Virginia, María José, Laura, Priscila y Ondina, mujeres líderes y decisivas en la parada de Repsol Puertollano

El Día Internacional de la Mujer se conmemora en el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano en plena parada plurianual programada de las unidades que integran el esquema de Conversión, la más ambiciosa de las que se han llevado a cabo hasta la fecha en el complejo y donde el liderazgo femenino ocupa un puesto de relevancia.

La parada es un trabajo muy intenso y exigente para todos los profesionales que participan en el proceso y requiere del talento y el compromiso de todos los equipos. Como empresa comprometida con la igualdad de oportunidades, la diversidad y la incorporación de talentos diversos, Repsol ofrece alas mujeres amplias oportunidades de desarrollo laboral. Hoy más del 33% de las mujeres que trabajan en la compañía tienen puestos de liderazgo y el objetivo es alcanzar al menos el 35% en 2025.

En el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano, más del 30% de sus líderes son mujeres con responsabilidad, que dirigen equipos en puestos muy técnicos: subdirectoras, jefas de planta, de producción, de fiabilidad y mantenimiento, de procesos y de diferenciación; y el porcentaje de mujeres que trabajan en el centro industrial se incrementa cada año: actualmente el 51% de los profesionales que se incorporan a su plantilla son mujeres.  Y es que las empresas que quieren ser competitivas no pueden renunciar a ningún talento. La parada del Complejo es un ejemplo de ello.

Repsol va a llevar a cabo un desembolso de 120 millones de euros para acometer todos los trabajos previstos durante la parada programada, que se desarrollarán a lo largo de unos 60 días y 660.000 horas de trabajo. La parada sirve garantizar un nuevo ciclo productivo e incorporar mejoras tecnológicas que requieren los proyectos de descarbonización industrial y el incremento de la eficiencia energética de las instalaciones.

María José Navarro, Virginia Tamames, Laura Laguna, Priscila Vicario y Ondina López, son algunas de las voces femeninas protagonistas de la evolución de la mujer en el sector industrial. Ellas han superado el techo de cristal a base de esfuerzo y son todo un ejemplo.

Desarrollando funciones clave

Virginia Tamames lleva casi dos décadas en Repsol. Empezó como ingeniera de Mantenimiento, fue la primera jefa de Electricidad y desde el año pasado ocupa el puesto de jefa de Instrumentación, también la primera. Ahora, en la parada, coordina los trabajos en el área de Refinería II y otras unidades. Se siente perfectamente preparada para asumir el reto. “Lo más desafiante es la responsabilidad y compromiso que adquieres con tu puesto y con las personas de tu equipo ya que es una industria compleja y con una dedicación a la seguridad primordial”. Por otro lado, asegura, es muy importante que los trabajos se ejecuten con la calidad requerida, “tenemos que asegurarnos de que la planta va a tener otro ciclo de funcionamiento con una fiabilidad alta y que las nuevas inversiones ayudarán a mejorar los procesos y se integrarán perfectamente en la operación”, explica. 

Como Gerente de la planta de Destilación, la responsabilidad principal de María José Navarro es mantener la producción de manera eficiente teniendo como máxima prioridad la seguridad de los trabajadores y las instalaciones, y minimizando el impacto ambiental. Para ella, el proceso de transformación en el que está inmerso el Complejo afecta “a todos los trabajadores independientemente de que seamos hombres o mujeres; pero es cierto, que esta transformación industrial también requiere la incorporación de cada vez más mujeres al sector.

En este sentido, Repsol promueve diferentes actuaciones para captar a los mejores profesionales y retener este talento ofreciendo igualdad de oportunidades. “La realidad es que cuando entré a trabajar aquí no había gerentes mujeres y hoy en día, cada vez somos más, es un reparto de tareas igualitario”, añade María José.

Su compañera, Laura Laguna es jefa de Equipos Estáticos y su principal reto es coordinar la zona que engloba grandes estructuras como antorchas, torres de refrigeración, chimeneas…, clave para el funcionamiento del resto de las plantas. Ella es otra de las mujeres que coordina una gran zona de trabajos. Lidera un gran equipo de profesionales que trabaja unido para garantizar la disponibilidad, la fiabilidad, la seguridad y el cumplimiento de los planes de mantenimiento preventivo de las unidades. Laura asume el reto con responsabilidad y desearía que más mujeres se incorporaran al ámbito industrial: “Cada vez hay más mujeres que se forman y se incorporan al sector industrial, aportando su talento, su capacidad y su diversidad. También asumen puestos de responsabilidad y liderazgo, demostrando su competencia y su valía. Sin embargo, todavía existen barreras y estereotipos que dificultan el acceso y el desarrollo de las mujeres en el sector industrial, especialmente en áreas tradicionalmente masculinas como el mantenimiento”, nos comenta.

Mujeres en el sector industrial: desafíos y oportunidades

Históricamente, las mujeres en el sector industrial han enfrentado barreras sociales y culturales. Ahora, empresas como Repsol, donde ellas son líderes y personal técnico muy especializado, están cambiando el panorama y el talento femenino está siendo parte de la transformación industrial aportando perspectivas únicas y diferentes a la resolución de los retos y oportunidades que se plantean en este nuevo escenario.

Tal y como Laura Laguna destaca “la incorporación de la mujer al sector industrial supone una fuente de innovación, de creatividad y de diversidad, que contribuye a mejorar la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad de los procesos y los productos. Nuestra presencia supone un factor de atracción y de retención del talento, que es clave para afrontar los retos y las oportunidades que plantea la industria”.

En cuanto a Priscilla Vicario, Técnico de Equipos Estáticos en el Departamento de Fiabilidad y Mantenimiento, asume durante la parada la gestión y organización logística, uno de los puestos con más dedicación y transversalidad. Ello implica una serie de desafíos importantes como la planificación y coordinación de las necesidades de las cerca de 90 empresas colaboradoras, la gestión de los contratos, la optimización de recursos y rutas de transporte, minimizando tiempos de espera y maximizando la utilización de equipos y mano de obra disponible. “Ésta parada representa mi primer desafío profesional en Repsol y he podido apreciar la cantidad de recursos y medios humanos necesarios para llevar a cabo trabajos de esta envergadura, así como la importancia de la coordinación y colaboración entre los diferentes departamentos implicados. También he podido experimentar los esfuerzos que Repsol realiza para promover la igualdad de oportunidades y la diversidad, así como en proporcionar un entorno laboral inclusivo y equitativo”, nos comenta.

Ondina López es Técnico de Seguridad Industrial en la unidad de Destilación, y durante la parada forma parte del grupo de Coordinación en Seguridad, responsable de velar por que todos los trabajos se realicen bajo los estrictos estándares y procedimientos de seguridad de Repsol. En este proceso tiene cerca de una decena de técnicos de seguridad bajo su cargo. Tal y como nos explica “actualmente podemos ver un mayor porcentaje de mujeres ocupando puestos técnicos y de dirección en este sector, lo que es inspirador para las nuevas generaciones porque todo este camino ha sido abierto por mujeres que se han esforzado mucho”.

Y es que el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano sigue rompiendo barreras con numerosos ejemplos de equipos diversos, que enriquecen el trabajo diario y que aportan un plus a cada iniciativa. En Repsol, el principal objetivo es aprovechar todo el talento disponible en la sociedad, apostando por la diversidad y la igualdad de oportunidades.

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