El alcalde de Puertollano, Joaquín Hermoso, se encuentra entre la treintena de destacados dirigentes socialistas que han firmado un documento con el que pretenden abrir el debate sobre la derrota electoral del 20N de 2011 y proponen un nuevo proyecto socialista. Junto al alcalde puertollanense están nombres como Carme Chacón, Francisco Caamaño, Josep Borrell o Juan Fernando López Aguilar (Lanza, 21 diciembre 2011). Entre el 9 y el 15 de enero de 2012, se celebrarán asambleas municipales y locales y otro día clave será el 23 de enero, fecha límite para la recepción de actas, listas de delegados y enmiendas, según el calendario previo a la celebración del 38 Congreso en Sevilla, entre el 3 y el 5 de febrero (Lanza, 26 diciembre 2011). Ese texto, colgado en internet al poco de que Mariano Rajoy tomara posesión como presidente del Gobierno, tuvo una réplica inmediata en un artículo remitido a El País por otro grupo de ex altos cargos bajo el título “Yo si estuve allí”, en el que se reivindicaba la figura de Zapatero.
El 13 de enero de 2012 –segunda entrega del trabajo de Peris sobre el libro de María Ángeles Rodríguez Doménech, Nueva realidad urbana y territorial en Ciudad Real 1980-2010 – y en relación al futuro local, se produce la captura sobre la situación del POM, del que ya se había presentado en 2010 el denominado avance. “El desarrollo del nuevo POM que necesita Ciudad Real sigue un camino errático y poco afortunado. En el año 2003 se presentaban apresuradamente, unos meses antes de las elecciones, unas ideas apenas reflexionadas sobre criterios del planeamiento. Cuatro años después [en otro ciclo electoral, ahora del año 2007] se nos habla de un avance del POM y se abre una oficina municipal que presenta una documentación inmersa en la lógica del desarrollo absurdo de estos últimos años. Es el momento de rehacer esa documentación con nuevos criterios, nuevas aportaciones y también con planteamientos de austeridad en los costes de su desarrollo como se hizo con el Plan actualmente vigente”. Hay que hacer constar que la documentación disponible en el documento denominado Avance POM, versión 1 de marzo 2010, en el momento de la escritura de Peris –comienzo del año 2012– cuenta con un grado de maduración suficiente –aún visto desde hoy, catorce años más tarde– en la presentación de la propuesta. Con independencia de aspectos que pudieran derivarse de los dos grandes conflictos territoriales, como fuera el Aeropuerto y el polígono anejo que se pretendía en proximidad y el denominado Parque de Don Quijote. Así entre los objetivos territoriales del documento (Criterios para la formulación de un nuevo POM) se hace constar la particularidad de ambas áreas. “Asumiendo como oportunidad de diversificación de la economía local, los proyectos del Reino de D. Quijote (al Norte) y el Aeropuerto Central (al Sur) cuya escala es comparable a la ciudad existente, aunque ello sea a medio largo plazo dado la desaceleración económica general”. Los objetivos que se persiguen se hace constar en el apartado 2.5. “El objetivo fundamental del POM, podría resumirse en proyectar para Ciudad Real una ciudad media dinámica, de elevada calidad urbanística y medioambiental, atractiva para vivir y visitar y también para invertir, procurando un modelo de utilización del suelo a medio y largo plazo, urbanísticamente equilibrado y de desarrollo sostenible. Un Plan en el que la estructura general y orgánica resuelva las disfunciones fundamentales que el municipio presenta y que permita sentar las bases de la ordenación urbana de cara al presente siglo XXI, obteniendo las mejores condiciones y calidad de vida para sus habitantes. En este sentido el Plan de Ordenación Municipal prepara al municipio para resolver los actuales problemas de carácter estructural que presenta en razón de su papel de subcentro regional y como elemento central de la comarca, previendo su desarrollo continuado y sostenido en los próximos años. Además de ello el POM complementariamente, en base a las recientes infraestructuras nacionales que atraviesan el termino, dimensiona un modelo urbano capaz de incorporar a Ciudad Real en el sistema europeo de ciudades de tamaño medio, haciendo que Ciudad Real ocupe en la mitad Sur peninsular la función que Zaragoza desarrolla en la mitad Norte, convirtiendo a Ciudad Real en un núcleo básico de las relaciones peninsulares tanto Este-Oeste (Valencia-Lisboa) como Norte-Sur (Madrid-Andalucía).
La Memoria Justificativa del citado documento, en su apartado de Antecedentes, dejaba clara algunas cuestiones que habían gravitado en la vida municipal de los últimos años y que había sido condicionantes del momento de comienzos de 2012. “Como consecuencia de ello [el desfase entre la aprobación definitiva del PGOU de mayo de 1997 y la entrada en vigor de la LOTAU de junio de 1998] el reciente desarrollo urbano del municipio ha obligado a la constante interpretación de las previsiones del PGOU a la luz de las disposiciones de la LOTAU y en especial de los nuevos estándares y modos de gestión previstos en ésta, dado su superior rango. Por otra parte en junio del 2005 el Ayuntamiento, motivado por las fuertes transformaciones territoriales derivadas de las numerosas infraestructuras de transporte –Aeropuerto, AVE, autovías, etc. en ejecución o proyectadas de inminente ejecución-, con el objeto de racionalizar las notables demandas de promoción residencial que se formulan en el término municipal, elabora un documento, denominado Documento de Directrices de Ordenación de Ciudad Real, de carácter no vinculante –por carecer de capacidad legal para alterar la clasificación y calificación del suelo- donde se abordaba tanto un análisis del municipio, relacionándolo con los municipios de su entorno más inmediato, como unos criterios de racionalización de la futura expansión urbana local. Incluso ese carácter discutido y discutible del Documento de Directrices de Ordenación (DDO) lleva a prolongar algunas de sus propuestas en el referido Avance. Y así se comenta que: “La coherencia y calidad de dicho documento, junto con los debates del foro Ciudad Real 2.015 [un anticipo del Plan Estratégico 2015] que el Ayuntamiento promueve, hace que una buena parte de sus conclusiones y análisis sean asumidas por el nuevo Plan de Ordenación Municipal (POM) y, como consecuencia de la capacidad normativa de los Planes de ordenación Municipal, se transformen en disposiciones normativas y vinculantes que regularan el futuro desarrollo del municipio”.
Los datos que se desprenden de los citados Antecedentes hacen más complicado entender qué había pasado para postergar, aplazar y posponer todo lo relativo a la tramitación del nuevo POM, como la propia Memoria se ocupa de señalar en relación a los requisitos exigidos por parte del Gobierno regional y de algunas de sus medidas de aplicación. Llegando, en el límite con la corporación salida de las elecciones de 2015, a la suspensión primero y la posterior renuncia al documento suscrito y parcialmente abonado en diciembre de 2017, de lo cual di cuenta en mi texto Urbanismo.0. “Viene todo ello a cuento, al conocer las declaraciones del Concejal capitalino de Urbanismo, Alberto Lillo, quien pretende liquidar el contrato del trabajo de redacción del POM (Plan de Ordenación municipal) con el pago de 80.000 euros a los responsables de su redacción. Técnicos responsables que desde 2010, y por encargo de la administración local del momento, han realizado un trabajo que no servirá para nada. Previo pago de los honorarios pactados en su día y que, por la cuantía de la liquidación, ascenderían a cinco veces el importe a liquidar. Gasto inútil que alguien tendrá que asumir y justificar en la medida de lo posible. Aunque me imagino que el PP (responsable de la contratación del POM) dirá que la culpa es del PSOE que se desdice y da marcha atrás. Y el PSOE, dirá que la responsabilidad recae sobre los hombros y espaldas del PP que acometió una revisión del PGOU a través del encargo temerario del POM de 2010”. En apenas dos años, se concluye la innecesaridad del trabajo realizado y se propone –en lugar de sus rectificación puntual– arrojarlo a la papelera e incrementar el tiempo muerto. Pero ya lo iremos viendo.