El sector agroalimentario “es un pilar fundamental para la economía de Castilla-La Mancha, especialmente para el medio rural, donde genera empleo y asienta población”. Así lo ha afirmado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, durante una visita a la planta de la empresa Incarlopsa en Tarancón (Cuenca).
Martínez Lizán ha hecho balance de los principales datos del sector, que supone un 18 por ciento del Producto Interior Bruto de la región: en Castilla-La Mancha, casi uno de cada cinco euros los genera las empresas agroalimentarias, siendo una de las comunidades autónomas en las que más peso tiene. Además, cuenta con casi 90.000 personas empleadas en la región y su cifra de negocio se acerca a los 10.000 millones de euros.
Sin duda, los alimentos son el motor de las exportaciones de Castilla-La Mancha, con más de un tercio del total facturado. En los primeros cinco meses del año han superado los 1.500 millones de euros, un 16,1 por ciento más que en el mismo periodo de hace un año. Suponen el 35 por ciento del total de las exportaciones de Castilla-La Mancha en el acumulado de 2024. En concreto, el sector cárnico supone el 6 por ciento del total de las exportaciones de la región entre enero y mayo, con casi 240 millones de euros, siendo la cuarta partida que más exporta.
Desde el Gobierno que preside Emiliano García-Page se apoya a la industria agroalimentaria a través de la línea de ayudas FOCAL, destinada a la modernización. En los últimos años se han concedido 293 millones de euros en ayudas para cerca de 1.000 proyectos, que han movilizado una inversión de 1.272 millones de euros. La última convocatoria, recientemente resuelta, supone ayudas por importe de 31,3 millones de euros, que van a permitir poner en marcha 81 proyectos de transformación, comercialización, desarrollo de productos agrícolas o de fomento de la calidad agroalimentaria, en los que se van a invertir 128,7 millones de euros.
El ejemplo de Incarlopsa
La empresa taranconera Incarlopsa es un verdadero ejemplo de cómo el sector agroalimentario está impulsando el desarrollo económico en el mundo rural, generando empleo y asentando población. Ubicada en el centro geográfico de Castilla-La Mancha, ha incrementado su plantilla en casi un seis por ciento a lo largo del ejercicio de 2023, dando empleo a más de 4.100 personas, entre puestos directos e indirectos, lo que favorece la fijación de residentes fuera de las grandes ciudades y ofrece oportunidades a las personas jóvenes, que pueden quedarse a trabajar en sus localidades.
El modelo de negocio de Incarlopsa promueve la economía de proximidad, priorizando la contratación de proveedores que operan en torno a sus once plantas de producción, de hecho, la totalidad de sus proveedores de materia prima son nacionales, contribuyendo al fortalecimiento y compromiso con el mundo rural.
El grupo cárnico, que ha producido alrededor de 343.000 toneladas de alimentos en el último año, supera los 21 millones de euros de beneficio neto y, en 2023, incrementó su facturación en un 12,7 por ciento, hasta los 1.170 millones de euros. Esas cifras permiten que siga invirtiendo, de hecho, ha destinado más de 58 millones de euros con el objetivo de optimizar y ampliar sus instalaciones, así como hacerlas más sostenibles en términos medioambientales. Destaca en especial su plan de autosuficiencia energética, uno de los mayores proyectos de autoconsumo solar del sector agroalimentario español. En estas inversiones ha contado con el apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la línea de ayudas FOCAL.
Actualmente, Incarlopsa comercializa sus productos en cerca de 50 países y mantiene la expansión internacional como una de sus principales vías de crecimiento. El pasado año incrementó las exportaciones en más de un 28 por cierto en términos de facturación, suponiendo un 15 por ciento de las ventas totales.