Poesía y música envolvieron de emociones, sensaciones y sentimientos maravillosos el auditorio de Granátula de Calatrava con ‘Acordes con la palabra’

Hay ocasiones en las que por mucho que queramos utilizar las palabras para describir lo vivido nos resulta del todo imposible. El último sábado de agosto, en el auditorio de Granátula de Calatrava, durante la celebración del tercer recital de “Poesía en Granátula”, fue una de esas ocasiones en las que, aunque se vuelque el alma entera en intentar describir fielmente lo sucedido es imposible hacer comprender el nivel de sensibilidad y la caricia de los sentidos que supuso ese momento fugaz e irrepetible. Tan solo los que tuvieron la suerte de estar presentes lo pueden entender, al resto toca imaginar, pero por mucho que sea esa imaginación mucho me temo que nos quedaremos cortos.

La tarde presagiaba desastre, entre la amenaza de lluvia y la coincidencia de celebración del ‘Solemne Novenario en Honor de Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca’, en la Parroquia de Santa Ana. Por respeto a los fieles se decidió, con cierto tiempo, el cambio de ubicación tradicional del atrio de la iglesia, a las puertas de la Casa Consistorial, situada en la misma plaza. Pero la amenaza de tormenta aconsejaba, en el último momento, una nueva ubicación para la celebración del recital, en esta ocasión el Auditorio granatuleño.

Hay no termina todo y como no hay dos sin tres, el apartado musical se sintió gravemente comprometido cuando se recibe la noticia de que la cantante María de Toro, sufre un pequeño accidente doméstico que le impide desplazarse y a la propuesta musical del Ayuntamiento para la ocasión, el grupo musical de ‘Il Parnasso Musicale’, por diferentes vicisitudes, le faltarían varios de sus miembros, quedando la maravillosa violinista, María Huertas, en solitario.

Afortunadamente el elenco de poetas comprometidos para la ocasión estuvo en pleno y allí se encontraron, desde todos los rincones de la provincia: Alfredo Sánchez, Antonia Piqueras, Isabel Villalta, Juan Camacho, Juan José Guardia Polaino, Luis Díaz-Cacho Campillo, Marciano Sánchez, Teresa Sánchez Laguna y la rapsoda Begoña Mansilla, quien recitará poemas de Manuel Muñoz Moreno, todos ellos coordinados por el poeta solanero, Luis Díaz-Cacho Campillo, para quien la presentadora y concejala de Cultura, Yolanda de la Cruz Gómez, tuvo palabras de agradecimiento de elogio: “eres uno de los eslabones principales y fundamentales de estos proyectos que ponen en gran valor la cultura en los pequeños pueblos”.

Y así, desde el primer momento, desgranando versos y acordes, se hizo la magia. Y contra todo pronóstico la velada se desarrolló con gran belleza y armonía. Hasta el discurso institucional de la edil de Cultura, estuvo salpicado de poesía. Valga como ejemplo su agradecimiento a poetas y músicos participantes: “Gracias por tanta belleza. Gracias por tanta suerte. Gracias por ser la base tan necesaria de nuestra sociedad. Gracias por salvarnos de nuestro día a día. Por hacernos sentir pequeños y grandes a la vez. Por hablar de un todo y también por hablar de la nada. Por hablar del silencio y por hablar de la palabra, de la música. Por hablar de respeto, de la igualdad, de la solidaridad, de la necesidad de buscarnos y acercarnos entre seres. Por no olvidar que el corazón, más allá de ser un músculo, es una explosión de sentimientos y emociones. Gracias por olvidar la racionalidad. Y dictaros por ese bombeo incontrolable de la pasión hacia la poesía”.

Por su parte, el coordinador de los ‘Encuentros Oretania de Poetas’, Luis Díaz-Cacho, agradeció al ayuntamiento granatuleño, “por todos vuestros desvelos, por traer la poesía, por traer la palabra y la cultura a este hermoso municipio y por haber convertido a Granátula de Calatrava, en un municipio referente de la poesía en la provincia”. Díaz-Cacho aseguró que “Poesía en Granátula, en colaboración con el Ayuntamiento, se ha consolidado en el calendario anual del Grupo Oretania”.

El XVI Encuentro Oretania de Poetas, “Acordes con la palabra”, está dedicado a la música y para, Luis Díaz-Cacho, “la sutileza de la música nos ha acompañado en los buenos instantes y en los momentos más difíciles. Su carácter terapéutico y armonizador es capaz de levantar los ánimos más deteriorados o maltrechos, elevarnos a un lugar inalcanzable donde todos regocijo y avenencia, o aventar el corazón con las pasiones más profundas. Estoy convencido, además que lo estoy, de que, si todos escuchásemos música, al menos una canción, todas las mañanas al levantarnos, saldríamos a la vida con una actitud mucho más amable, mucho más agradable y mucho más conciliadora”.

María Huertas, al igual que cada uno de los y las poetas, en sus intervenciones, se crecieron y ofrecieron lo mejor de cada uno. Haciendo vibrar los corazones de los allí presentes, hicieron sentir emociones, sensaciones y sentimientos maravillosos. Uno de tantos momentos entrañables se produjo cuando Alfredo Sánchez, musicalizó el poema final del cuento infantil “Pinzón y Azulita”, de la poeta valdepeñera Teresa Sánchez Laguna. Y ya fuera del acto y en la complicidad del vino ofrecido gentilmente por el ayuntamiento a poetas y músicos, surgió de manera improvisada un perfecto broche de oro, con la complicidad de la granatuleña, María Huertas y el puertollanero, Marciano Sánchez, interpretando a violín María y recitando Marciano, “Los últimos murciélagos”.  Y con unas enormes ganas de más, quedaron todos emplazados a la siguiente edición de “Poesía en Granátula”.

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