Cerca de 200 delegados y delegadas han asistido hoy en Guadalajara a la jornada “Las primeras de UGT”, organizada por la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Castilla-La Mancha para abordar la igualdad entre hombres y mujeres, la problemática que en algunos casos están suponiendo los planes de igualdad en las empresas o la LGTBIfobia en los centros de trabajo. La jornada nace este año con el propósito de continuar en el tiempo y de ser también el pistoletazo de salida de los premios que, bajo el mismo nombre, se entregarán esta tarde para reconocer el esfuerzo y la labor en pro de la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y de la igualdad.
Durante este foro –que ha contado con la presencia de la consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Sara Simón; del presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega; del responsable confederal del área LGTBI de UGT, Toño Abad; de la secretaria de Formación, Igualdad y Asuntos Sociales de FeSMC UGT, Carme Coronado; del vicesecretario general de FeSMC UGT, Pedro Aller; y de la secretaria general de FeSMC UGT CLM, Ana González, entre otros-, la vicesecretaria general de UGT y responsable del área de Igualdad a nivel confederal, Cristina Antoñanzas, apuntaba que, si bien España es un país pionero en leyes sobre igualdad, en la sociedad esta igualdad aún no es real. “Creemos que es importante seguir hablando de estos temas porque si no somos iguales en el trabajo, nunca seremos iguales fuera de él”.
Para la responsable confederal ejemplos claros de que aún queda por hacer es que las mujeres son las que ocupan muchos de los trabajos precarios o que el 97% del desempleo registrado en el mes de septiembre tuvo rostro femenino. Cristina Antoñanzas también se refería a la brecha salarial entre hombres y mujeres, que se encuentra en el 18%, o a que el 75% de la contratación parcial sigue siendo ocupada por mujeres, “lo cual incide directamente en esa brecha”.
“Debemos trabajar en que los planes de igualdad se cumplan”. Afirmaba que el 40% de las empresas de Castilla-La Mancha incumple su obligación de tener un plan de igualdad. “Hay que eliminar el estereotipo que existe de que el plan de igualdad es solo para las mujeres ya que mejora la calidad de vida y las condiciones de todos: de los hombres y de las mujeres”.
“Las bajas flexibles son una medida difícil de encajar técnica y legislativamente”
Preguntada en la atención a medios en relación a la propuesta de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sobre la posibilidad de introducir bajas flexibles, la vicesecretaria general de UGT ha puesto de manifiesto que es una medida técnica y jurídicamente complicada de encajar “aunque valoraremos la propuesta cuando nos la presenten”. “Es algo muy ambiguo y difícil ya que una persona no puede estar de alta y de baja a la vez; además, debemos tener presente las presiones que sufren muchas veces los trabajadores y trabajadoras para incorporarse a su puesto, algo que desde el sindicato no podemos tolerar”.
Durante la jornada también ha tomado la palabra la secretaria confederal de UGT y presidenta de la comisión gestora de UGT Castilla-La Mancha, Patricia Ruiz, quien señalaba que la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales que reivindica el sindicato es una medida especialmente feminista ya que afectaría, sobre todo, a sectores feminizados.
Sobre la realidad de Castilla-La Mancha daba algunos datos: el 85% de los cuidados a menores o personas mayores los asume la mujer; el 20% del salario la mujer lo pierde en el primer año tras el nacimiento de su hijo; el paro femenino representa un 65% del total; y respecto al paro de larga duración las mujeres están 20 puntos por encima de los hombres. Estas desigualdades –añadía- también son extrapolables a ámbitos como los salarios o al poder adquisitivo de las mujeres para adquirir una vivienda o alquilar un inmueble.
Por otro lado, Patricia Ruiz ponía el acento en el incremento “inaceptable” que se están produciendo de las agresiones al colectivo LGTBI. “Urge poner en marcha el observatorio contra las agresiones a las personas LGTBI, máxime cuando el 40% de las personas dentro de este colectivo oculta su género en la empresa y el 10% reconoce haber sufrido algún tipo de agresión en el ámbito laboral. Aquí, todos y todas nos tenemos que sentir responsables”.
Recordaba por último que en las próximas semanas entrarán en vigor los protocolos LGTBI que deben introducir las empresas de más de 50 trabajadores.