«El Bebé» era un refugio para las mujeres de Puertollano (para los hombres también, pasadas las décadas) que echaban allí su parrafito entre el olor a colonia y algodón limpio. Federico y Amalia regentaban el lugar con el tacto y el garbo de los tenderos de la vieja escuela, y la tienda hacía así parroquia y amigos reunidos frente a los pequeños maniquíes.
La visita a El Bebé ha estado siempre asociada a los momentos más felices de la vida: la compra de una cuna, la colonia para el chiquitajo, el traje de comunión de la niña, la chaquetita para la boda de los tíos… y eso lo sabe bien Pilar Monroy, que tras al cierre de esta histórica tienda infantil, situada en la popular Plaza de Villarreal de Puertollano, ha dado las gracias a la ciudad por tantas décadas de cariño.
«El 30 de septiembre con mucha tristeza cerré definitivamente la tienda que ha sido mi segunda casa, no solo por los años que he trabajado en ella sino porque he crecido allí», relata Pilar en las redes sociales. «El Bebé fue el sueño de mi padre, un sueño que comenzó el 4 de diciembre de 1957 y que ha perdurado por casi 70 años; con mucho esfuerzo e ilusión mi padre sacó su Bebé adelante», señala.
«Quiero agradecer en nombre de mis padres, que ya no están con nosotros, de mis hermanas y de todas y cada una de las personas que a lo largo de tantos años hemos trabajado allí, la confianza que Puertollano nos dio desde el primer día; sin vosotros El Bebé no habría sido posible. Espero que en la memoria de muchos de vosotros permanezca para siempre un bonito recuerdo sobre este Bebé que hoy dice adiós para siempre», concluye.