Urbanismo en Ciudad Real: 40 años de extravío (21)

En paralelo a dicha información de mayo de 2009, sobre la nulidad de las Directrices Urbanísticas, se producía una extraña petición del Grupo Parlamentario Popular, que vinculaba cuestiones urbanísticas con aspectos legales y financieros atribuibles a la Caja de Castilla-La Mancha (CCM), justo dos meses más tarde de su intervención. Así se informaba que el Grupo Parlamentario del PP “registrando ayer una solicitud urgente de comparecencia ante la Comisión correspondiente del consejero de Ordenación del Territorio, Julián Sánchez Pingarrón, en relación con la aplicación inmediata de la Ley de Ordenación del Territorio la Actividad Urbanística (LOTAU) y su aplicación en los terrenos aledaños al aeropuerto de Ciudad Real. Así lo anunció el secretario de Acción Parlamentaria del PP Leandro Esteban quien manifestó que CCM y LOTAU son lo mismo, su interconexión resulta más que evidente, porque existe relación directa entre personas y empresas perceptoras de créditos de CCM que al parecer van a tener un trato de privilegio a la hora de serles exigidos su pago por la entidad de crédito”. (Lanza, 22 mayo 2009). Del mes de diciembre había sido el fuego cruzado entre las responsabilidades derivadas por el retraso del POM. Las referencias, ya citadas, del concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Ciudad Real, Francisco Cañizares, “que ha culpado a la Junta de Comunidades del retraso de casi año y medio en la aprobación del nuevo Plan de Ordenación Municipal de Ciudad Real” (Lanza 15 diciembre 2009) fueron replicadas, de forma inmediata por “El concejal socialista Agustín Espinosa [que] manifestó, ayer, su malestar ante las recientes declaraciones del concejal de Urbanismo, Francisco Cañizares, quien hace unos días aseguraba que el retraso en la puesta en marcha del Plan de Ordenación Municipal era consecuencia de la Junta de Castilla-La Mancha. Unas afirmaciones que nos parecen muy graves ya que nos hemos preocupado por informamos y el retraso no se debe a la Junta sino al propio Ayuntamiento, aseguraba Agustín Espinosa, quien concretó uno a uno los distintos plazos de este proyecto. Un camino el de este plan de ordenación que se puso en marcha en julio de 2006 cuando tras un encuentro entre la Junta y el Ayuntamiento, se firmó un protocolo de colaboración por el que la administración regional se comprometía a financiar el 70% del coste. Sin embargo, el documento de inicio sobre la evaluación ambiental que el Ayuntamiento tenía que remitir no llegó hasta el 13 de noviembre de 2008, dos años después, puntualizó Espinosa. A pesar del retraso en la presentación, el documento se encontraba incompleto por lo que con fecha de 3 de diciembre la Junta requiere al Ayuntamiento que subsanen los fallos en la documentación para lo que le concedía que concluía el 15 de diciembre de 2008 pero el Ayuntamiento no presentó la documentación en plazo. (Lanza, 18 diciembre 2009).

Recuérdese que en el año anterior del acuerdo por el nuevo POM, se había producido las declaraciones del alcalde popular, Gil Ortega cuestionando la viabilidad política de un Nuevo Plan, por lo que se tantearon todas las alternativas de figuras intermedias, y particularmente, las llamadas Directrices Urbanísticas. Así el 24 de junio de 2005 se afirmaba, “En declaraciones a los medios de comunicación, el primer edil desveló parte del problema [que supondría formular] un nuevo POM, en un momento de esplendor inmobiliario asumir una suspensión de licencias –aunque fuera parcial y no total– sería un suicidio político”.

Todo ello formulado desde la constatación de varios principios enfrentados y no siempre coincidentes. La lenta tramitación del pasado y anterior PGOU-97 –iniciado los trabajos preliminares en 1992 y aprobado definitivamente en 1997, se vio afectado por cambios normativos– y desde el rechazo de operar –como medida cautelar en el proceso de tramitación–  con una Suspensión de licencias, como elemento paralizante de la actividad inmobiliaria. Extremo este de la Suspensión de licencias –como muerte súbita del sector– agitado por el colectivo de promotores, algunos técnicos y constructores, pero de escasa incidencia cierta en un proceso de reforma normativa cuando se opera en estructuras urbanas ya consolidadas. Y esta falacia de la equivalencia entre la aprobación de un nuevo Plan Urbanístico y la consecuente paralización de la actividad del sector inmobiliario, produjo efectos perversos de aversión al cambio de normativa. Desde la creencia de que ello, acarrearía cierta paralización económica. Y por ello, y desde el descredito normativo de una renovación, se optó por la huida hacia adelante con figuras faltas de encaje normativo. Como las ya citadas Directrices Urbanísticas, fruto de todo el devaneo precedente desplegado desde la Gerencia de Urbanismo desde 2005. Figuras y enunciados de alcance desconocido y rara vez desmentidos y desmontados por la oposición política y las estructuras profesionales y académicas. Así toda la caterva de enunciados diversos como Pactos Económicos; Estudios de Márquetin; Ciudad Real de cara al siglo XXI y Promociones Industriales; Cuadernos de Opinión. Políticas abiertas; Acuerdo por Ciudad Real de 1999; Documento de Directrices de Ordenación de Ciudad Real (DDOCR); Consultas Previas; Esquema Director de Infraestructuras (EDICR); Estudio de Directrices sobre el Crecimiento Futuro de 2005 (EDCFCR); Planes Estratégicos 2005 y 2015; Planes Modernizadores 2025; Estrategias EDUSI de 2012 a 2025; Smart City 2014,; Plan Director de Movilidad (PDM); Plan de Protección y Rehabilitación del Patrimonio Histórico (PPRPOH, 2007) y Plan E, componen todo un arsenal propagandístico y de escasa virtualidad operativa en el devenir de la ciudad. Componiendo un mosaico asilvestrado de apuntes y notas, de carácter retorico e ilusorio, similar al contenido de los programas electorales que se producen cada cuatro años y que apuntan a su claro incumplimiento.

Carácter ilusorio y redundante similar al desplegado por el Plan de Ordenación del Territorio (POT de CLM), presentado por el consejero del ramo (Lanza, 19 septiembre 2009) y con efectos de escasa presencia real. “El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, presentó ayer a expertos y agentes sociales involucrados en el desarrollo territorial de la región, el Plan de Ordenación del Territorio Estrategia Territorial de Castilla-La Mancha (POT regional), una herramienta que permitirá planificar el desarrollo de nuestro territorio desde una nueva dimensión económica, social, cultural y ecológica…Su objetivo global es planificar la ordenación física del territorio de Castilla-La Mancha a medio y largo plazo que, acorde con las necesidades y potencialidades de la región, defina la organización racional y equilibrada del suelo y de los recursos naturales, y procure la articulación, integración y cohesión económica y socialmente sostenible de la región, tanto a nivel interno como con el resto de España y Europa. JCCM. Sus objetivos específicos se concretan en cuatro ejes estratégicos: desarrollo de un territorio competitivo y vertebrado; cohesión social y calidad de vida; puesta en valor, gestión y uso sostenible de los recursos ambientales, culturales y paisajísticos; y coordinación y cooperación en las actuaciones con impacto sobre el territorio. Esta estrategia, afirmó Julián Sánchez Pingarrón, se desarrollará en el marco del Pacto por Castilla-La Mancha, suscrito el pasado 4 de agosto de 2009 entre el Gobierno regional y todos los agentes sociales y económicos de la región, y que define diversas líneas de actuación orientadas a sentar las bases de un crecimiento sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental”. En una onda de valorar los criterios derivados del POT y analizar el momento del Planeamiento en suspenso, se produjo la intervención de “Félix Pillet, catedrático de Geografía de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y director del departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, dio ayer una conferencia sobre ‘Ciudad Real, pasado y presente urbano de la ciudad’ en la que dio algunas de las claves del futuro urbanístico, de Ciudad Real, así como analizó el pasado de la capital en este asunto. Pillet, en una charla celebrada en el Hotel NH que había sido organizada por el PSOE municipal –y a la que acudió José Fuentes, delegado de la Junta de Comunidades–, abogó por ‘la construcción de una segunda ronda que rodee a la que hay ahora, como una de las medidas que debería contemplar el futuro Plan de Ordenación Municipal (POM) de cara a intentar descongestionar el tráfico de la capital…Para el profesor de Geografía, la UCLM tiene mucho que decir en el futuro urbanístico de la capital, ya que considera primordial convertir el actual campus en una auténtica ciudad universitaria que vaya desde la Plaza de España hasta la Estación del Ave, para que todo sea un espacio integrado e universitario. El catedrático afirmó que habría que valorar los aspectos positivos y negativos del urbanismo de Ciudad Real y potenciar los positivos y explicó que los proyectos del futuro urbanístico deben tener en cuenta la política europea del policentrismo: que Ciudad Real capital sea el centro que ordene el territorio” (Lanza 19 noviembre 2009). ¿Valorar los aspectos negativos de urbanismo local?, resulta sorprendente o fruto de una mala transcripción. De igual forma que parece insuficiente como análisis el esquema de ‘la segunda ronda’ y la idea de ‘potenciar el campus universitario’ como alternativas a la problemática acumulada.

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