Aurelio Maroto.- India Martínez no olvidará a Dylan. Y Dylan tampoco olvidará a India Martínez, aunque sea de oídas, porque apenas es un bebé. La escena vivida el viernes 26 de julio sobre el césped natural de La Moheda ya es historia de los conciertos de feria en La Solana. En la recta final de su actuación, tras un derroche de energía y voz, la cantante cordobesa bajó a la hierba para fundirse con su público a los acordes de la canción «Vencer al amor».
Entre los fans, un niño de apenas un año observaba aupado por su abuela. Cuando vio llegar a India, le echó los brazos y ella respondió. El problema llegó cuando intentó devolverlo, ya que Dylan comenzaba a llorar con desconsuelo. Así una, dos y hasta tres veces. El pequeño quería quedarse en el regazo de India y ella, empática, decidió subirlo al escenario para calmarlo. Aunque no canta nanas, improvisó su canción Los gatos no ladran en modo piano. Dylan pareció quedarse dormido en una estampa con toneladas de ternura. De pronto, se despertó, miró a India y debió decir: ¡Qué hago yo aquí!
La escena se ha hecho viral. La propia artista ha compartido el momento en sus perfiles y ha tenido eco nacional tanto en redes como en prensa. No es para menos, habida cuenta de la singularidad del momento. Según ha podido saber Radio Horizonte-La Solana, India Martínez ha pedido ponerse en contacto con la familia de Dylan. Su abuela, oyente habitual de la emisora, aún vive en una nube. Dilan, que a esa edad solo pensará en comer, dormir y aprender a jugar, vive completamente ajeno a una historia en la que ha sido el principal intérprete. En adelante, será imposible disociar La Moheda, India Martínez y Dylan. Será imposible olvidar la fuerza arrolladora de un bebé ante una mujer cuyo corazón es aún más grande que su voz. Y eso es mucho decir.
Una historia preciosa. Los peques sacan lo mejor del ser humano. Y al adulto le trasmiten felicidad y paz. Bien por esta señora que recibió al bebé como si fuera suyo sin importarle su fama. La hace más humana