El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha intuido que toda vez que el nuevo Estatuto de Autonomía que se está fraguando de manera discreta entre Partido Popular y PSOE llevará aparejada una obligatoria reforma del Reglamento del Parlamento, así como la adaptación de decenas de textos legislativos para adaptarse al nuevo paraguas estatutario.
En entrevista con Europa Press, ha explicado como ejemplo que con el nuevo Estatuto, que «otorgará al Gobierno la capacidad de dictar decretos que luego tienen que convalidarse» en sede parlamentaria, por lo que se hace obligatorio un cambio de texto en las normas que rigen la Cámara.
Unas nuevas instrucciones en las Cortes que, además, tendrán que reflejar las nuevas sesiones de control al Gobierno que mandatará el nuevo Estatuto.
Con ese punto de partida, también habrán de cambiar «muchas leyes». «El Estatuto va a obligar a ajustes legislativos en no pocas leyes, pero es algo natural, y esperemos que sea con el máximo consenso. Solo tendrá sentido como pueda angular de nuestro sistema legislativo si la acordamos entre todos y estamos muy cerca de ver el resultado», ha dicho.
En cuanto a los tiempos, la intención es rematar en la primera mitad de legislatura el Estatuto, para que la segunda pueda centrarse en los cambios legislativss, ya que habrá «bastantes retoques» además de «reformas más sensibles». En el primero de los casos, podrán irse a leyes ómnibus. «Esto cambiará el cuerpo legislativo trascendental».
DE 25 A «CINCUENTA Y MUCHOS»
A tenor del previsible número máximo de diputados, –«cincuenta y muchos»–, no será necesario ampliar el número de integrantes de las comisiones ni de la Mesa de las Cortes.
Lo que sí ha precisado es que la actual horquilla, establecida entre 25 y 35 parlamentarios, mantendrá en la nueva fórmula el suelo actual, y alargará el techo hasta esos «cincuenta y muchos».
Quedará pendiente, en todo caso, «la reforma de la ley electoral», que implicará en su génesis la necesidad de ser aprobada con voto reforzado para que en ningún escenario pueda volver a ser alterada de forma unilateral, como pasó con la mayoría del PP en la legislatura 2011-2015.
Sobre mantener en 25 el número mínimo de escaños en las Cortes, ha dicho que lo «más prudente» es «dejar abierta» la horquilla para que sea «más flexible» y pueda adaptarse a cualquier evolución que pudiera llegar en el futuro.
«Habrá cambios en el futuro que hacen prudente dejar muy abierto y muy flexible la composición de las Cortes. Yo no estoy de acuerdo con que sean 25, pero tampoco puedo saber lo que pasará en 2060.
CADA CÁMARA CON SU COMPETENCIA
Pablo Bellido ha ehcho alusión a las críticas de la oposición por el hecho de que la mayoría socialista en las Cortes regionales rechace sistemáticamente debates extra autonómicos, indicando que en todo caso comprende que «el interés de Vox o del PP puede ser igunorar los asuntos que son competencia de la Cámara de la Comunidad Autónoma y centrarse en otros».
Dirigiéndose a estos dos grupos ha dicho que «cuando uno quiere defender la Constitución y el sistema legal «hay que entender que parte de esa defensa es repsetar que cada nivel de la administración tiene unos deberes».
Así, señala que Congreso y Senado ya se encargan de debatir «permanentemente» asuntos nacionales que ahora «se empeñan a traer otros grupos» a Castilla-La Mancha.
Abrir la puerta a debates más allá de los que conciernen a Castilla-La Mancha podría provocar, según el presidente de las Cortes, «llevar a discutir cualquier asunto municipal de cualquier pedanía», o incluso «plantear tertulias del corazón».
«PP y Vox tienen representación en las Cortes generales y ya tienen ese escaparate. Si consideran que las Cortes de Castilla-La Mancha son tan poco importantes que solo tienen sentido como prolongación del Parlamento nacional, hacen dejación de sus obligaciones con los ciudadanos, y yo no quiero contribuir a eso», ha rematado.