El que fuera alcalde de Ciudad Real entre 1979 y 1993, el primero de la Democracia, ha presentado en sociedad “Relato de una época”, de la editorial local Serendipia, un libro en el que recoge sus vivencias y experiencias al frente de un municipio al que gobernó en un momento clave de la historia de España.
Ante un abarrotado salón del Antiguo Casino, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barrera, y la presidenta de la Asociación de Periodistas de Ciudad Real, Mar G. Torrijos, han glosado la figura de un alcalde cuya gestión fue clave para la ciudad que conocemos hoy en día.
De esta manera, Francisco Cañizares, ha destacado que “Ciudad Real tuvo la enorme suerte de elegir a Lorenzo Selas como alcalde, una persona que ha marcado a la ciudad y que nos ha marcado a todos, y que sigue marcando la trayectoria de nuestra ciudad, porque somos herederos de Lorenzo, pero también deudores”.
Así, para Cañizares, fue Selas con su carácter conciliador y de apertura “quien nos convirtió en la ciudad amable y de progreso que somos. Lorenzo fue capaz de imbuir a la ciudad de un sentimiento de capital y de dar esperanza para el futuro”. Y añade, “la política municipal está alejada de las ideologías y tiene que ver más con el sentimiento de pertenencia y de cariño a la ciudad. Lorenzo ha sido una personalidad política de primer orden”.
Emocionado por ver a tanta gente en el día de la presentación, Lorenzo Selas ha reconocido que “haber sido alcalde de esta ciudad durante 14 años, el primero de la democracia, es el mayor honor que he podido recibir en mi vida”. Después de 31 años de silencio, como el mismo dice, cree que era el momento de contar cómo “Ciudad Real pasó de ser capitaleja a capital en la década de los 80 y principios de los 90, quedó preparada con la Universidad, con el AVE, con obras de infraestructuras, con variantes… Ciudad Real quedó preparada en la rampa de lanzamiento, pero luego el cohete no salió”.
Mejor suerte tendríamos si hubiera cumplido la promesa de hacer realidad la implantación de empresas transformadoras en la zona de regadío del Vicario, pero en fin…..
El sentimiento de culpa es un fenómeno muy complejo. Para Lorenzo Selas es un permanente ejercicio de justificación del más repulsivo y escandaloso episodio de transfuguismo político que se recuerda. Ese será el legado.
Lorenzo, sus palmeros, y los que viven de ellos….( Y dos huevos duros más )
Para quién se la quiera comprar, Lorenzo Selas se empecina en seguir vendiendo la mercancía averiada de que su paso al PSOE, con los votos del centro y la derecha con los que fue elegido Alcalde durante tres legislaturas sucesivas, era por el bien y la prosperidad de Ciudad Real, fú, señor SENADOR con toga praetexta, como lo caricaturizaba Lanza en portada.
Pretende una vez más, sin lograrlo, erigirse en una suerte de mártir laico que se sacrifica en la pira saciata para salvar al pueblo.
Más de tres décadas después de la ignominia, ese mensaje se vé aún más vomitivo, y airearlo como pretende este libro que me pregunto quién habrá financiado, más vergonzoso y humillante.
Nunca me sentí políticamente representado por este hombre, dado que no representaba en nada unas ideas que dijeras poder hacer tuyas o que al menos te representaran. Al alcalde actual, le ha quedado muy bien y «muy coherente» en su presentación lo de…. “la política municipal está alejada de las ideologías y tiene que ver más con el sentimiento de pertenencia y de cariño a la ciudad. Lorenzo ha sido una personalidad política de primer orden”. Hombre Cañizares, la chorrada es supina, si eso es así, deberías haberte presentado a las elecciones como independiente no?.
Tonterías del actual regidor aparte, en lo único que puedo llegar a defender a este señor, es que es cierto que puso a un pueblo que se decía era capital, en una ciudad, y eso lo consiguió. Calles asfaltadas, saneamientos, líneas de autobuses, la llegada del AVE (cuando no iba a pasar por CR, y conozco del tema), el plan de ordenación urbana, la expansión de la universidad…y un largo etc, del que a día de hoy, todavía queda todo ello en herencia, y que después de sus mandatos poco se ha realizado y evolucionado, aunque también se quedaron cosas por el camino. Podemos concluir que fue un buen gestor (quizá el mejor que tuvo CR) que puso a esa «capitaleja» en Capital y que a nivel político como tal, poco o nada se puede tomar como ejemplo. Aun así y en lo único que estoy de acuerdo, es que se dejó gran parte de su trayectoria como regidor municipal en beneficio de esta ciudad, y no reconocer esto sería de una necedad abrumante, otros vinieron para servirse.