Como recordarán ustedes, ese fue el paradigma sostenido por –a la sazón– la ministra de Vivienda Carme Chacón.
Que desempeñó su cargo ministerial entre 2007 y 2008.
Cargo ministerial que lo recibió de María Antonia Trujillo y lo pasó a Beatriz Corredor, con paradigma habitacional incluido.
Años de vorágine inmobiliaria, los citados, que dieron lugar a la fenomenal crisis financiera, con epicentro en Lehman Brothers y con pericentro en toda la red de Cajas de Ahorro nacionales.
Que ya saben cómo concluyó la referida vorágine y cuáles fueron los resultados verdaderos de la turbulencia.
Y Chacón, ante el crudo problema de la vivienda, buscó una salida intermedia a la ecuación oferta-demanda del mercado de vivienda con ese paradigma vacío de contenido que llamó, pomposamente, como Soluciones habitacionales.
¿Soluciones para quién? Y ¿habitaciones para cuantos?
¿Soluciones de qué tamaño?
Dieciséis años después –el 19 de junio de 2024–, el filósofo dibujante –y fino analista de la realidad– El Roto, vuelve al paradigma vacío de las Soluciones habitacionales, para mostrarnos la cuadratura del círculo.
O la circularidad del cuadrado.
Ya lo había hecho El Roto, el mes pasado –El País, 21 de mayo– con un huevo mágico, aunque de tamaño menor.
Todo ello, como fruto de sus preocupaciones en pro del hallazgo de las repetidas Soluciones habitacionales.
Para denominar el hallazgo huevil como Proyecto habitacional para jóvenes.
Un huevo mediano, con puerta de acceso al interior, era mostrado por mano diestra al respetable.
Lo que no mostraba el experto era el tamaño real y verdadero de los ocupantes.
Porque, aunque el huevo fuera de avestruz sus moradores serían en la práctica liliputienses de baja estatura.
También el 22 de enero de 2023, en el mismo medio, El Roto había indagado de nuevo, en el proceloso y tenebroso mar de las Soluciones habitacionales.
Mostrándonos la repetida Solución, como el espacio ocupado por un bajo escalera a modo de buhardilla virtual.
Ahora, el modo de habitación era, justamente, eso: aclimatarse y acomodarse a lo envuelve una escalera plegable abierta.
Todo ello, toda esa indagación por los espacio mínimos. No es obra eclusiva de El Roto.
Ya que hay toda una línea de investigación y ensayo que responde al nombre camuflado de Tiny house.
Con capacidad para mostrar todos los pliegues posibles de la realidad inmobiliaria en escala reducida.
Así, encontramos la Casa Pasillo, la Casa Escalera y hasta la Casa Nido, que es justamente, eso un nido. Pero no el viejo eslogan del ‘Nido de amor’.
Cómo no será el territorio abierto que hasta IKEA ha propuesto su propio modelo de Tiny house.
Y es que hay todos unos precedentes que viajan de la Quonset home de 1946 hasta la Casa Prét-á-porter de 1965.
Del Wichita house de 1946 de Buckminster Fuller, a las Viviendas Ultrabaratas de 1953 de Rafel Lahoz.
Y hasta el Essential homes de Norman Foster de 2022, en la Bienal de Venecia.
De todo ello di cuenta en mi trabajo del 12 de junio de 2023, en Hombre de palo, Del DDUs como readymade, al Essential homes.
Y ahora, de nuevo El Roto con su Solución habitacional, nos retrata la realidad inmobiliaria posible de una joven pareja –aunque, por sus rostro envejecido por la preocupación inmobiliaria creciente, no delaten esa juventud– reclinados ante una caja de tamaño medio, como un envío estándar de Amazon.
En cuyo lateral aparece rotulado el paradigma benefactor de Soluciones habitacionales.
Y ante la sorpresa por el hallazgo habitacional, ella exclama compungida. “¡Que no!”.
Mostrando su incredulidad al envío del cajón rotulado.
Un “¡Que no!”, que quiere ser un arrebato de “¡Esto es imposible! ”, o “¡Esto es una tomadura de pelo”!
Y ante la interpelación de la compañera, novia o pareja, por la caja-solución recibida, el profiere con paciencia o con resignación –nunca acaba de saberse los límites de una y otra–: “Es temporal”.
Como todo y como tantas cosas en la vida real.
Temporalidad de las Soluciones habitacionales.
Temporalidad de los trabajos.
Temporalidad de los procesos formativos.
Temporalidad de las ideas y creencias.
Temporalidad de las Vanidades y de Las Vanitas.
Y el mismo día de las reflexiones habitacionales de El Roto nos desayunamos sobre el cajón de las Soluciones habitacionales, con la novedad –no diré que inmobiliaria estricta, pero sí en el universo de las estafas y apropiaciones indebidas– del nuevo megayate de Mark Zuckerberg –al cual engordamos todos, a diario–.
Pieza de relumbrón valorada en 300 millones de euros, con 118 metros de eslora, pista de tenis y helipuerto.
Igual que el huevo habitacional. Igual que el cajón propuesto. Igual que la escalera abierta.
Pelillos a la mar.
Y nunca mejor dicho.
Lo de pelillos y lo de mar.