Emiliano acaba con el bachillerato nocturno

Es frecuente que a los adolescentes se les atraganten los estudios, pues a veces adolecen de la madurez suficiente para ver sus asuntos vitales con perspectiva, y se centran más en sus emociones del momento que en sus planes de futuro. Pueden pasar meses más preocupados por lo que les dijo su pareja Mari Pili que por entender la aritmética o la sintaxis. Es normal, todos hemos pasado por esa adolescencia. El problema viene cuando esa falta de perspectiva les pasa factura, y al cabo de varios meses de preocupaciones momentáneas ven que ha pasado la oportunidad de añadir un eslabón a la cadena de su futuro, porque suspenden la sintaxis o la aritmética y repiten curso. Y como una pena no soluciona otra sino que la agrava, la preocupación por las palabras de Mari Pili se acentúa por su fracaso en los estudios, y antes de que se den cuenta tienen 18 años y no han conseguido el bachillerato.

Hasta el pasado 28 de junio este problema adolescente era atendido por una opción de nuestro sistema educativo: quienes hubieran dejado atrás la edad del despiste y anduvieran enredados en trabajos u otras circunstancias podían apuntarse al bachillerato nocturno presencial, que nuestros institutos de secundaria les ofrecían una segunda oportunidad en el turno de tarde. Por la mañana podían trabajar, atender a sus responsabilidades adultas o ver a Mari Pili, y por la tarde asistir a unas clases sin las cuales les sería difícil preparar sus exámenes. También existía la opción del bachillerato a distancia, de forma que se podía elegir entre preparar los exámenes por uno mismo con asesoramiento puntual o venir a clase como cuando estaba en el instituto pero no escuchaba al profesor por culpa de lo que dijo Mari Pili. La libertad es poder elegir, y uno es más libre si tiene más opciones. Hasta septiembre pasado muchos podían elegir entre la enseñanza a distancia o clases presenciales en el nocturno presencial. Esta última es la opción que don Emiliano ha suprimido en Castilla la Mancha el pasado 28 de junio: ha suprimido el bachillerato nocturno presencial en turno de tarde. Nadie podrá iniciar esos estudios el curso que viene. Sin más explicación y sin ningún aviso.

Este bachillerato nocturno venía funcionando desde hace mucho, atendiendo a adolescentes despistados, trabajadores ocupados, soldados que querían ascender, parados que aprovechaban para estudiar o a cuanto público quisiera aprovechar esta segunda oportunidad. Era un servicio que desde hace años se vino encareciendo, pues se fue reduciendo el número de alumnos, de manera que la atención a los que quedaban era cada vez más personalizada. Pero ¿es una variable la rentabilidad en un servicio público? Si se le ofrece algo a quien lo necesita, ¿se hace porque es rentable o porque lo necesita? ¿No se decía que nuestros impuestos iban para servicios públicos necesarios? Al menos eso es lo que con frecuencia se oye decir desde sus filas, señor Emiliano.

La decisión del 28 de junio se tomó en silencio, con premeditación y alevosía, y se hizo pública justo cuando los profesores se dispersan y quedan en los centros sólo los equipos directivos. Una verdadera puñalada a traición. La eliminación de este servicio público llegó sin previo aviso: menos opciones, menos libertad, y ciudadanos sin atender como desean y como necesitan, esa es la consecuencia de esta decisión. El bachillerato nocturno presencial, pensado para devolver al estudio a quien en su día lo abandonó, queda eliminado. Esta segunda oportunidad para el adolescente despistado no tendrá continuidad. ¿Por qué? No lo sabemos, porque no nos lo han dicho. Tampoco parece que se lo hayan dicho a unos sindicatos cuyo silencio da buena medida de su competencia. ¿Van ustedes a hacer algo? ¿Van a protestar por la pérdida de oportunidades educativas? ¿O es que ustedes también adolecen de atención? En los institutos de secundaria sólo sabemos que el último día llegó la instrucción de que desparece ese servicio público. Sólo se continúan las clases de quienes están en su último curso. Nadie podrá iniciar ese bachillerato nocturno presencial, de manera que esa oportunidad en breve quedará extinguida. A quienes no estén en el último curso se les aconseja la opción a distancia, un consejo que seguramente les darán sin atreverse a mirarles a la cara, como esta orden de última hora que se nos ha arrojado a la cara. Menos opciones, menos libertad. Esta decisión es una agresión contra estos alumnos y sus derechos educativos. Un recorte de oportunidades para esos adolescentes despistados.

¿Por qué el recorte de este servicio educativo, don Emiliano? Nos dirá que es poco rentable, que son muchos profesores para tan pocos alumnos. Pero no es infrecuente oír en su partido que la rentabilidad no es el objetivo de los servicios públicos, porque el Estado no es una empresa, sino quien viene a salvarnos de la ambición capitalista, dicen ustedes. ¿Para salvarnos nos quitan servicios? ¿Puede usted explicarse? Porque hay alumnos adultos que piensan que el curso que viene podrán volver a clase, pero no van a poder, porque usted ha eliminado de un plumazo esas clases sin avisarles. Por cierto, han quedado muy bonitas las enormes pantallas de 3000€ que usted ha colocado en cada aula, y en las noticias quedará muy bien decir que han digitalizado los centros. El problema es que han eliminado al profesor en el bachillerato nocturno, y le van a decir a esos alumnos que se vayan a aprender con una pantalla, a distancia. ¿Cree usted que las pantallas pueden sustituir a los profesores?

Tampoco viene mal plantear este recorte desde el punto de vista del profesor, que de un día para otro y sin ninguna explicación ve cómo sus clases desaparecen y a sus alumnos se les envía a otra parte. Seguramente en estos días saldrá usted o uno de sus acólitos a agradecer a todos los profesionales de la educación el buen trabajo durante este curso, y a recordar la importancia que tiene la educación en una sociedad desarrollada. Pero no me cuadran esas palabras con sus actos: si tan importante le parece la educación, ¿por qué la reduce? ¿por qué elimina opciones educativas? ¿por qué recorta oportunidades? ¿Porque no es rentable? ¿Pero no estábamos recibiendo mucho dinero para educación (a juzgar por tanta pantalla)? ¿no es la educación una “prioridad de su gobierno”? ¿no le tiene usted un “enorme respeto” a toda la comunidad educativa? Sus palabras no coinciden con sus acciones. Quizá también usted adolece, como el novio de Mari Pili, de una visión global, y lo único que le importa es solucionar un problema momentáneo: recortar algo de dinero aunque sea a costa de recortar una oportunidad educativa. Pero ahórrese sus discursos sobre la importancia de la educación, por favor. Si recorta oportunidades cállese, que da vergüenza ajena.

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1 COMENTARIO

  1. Y el tiempo que lleva prometiendo las 19 horas y revertir todos los recortes de la mala Cospedal. Somos casi una excepción española junto con el neoliberal Madrid. Y este año que parecía que sí, no hay dinero, de nuevo, y muchos profesores seguirán a 20.
    Ya lo vimos tras la comilona en el COVID diciendo que los profes solo querían vacaciones.
    Y los sindicatos de parranda, aunque algunos parecen haber convocado una huelga.

    Emiliano, personajillo mediocre y arribista.

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