El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en valor la previsión y la coordinación de medios y recursos para atender con mayor eficacia y garantías los casos de emergencias, especialmente en lo que se refiere a la protección y salvaguarda de la ciudadanía.
El viceconsejero de Administración Local y Coordinación Administrativa, Eusebio Robles, ha destacado la importancia de estas acciones que ponen sobre la mesa la hipótesis de una situación sobrevenida y urgente y cómo se coordinan los diferentes servicios de dos comunidades autónomas, como son Castilla-La Mancha y Andalucía, en coordinación con la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Así lo ha puesto de manifiesto durante la visita al desarrollo del Ejercicio UMEX 2024, en el Centro de Coordinación de Emergencias (CECEM 111) de Andalucía, que también ha contado con la presencia del delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver; el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig; el consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de Andalucía, Antonio Sanz; el General Jefe de la Unidad Militar de Emergencias (GEJUME), Francisco Javier Marcos; y el General de División de SEJUME, Fernando Carrillo; entre otras autoridades y mandos.
Coordinación de dos comunidades autónomas con la UME
Este ejercicio de simulación en Sevilla es la segunda parte de un proceso que se inició en Toledo con el desarrollo de un seminario en el que se abordaron cuestiones de planificación y coordinación entre las diferentes administraciones públicas para que, ante una situación de emergencia de interés nacional, se actúe de manera conjunta, desplegando la estructura organizativa prevista en el Plan Estatal General de Emergencias de Protección Civil.
Durante la visita a los diferentes mandos operativos de este ejercicio simulado de una emergencia sísmica entre las provincias de Ciudad Real y Jaén, Robles se ha referido a la “puesta en práctica de la integración de recursos y capacidades de la UME con ambas comunidades autónomas”; del mismo modo que ha ensalzado la necesidad y la importancia en estas situaciones de la “movilización de medios y recursos ordinarios y extraordinarios” a través del órgano del Mando Operativo Integrado (MOPI) y bajo la dependencia de la Dirección Operativa de la Emergencia (DOE).
El ejercicio de simulación persigue no sólo evaluar la eficacia de los protocolos existentes, sino también identificar áreas de mejora para garantizar una respuesta más ágil y coordinada en futuras emergencias. En la actividad, Castilla-La Mancha ha participado con algo más de 25 efectivos, entre los que se encuentra los grupos de dirección, intervención y apoyo logístico, conocidos como Mando Operativo Integrado (MOPI), y Puestos de Mando Avanzado (PMA).
Este planeamiento se enmarca en los ejes sobre los que se asienta el Sistema Nacional de Protección Civil: la anticipación, para conocer riesgos; la prevención, para minimizar daños; y la planificación, que permite, de manera coordinada, movilizar los recursos y capacidades para dar una respuesta rápida y eficaz. Ejes que, para el Ejecutivo autonómico, son “fundamentales” y sobre los que se han elaborado e implantado planes municipales y territoriales de Protección Civil, que permiten, a su vez, una mayor coordinación entre instituciones. Durante el año 2023, el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias del 1-1-2 de Castilla-La Mancha participó en 175 simulacros.
Garantizar la coordinación de las unidades intervinientes
Después del seminario técnico presentado en Toledo, este simulacro ha servido para demostrar la capacidad operativa de los mandos y poner a prueba la efectividad de las estrategias y procedimientos establecidos. El ejercicio se ha diseñado con la visión de ejercitar la integración del personal de las dos comunidades autónomas involucradas en el dispositivo de Mando y Control de una emergencia de interés nacional.
De este modo, se pretende coordinar la respuesta movilizando un amplio espectro de unidades y organismos civiles, fomentando la cooperación entre los participantes y mejorando las habilidades de coordinación y comunicación entre todos los organismos involucrados.
UMEX 2024 simula un escenario ficticio en el que la situación de emergencia de nivel nacional es motivada por los efectos de dos terremotos producidos entre las provincias de Jaén y Ciudad Real en un intervalo de tiempo de 24 horas. Andalucía activa el Plan de Emergencia ante Riesgo Sísmico en fase de emergencia y en situación 2 y Castilla-La Mancha, simultáneamente, activa el Plan Especial por Riesgo Sísmico (SISCAM) también en fase de emergencia y situación 2.
Se este escenario hipotético se sitúan daños en edificios, fallecidos, heridos y evacuados; los daños se extenderán a la red de carreteras y eléctrica, así como se colapsarán servicios hospitalarios y otros de emergencias. Ante este panorama, la UME se pondrá al frente del MOPI, que se ubicará en Sevilla, y se pondrá en práctica un modelo eficiente, adaptable, ágil y resolutivo que garantice la coordinación de las unidades intervinientes.
De este modo, el ejercicio proporciona una plataforma realista para el adiestramiento y evaluación de la unidad y del personal civil a nivel puesto de mando, en el manejo de situaciones de emergencia, con un enfoque particular en el desarrollo de habilidades de liderazgo, toma de decisiones y gestión de crisis.
Igualmente, examina la funcionalidad de los sistemas de mando y control empleados durante las fases de respuesta ante la emergencia, incluyendo la interoperabilidad de sistemas de comunicaciones y tecnologías de la información. También recopila datos críticos de las actividades del ejercicio para identificar áreas de mejora en la planificación, coordinación y ejecución de operaciones de emergencia.