Dos clásicos de la escena del jazz madrileño se juntan para darle un twist a algunos de los estándares más emblemáticos de la música del norte y del sur de América y de la vieja Europa. De Duke Ellington a Kurt Weill pasando por Chavela Vargas, todo un universo musical aunando la espectacular versatilidad de Federico Lechner con el inconfundible timbre aterciopelado de Jean-Philippe Guy.
Jean-Philippe Guy, cantante de jazz y blues originario de Lyon y afincado en Madrid, ya es todo un clásico en el panorama jazzístico madrileño. Tiene tres discos editados hasta la fecha, entre los cuales “I’m beginning to see the light” y “Like a wheel within a wheel”, ambos alabados por la crítica especializada y en especial por Scott Yanow, autor de 11 libros sobre jazz, en el Los Angeles Jazz Times. Fueron grabados en Alemania con el prestigioso ingeniero de sonido y guitarrista de jazz de EMI, Lori Lorenzen.
Es habitual de escenarios nacionales como el Harlem Jazz Club de Barcelona, Clamores (Madrid), Café Berlín (Madrid), Ateneo (Madrid), Teatro Carlos III (San Lorenzo del Escorial) y festivales en toda la geografía española, desde Barcelona a Palencia.
Federico Lechner, es un “viejo” conocido del circuito jazzístico español e internacional, ya que ha tocado junto a músicos de la talla de Jorge Pardo, Antonio Serrano, Chano Domínguez, Perico Sambeat, Javier Colina, Miguel Ángel Chastang, Pedro Ruy Blas, Bob Sands, Ximo Tebar, Israel Sandoval, Chema Saiz, Jerry González, Sonny Fortune, Rez Abbasi y un largo etcétera.
Aparte de sus numerosas colaboraciones, tiene publicados siete discos como artista, entre los cuales sus geniales dúos con Jerry González, Antonio Serrano y su último lanzamiento con Chema Saiz, «Satie for Two» y es habitual encontrar su nombre en las bandas sonoras de muchas películas españolas, entre las que podríamos destacar por ejemplo “Los lunes al sol”, “Rencor”, o “Ataque verbal”.
Porque no lo hacen un viernes o un sábado? Además de que seguramente vaya más publico incluso de población de la comarca menos molestias a los vecinos. Yo por ejemplo el viernes me tengo que dar un madrugón y a las 22 ya estoy en la cama. De por si que se duerme mal le sumamos la música. Hacerlo viernes o sábado que no hay que madrugar. Y vemos la actuación todos no solo los del ayuntamiento y sus familias que parece que madrugan poco