El 12 de abril de 1924 venía al mundo, en La Viñuela, Victoriana Moreno San Juan y un siglo después, rodeada de su familiares y parientes de varias generaciones que le han seguido, ha celebrado, prácticamente en plenas facultades, tan señalada efeméride.
Un muy feliz cumpleaños que el sábado vivían en esta pedanía de Almodóvar del Campo y a la que se sumaban representando al Ayuntamiento los ediles Fernando Torres y Carmen Santos, quien trasladó a la centenaria la felicitación escrita del alcalde José Lozano.
Victoriana, que se desenvuelve independiente en su día a día, es la única hermana viva de los nueve hijos que tuvieron sus padres, todos ellos también muy longevos, hasta el punto de que solo la pandemia pudo con uno de ellos a los 102 años y el resto superó los 90.
Antes de casarse contribuyó a las labores de la economía familiar. Sus padres, Florencio y Leopolda, estaban muy vinculados al campo, al huerto y a la ganadería. Su madre, de hecho, se asentó en estas tierras a las que venía en trashumancia desde Siguero, Segovia.
Victoriana se conoce al dedillo por tanto labores como cuidar guarros, segar garbanzos, podar olivos, cortarles los chupones y fabricar su propio pan en el horno de leña con la harina que sacaba trillando. También acudía a la popular cuerda de Almodóvar del Campo.
Luego sería madre de Mari Carmen, Leonardo y Eugenio y por ellos luchó cuando, con apenas 46 años de edad y tanta vida en común por delante, una prematura viudedad le sobrevino al fallecer su marido por grave enfermedad ante la que poco se pudo hacer.
Con Leonardo se casó a los 26 años de edad. Tres años mayor que ella, fue agente de la Guardia Civil destinado en Badajoz, en el cercano paso fronterizo con Portugal conocido como ‘Lopo’. A un barrio de la capital se fueron ambos a vivir allí y allí tuvieron a sus hijos.
Estudiando los chicos en el Colegio ‘Virgen de Guadalupe’, la vida les cambió. Tanto que la familia regresó a La Viñuela, contando 18 años la niña y 14 y 12 años sus hermanos, si bien las becas con que ellos acudían al colegio pacense pudieron mantenerlas y continuaron sus estudios en el Colegio ‘Hermanos Gárate’ de Ciudad Real.
Esta posibilidad les permitió luego seguir la trayectoria de su progenitor. La vida laboral de ambos ha sido en la Benemérita, tras completar su formación en la academia de guardias civiles. Con los años, ambos alcanzarían el grado de subtenientes.
Y en todas estas trayectorias vitales, Victoriana y sus tres hijos siempre han hecho siempre piña. Cuando ellos ya ejercían en el cuerpo, se llegaron a trasladar todos a vivir a tierras barcelonesas, durante los diez años que allí estuvieron destinados.
Luego regresarían en paralelo al destino que uno de ellos tendría en San Lorenzo de Calatrava y el otro para la zona de Manzanares, pero en general por toda la provincia ciudadrealeña. Y pese a formalizarse sus respectivas familias, la unión de todos es total.
Así, también junto a sus nietos Alberto y David y sus bisnietas Ona y Abril y un nutrido número de parientes, porque 36 han sido los sobrinos de Victoriana, entre ellos el alcalde pedáneo Máximo Moreno García, han podido celebrar este aniversario tan especial.