Reabren la causa del trágico tiroteo de Argamasilla para investigar al policía nacional de Puertollano que se jugó la vida para salvar a heridos

La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha reabierto la causa del trágico tiroteo de Argamasilla de Calatrava acaecido en octubre de 2022 y que se saldó con la muerte del autor de los disparos, un agricultor y un agente de la Policía Local, al tiempo que resultaron heridos el padre del tirador, otro policía local y un guardia civil. En un auto de abril de 2024, los magistrados han acordado estimar el recurso de apelación de una de las partes y revocar el auto de 29 de septiembre de 2023 del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Puertollano que acordó el sobreseimiento provisional de la causa con el fin de investigar la actuación del policía nacional adscrito a la Comisaría de Puertollano que se jugó la vida para salvar a los heridos.

Según se relata en el auto de la Audiencia Provincial, el juzgado instructor acordó el sobreseimiento provisional de la causa a la luz de que el autor de los disparos falleció, por lo que su responsabilidad penal estaría extinguida, y no existen indicios que permitan acusar a ninguna otra persona por tales hechos.

No obstante, los recurrentes se opusieron a esta decisión por considerar que de las diligencias practicadas se infieren indicios de la posible comisión por parte del inspector jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Policía Nacional de Puertollano de un delito de desobediencia de funcionarios públicos y de un delito de homicidio imprudente.

El Ministerio Fiscal se ha opuesto a este recurso, acogiendo los argumentos expuestos por el auto impugnado.

Los magistrados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real amparan un recurso que funda la posible comisión de un delito de desobediencia por parte del inspector atendiendo esencialmente al atestado de la Guardia Civil que refleja en su diligencia de exposición de hechos que el policía nacional, cuando se dirigía al lugar de los hechos, habría recibido a través del sistema de transmisiones la indicación de que Guardia Civil ya se encontraba en el lugar de los hechos e incluso se refleja transmisión del comisario jefe provincial de la Policía Nacional en el que se le daba la instrucción de retirarse, puesto que ya estaba Guardia Civil haciéndose cargo de la situación y estaban esperando para asaltar.

A pesar de lo anterior, relata el auto, «el agente accedió al lugar de los hechos y, sin ponerlo en conocimiento del puesto de mando, solicitó un vehículo todoterreno de Policía Nacional que usó para acceder a los heridos, a pesar de que agentes de Guardia Civil que se encontraban en varios puntos de control le hicieron señas para que no entrase en la zona».

Respecto del delito de homicidio imprudente, se sostiene en el recurso que «la intervención del inspector, sin coordinarse con Guardia Civil, y empleando medios que no eran adecuados (en particular un vehículo todoterreno sin blindaje y armas de un alcance efectivo de 50 metros) incrementó el riesgo al que estaban expuestos otros agentes intervinientes, de forma que antes de su intervención la situación sería de ningún muerto y un solo herido y, tras su intervención, resultó en dos muertos y dos heridos».

La Sala de la Audiencia Nacional otorga carta de naturaleza al criterio de los recurrentes «por cuanto considera que a la luz de las diligencias practicadas, en particular el atestado y las declaraciones testificales que han venido a ratificar su contenido, que no se puede en este momento descartar que los hechos sean susceptibles de subsumirse en alguno de los ilícitos penales referidos», por lo que ha procedido a revocar el auto recurrido a fin de que se tome declaración como investigado al jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Policía Nacional de Puertollano y se practique cualquier otra diligencia para el esclarecimiento de los hechos.

Un experimentado agente muy respetado

Tras aquella sobrecogedora jornada, el inspector, un experimentado agente muy respetado y admirado por sus compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y con un alto grado de preparación física y técnica, relató a los medios que la llegada de la Policía Nacional se produjo cuando el tirador ya estaba disparando y en una zona de cultivo en la que se encontraba herido el agricultor que posteriormente falleció, así como policías locales y guardias civiles, que se encontraban en el suelo bajo el fuego, sin que pudieran levantarse ante el peligro inminente de que recibieran un disparo.

Según el inspector y los compañeros testigos de los hechos, el cordón policial del operativo estaba a mucha distancia por el alcance que tenía el rifle con mira telescópica. La Policía Nacional llegó tras recibir la llamada de auxilio de la Policía Local a través del 091, con un contingente de cinco funcionarios, todos ellos reconocidos profesionales, al mando del inspector jefe, con bastante experiencia en estas situaciones, toda vez que estuvo en el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional en Barcelona. Fue él quien decidió entrar en solitario con el todoterreno campo a través en dirección al francotirador e interponer el coche delante del agricultor, que era la víctima que se encontraba más cerca al lugar de los disparos.

Sus compañeros avalan la «excepcional» intervención del inspector, que decidió intervenir él solo sin involucrar a más compañeros por el riesgo que suponía esta maniobra. No en vano, tuvo que conducir el vehículo parapetado en el interior, es decir, agachado y sin mirar por el parabrisas mientras recibía los disparos de frente. De este modo consiguió colocar el coche a modo de parapeto, tras el cual se colocaron él mismo y los guardias civiles y policías locales, según relató la Policía Nacional.

Desde esta posición intentaron por todos los medios evacuar al agricultor herido, mientras se colocaba un camión blindado de una empresa de seguridad privada Loomis como medida excepcional de protección. El camión fue prestado con carácter excepcional para esta operación, ya que se encontraba en esos momentos circulando por la cercana carretera de Aldea del Rey.

Según el testimonio de los policías nacionales, fue en este momento de la refriega, siempre bajo el fuego del tirador, cuando recibieron los disparos los policías locales, incluido el agente fallecido. Posteriormente todos los heridos pudieron ser evacuados en el interior del camión blindado, operación durante la cual uno de los disparos pasó por debajo del camión e impactó contra el guardia civil herido.

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