Por José Belló Aliaga
La Sala Recoletos de la Biblioteca Nacional de España acoge hasta el 19 de mayo una exposición dedicada a Agustín de Betancourt (1758-1824), ingeniero y fundador de la Escuela de Caminos y Canales. En 2024 se conmemora el bicentenario de la muerte de esta figura fundamental en la Europa de la Ilustración
Organizada por la Biblioteca Nacional de España, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, la Universidad Politécnica de Madrid, el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) y la Fundación Juanelo Turriano, esta exposición da a conocer la vida, la obra y el legado de este ingeniero cosmopolita cuyas aportaciones a la historia de la ingeniería hicieron de él una de las figuras de mayor prestigio de la Europa de la Ilustración.
Agustín de Betancourt 1758-1824. Fundador de la Escuela de Caminos y Canales. Ingeniero Cosmopolita, en la BNE
Agustín de Betancourt, ingeniero cosmopolita e ilustrado
Nacido en el Puerto de la Cruz (Tenerife) en 1758, Agustín de Betancourt encarna el espíritu cosmopolita del Siglo de las Luces. Viajes, libros, inventos y proyectos desgranan su trayectoria, que discurrió entre La Laguna, Madrid, París, Londres y San Petersburgo. En todas estas ciudades llevó a cabo una extraordinaria labor en el ámbito de la ingeniería y la técnica, obteniendo el reconocimiento de destacadas autoridades políticas y científicas.
Partiendo de experiencias francesas, impulsó con éxito la creación del cuerpo y las primeras escuelas de ingenieros de caminos y canales en España y Rusia. Se interesó por las invenciones técnicas más revolucionarias, que enriqueció en sus publicaciones e informes: desde la mejora en los canales de navegación a la máquina de vapor de doble efecto. Sus obras cosecharon un gran éxito y se imprimieron en francés, inglés o alemán.
Los libros fueron imprescindibles en su formación y quiso que lo fueran para los nuevos ingenieros, insistiendo en que la Escuela de Caminos de Madrid se hiciese con una amplia biblioteca de los mejores impresos europeos. Del mismo modo, apoyó una ambiciosa política de publicaciones para difundir los conocimientos más actualizados y que pudieran ser más útiles para el país.
Una exposición en movimiento con maquetas, inventos y animaciones 3D
La exposición repasa las decisivas aportaciones de Betancourt a la ingeniería civil hasta su muerte en San Petersburgo el 14 de julio de 1824. Un total de 154 obras, de las cuales 68 pertenecen a la BNE y el resto a diferentes prestadores, entre los que figuran archivos, bibliotecas, museos, fundaciones e instituciones españolas y extranjeras, dan idea del mundo y la trayectoria del ingeniero canario.
Sobre el papel, en las paredes y en las vitrinas, la Sala Recoletos de la Biblioteca Nacional de España se convierte en un inmenso taller con detalladas maquetas y reproducciones de los inventos y construcciones de nuestro protagonista, con explicaciones sobre su funcionamiento y su importancia para el desarrollo de la ingeniería. Además, las máquinas cobran vida y movimiento a través de animaciones 3D que se proyectan en pantallas de alta definición.
Entre otras, pueden verse las siguientes aportaciones de Betancourt:
-Máquina de vapor de doble efecto. Se aborda su funcionamiento, cómo se difundió desde Inglaterra y el papel jugado por Betancourt en ello.
-Telégrafo óptico. Realizado en colaboración con Breguet, supuso una alternativa al sistema de telegrafía óptica de Chappe que, a pesar de su eficacia, no pudo implementarse ni en Francia ni en España.
– Esclusa émbolo buzo. Presentada la memoria con esta novedosa esclusa que permitía ahorrar agua y tiempo a l’Institut National de France, revela la preocupación por desarrollar los canales de navegación, verdaderos caminos de agua en gran parte del continente europeo.
– Construcciones en Rusia. Algunas de sus obras en Rusia contribuyeron a la modernización del país y supusieron una fértil transferencia de conocimiento con Europa, como la Sala de Ejercicios de Moscú o la maquinaria que diseñó para elevar las columnas del pórtico de la catedral de San Isaac de San Petersburgo.
-Dragas. Betancourt abordó problema de la limpieza de los fondos de puertos, ríos y canales, principalmente, a partir del proyecto de limpieza del puerto de Venecia y de la construcción de la draga de Kronstadt.
– Ensayo sobre la composición de las máquinas. Realizada junto a José María de Lanz, es sin duda la publicación más destacada e influyente de Betancourt. Se compara a otros modos de representación de máquinas empleados hasta ese momento y las novedades que supuso este sistema.
Comisario:
Daniel Crespo Delgado. Profesor de la Universidad Complutense de Madrid e investigador de la Fundación Juanelo Turriano. Especializado en el estudio de la cultura de la Ilustración, ha publicado numerosas monografías y artículos en editoriales y revistas científicas de referencia. Ha comisariado otras exposiciones sobre historia de la arquitectura y la ingeniería en la Biblioteca Nacional de España y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Diseño:
Bernardo Revuelta Pol. Arquitecto. Director gerente de la Fundación Juanelo Turriano y autor de los proyectos museográficos de más de treinta exposiciones.
José Belló Aliaga