Julián García Gallego.- Tengo la sensación de que los aplausos no fueron suficientes y que aún debería estar aplaudiendo, puesto en pie, para reconocer la gran representación que nos brindaron ARTIS-QUETAS. Y lo digo de todo corazón porque la noche de ayer, día 4 de octubre de 2024, merece una mención especial y no puede pasar de puntillas en el panorama teatral. Puede sonar pretencioso o que puedo estar influido por el hecho de que sobre el escenario del Teatro-Cine Paz de Miguelturra estuvieran actores a los que les tengo especial cariño, pero nada más alejado de la realidad; y quien piense eso está equivocado. Para borrar esas sombras de duda, lo ideal es que, en la primera ocasión que tengáis, asistáis a la puesta en escena de “DOS DÉCADAS DESPUÉS” y descubráis que no pongo acentos sobre cosas que no son reales.
Cuando a las 8 en punto el telón rojo aún permanecía cerrado y miré atrás desde mi asiento, el panorama ya tenía ese poso de que la agrupación teatral “ARTE SIN ETIQUETAS” se la jugaba; un patio de butacas repleto no es fácil de conseguir y menos aún estar al nivel suficiente como para que ese público se fuera recompensado después de la obra. Ya sabía de antemano que habían triunfado unos años atrás con un guion parecido y que volvían con algunos retoques a mostrar de lo que eran capaces. Pero eso había que demostrarlo, y vaya si lo hicieron. Os aseguro que fue genial, divertida, diferente por momentos y llena de la frescura de quienes no son profesionales en estas lides, pero que nos hicieron sentir que se sentían maravillosamente bien bajo los focos y micrófonos que recogían los chispeantes diálogos.
No voy a deslizar ni una coma para explicar qué parte me llamó más la atención, porque todos los personajes aportan la personalidad suficiente como para disfrutarlos por separado y juntos son los que dan vida a este encuentro entre amigas DOS DÉCADAS DESPUÉS.
Entre el instituto y veinte años en el horizonte del futuro pueden suceder muchas cosas, tantas como para montar una obra teatral. El reencuentro, ese que llega por sorpresa, hace que el salón de la casa de una de las protagonistas, Marta, una niña de papá, sea la excusa perfecta para desliar la madeja de tantos años de vidas por caminos diferentes. La amistad que las unió en el pasado no ha cambiado; sólo lo han hecho los ropajes que se han puesto por el camino. Y, en esta genial idea teatral, veremos la magia que envuelve los lazos que las unieron entonces.
La diversidad en el elenco de actores y el papel que defienden de manera tan sencilla y pura son el motivo para que Esther Lozano (Marta), Chema Yébenes (Novio de Marta), Maribel Muñoz (Madre de Marta), Prado Tercero (Charo), Loren Barahona (Dionisia), MariSol Esre (Sara), Adela Barahona (Gloria), Paco Alberola (Chichi LOVE) hayan triunfado y logrado el merecido aplauso cerrado con el que les hemos despedido. Una despedida fugaz, porque no se nos borrarán tan fácilmente de la memoria; esos personajes han llegado, al menos en mi caso, para quedarse sellados con una carcajada y una sonrisa de complicidad.
Podría desmigar alguna de las tramas que me dejaron un gesto de alegría y felicidad tallado en la cara, pero sería dar demasiadas pistas sobre los entresijos de una función que hay que saborear acomodado frente al escenario. Por lo cual, no dudéis cuando veáis que el cartel de “DOS DÉCADAS DESPUÉS” luce anunciando la siguiente fecha en vuestra ciudad. ¡No os arrepentiréis! ¡Son un grupo especial y lleno de pasión por lo que hacen!
Desde aquí, un abrazo enorme a todos los miembros de ARTIS-QUETAS, arte sin etiquetas, por hacerme, y lo hago extensivo, hacernos pasar una tarde de viernes tan divertida. ¡ENHORABUENA!
NOTA: Toda la obra, desde su desarrollo hasta la promoción y todo lo que la rodea, está dirigida bajo la batuta de Artis-Quetas, quienes han sabido coordinar cada detalle con precisión y cuidado. Este último detalle, un gran detalle, hay que valorarlo, porque no es fácil dar vida a un mundo así de la nada.