constituyen uno de los mayores logros alcanzados como sociedad, “pero a la vez, lleva asociado un aumento de la cronicidad y de la demanda asistencial, lo que supone un reto para los sistemas sanitarios que tenemos que abordar con garantías para la ciudadanía y la sostenibilidad del sistema”.
Castilla-La Mancha, con más de dos millones de habitantes, cuenta con un 3,7 por ciento de población mayor de 85 años, donde más del 25 por ciento son pacientes crónicos que suman el 83 por ciento de las consultas en Atención Primaria.
“Como sociedad no solo debemos aumentar la esperanza de vida de la población, debemos fomentar mantener la capacidad funcional limitando la aparición de discapacidad y dependencia, actuando en los factores que son modificables y, por tanto, sujetos a intervención, y así conseguir un envejecimiento activo y saludable, garantizando que los años ganados se vivan con buena salud, un objetivo totalmente alineado con el Envejecimiento Activo recogido en el marco político y de acción propuesto por la Organización Mundial de la Salud”, ha explicado la directora general.
Hernández ha defendido el compromiso político y social del Gobierno regional, de la Consejería de Sanidad y el SESCAM, con la reorientación de los recursos hacia la prevención y la atención de los determinantes que influyen en la salud como estrategias fundamentales para reducir y retrasar la aparición de enfermedades crónicas.
“Nuestro Plan de Salud Horizonte 2025, apuesta por un enfoque que supere el basado únicamente en la asistencia sanitaria, lo que nos dirige a una apuesta clara por un cambio de modelo que prime la calidad, la seguridad y cuidados de las personas, que se tiene que ver traducido en una apuesta firme por la salud comunitaria y la prevención, y en esto debemos participar todos, sanitarios y sociedad, y potenciar políticas sanitarias que primen este cambio de modelo”, ha enfatizado.
Abordaje integral
Durante la inauguración, la directora general ha explicado que dentro del Plan de Salud se ha desarrollado el Plan de abordaje integral de la cronicidad y prevención de la fragilidad de Castilla-La Mancha que, entre otras acciones, propone prevenir y retrasar la aparición de enfermedades crónicas, disminuir la aparición de complicaciones asociadas a patologías crónicas, mejorar la calidad de vida de la persona y su entorno, disminuir las frecuentaciones innecesarias de los recursos asistenciales, difundir las mejores prácticas en el manejo de la enfermedad y favorecer el envejecimiento saludable de la población, además de prevenir y minimizar el riesgo asociado a la fragilidad como limitación funcional en la población mayor de 70 años.
Esta situación hace que tanto pacientes crónicos como frágiles se sitúen como una prioridad para la Consejería de Sanidad y el SESCAM y para su asistencia es primordial la comunicación entre Atención Primaria y Hospitalaria.
Estrechar esa comunicación fue el objetivo con el que se crearon las UCAPI,s, presentando un modelo de atención centrado en la persona y su entorno, que ofrece una continuidad asistencial y evita ingresos reiterados en el hospital o visitas innecesarias a los servicios de urgencias que puedan ocasionar daños a estos pacientes más vulnerables.
Estas unidades están diseñadas como una unidad multidisciplinar donde trabajan de forma conjunta, coordinada e integrada profesionales de medicina y enfermería tanto de Atención Primaria como de Medicina Interna, y cuenta con el apoyo de Trabajo Social, Farmacia, Laboratorio y otros servicios.
Castilla-La Mancha cuenta, en la actualidad, con unidades en las gerencias de Albacete, Guadalajara, Cuenca, Puertollano, Hellín, Ciudad Real, Valdepeñas, Talavera de la Reina, Alcázar de San Juan, Manzanares, Almansa, Tomelloso y Toledo.