Un BIC que pide agua en jarros

Contento, como todo puertollanero de bien, que por fin, un BIC haya escrito sobre la historia de la Fuente Agria que es un Bien de Interés Cultural, y por lo tanto algo que necesita una especial atención y cuidados, me centro en lo segundo, es decir, a partir de ahora la FG es algo más que un simple monumento de nuestra historia común y debido a ello debe estar especialmente cuidada. Pero ojo… no sólo por el Ayuntamiento, hacia donde tenemos la manía de mirar para derivar responsabilidades cuando en muchas ocasiones no las tiene o si las tiene, las tiene compartidas… sino por nosotros/as naturales o residentes. Todos vecinos.

La declaración incluye el monumento propiamente dicho y una zona circundante, un amplio entorno de protección, que debe tenerse muy en cuenta a partir del primer segundo en que la Junta ha declarado BIC nuestra querida fuente. Con la conservación del patrimonio pasa lo mismo que con la limpieza; el primer responsable de que una ciudad esté sucia o limpia y sus monumentos también es del ciudadano; luego, todos los demás que componen la cadena. Y el Ayuntamiento, por supuesto, que limpia lo que los vecinos ensucian.

Sin ser experto en la burocracia que activa esa catalogación y las normas que seguro existen para su mantenimiento, me imagino, guiado por el sentido común, que desde el núcleo central hasta el perímetro protegido que va desde la Avenida 1º de Mayo, ambos numerales pares e impares del Paseo hasta las embocaduras de las calles San Gregorio y Santa Ana, toda la zona tendrá que estar a partir de ya en perfecto estado de revista y remozada en lo que haya que remozar en cuanto a pintura, alguna reparación, mobiliario urbano, y sobre todo limpieza. Mucha limpieza. Esa limpieza que ya se empieza a notar un poco por la ciudad por el movimiento de trabajadores/as pero que aun queda un buen trecho, especialmente en la actitud cívica que es lo más difícil.

Junto a la Casa de Baños que debiera haber ido en el mismo paquete forma un conjunto monumental de nuestro patrimonio digno de mostrar al visitante.

El natural de un pueblo o ciudad está tan acostumbrado a ver lo propio que no repara en ello, sin embargo todo enclave humano tiene detalles que han pasado desapercibidos, incluso, por generaciones, conocidos sólo por friquis (en el buen sentido) y estudiosos de la Historia. Hay asociaciones culturales  en Puertollano, sobre todo, Portus Planus, que trabajan para ello e invitan a conocerla porque siempre hay algo que conocer.

Pues bien, si la Fuente Agria es BIC es un lugar laicamente sagrado. En lo único que no se puede actuar es sobre el caudal para que caiga más o menos agua con el mismo grado de acidez que cuando uno era niño y sorbía por un pequeño agujero sobre el caño y el sabor y el olor del hierro te llegaba hasta el tuétano. No depende del hombre sino de la Naturaleza. Aunque, según se mire.  Ya nos ha dado varios sustos la FA porque de repente dejó de manar. La vez más sonora de tal mudez fue en 2008 por su impacto en la prensa y en la opinión pública debido a la construcción de un bloque en una calle cercana que afectó a los veneros. En el recuerdo también está el charcón que dejó la demolición de la Plaza de Toros para levantar en su lugar el monstruo del Tauro a principios de los 70.   

Conocida la experiencia queda rogar y esperar a que la lluvia mantenga vigoroso el chorro o al menos evite que se debilite aún más y queda además que el personal de la calle lo tenga claro, que los jóvenes y niños se acerquen al conocimiento del lugar y a los libros que hablan de ello, y que se actúe desde el Ayuntamiento en su mantenimiento y cuidado diario… Y ¡¡¡los jarros!!!

Aquí está la madre del cordero y la cordera y lo que prueba el grado de respeto por lo público que nos gastamos con lo nuestro que, paradójicamente, es nuestro en la medida en que es de todos. Siempre que se han repuesto han desaparecido. Los jarros colgados de los ganchos contribuían y contribuirán a darle mucho más realce a la querida Fuente que se encuentra al sur del gran Paseo de San Gregorio, la gran joya de la corona. Hubo un tiempo en que venían por aquí escritores a participar en actos culturales. Luego de la cena y antes de la bohemia era obligado una caminata por el Paseo, una visita en coche al Monumento al Minero y contemplar desde allí la vista nocturna de la ciudad y la Refinería Iluminada. Y por supuesto, un buen trago de agua agria con la obligada explicación abreviada de la historia de la Fuente. Ya no había jarros. Les explicábamos que se bebía en el cuenco de las manos si no se tenía al alcance una botella vacía.

Ahora, es de suponer, que se repondrán, y se hará acopìo de un buen remanente de jarros no solo para las épocas festivas sino para el diario como corresponde a un BIC, porque como tal tendrá más y mejor vigilancia tanto telemática como presencial para actuar con celeridad. Un buena campaña también ayuda. 

En fin, hagamos votos porque sea así y porque noticias como esta nos salven del agrio, precisamente, panorama nacional que nos circunda.

Enhorabuena, paisanos/as.                  

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4 COMENTARIOS

  1. Atinado comentario, suscribo la práctica totalidad de lo escrito, pero nuestro querido Paseo, en donde se enclava la fuente, hace aguas en un aspecto crucial……sus jardines y zonas verdes en general. Malas hierbas en varios puntos, plantas secas, zonas en las que el seto está desaparecido, etc…..nuestro probos jardineros, han de poner su granito o pedrusco de arena/ piedra, para mejorar este entorno, amén de reparaciones en el mobiliario urbano ( alguna que otra farola desmochada, una precisamente al lado de la fuente). Lo dicho.

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