Paco Núñez. Presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha.- En Castilla-La Mancha contamos con unos datos, -más allá de la publicidad gubernamental- que no son tan positivos como en el resto del sector turístico. Aumentamos un 3,3 por ciento de media, pero perdemos casi un 1 por ciento en autónomos en esta importante industria turística.
Desde el Partido Popular hemos propuesto, en reiteradas ocasiones, la necesidad de un cambio transformacional para la industria turística. A nivel nacional se ha solicitado un PERTE que el gobierno de Sánchez ha denegado, a nivel regional, hemos solicitado la dinamización de los fondos europeos y el 89,9 por ciento está en manos de las administraciones públicas, cuando es el empresariado el que verdaderamente hace esfuerzos para poder seguir siendo competitivo.
El Turismo crece en empleo, crece en ingresos, crece en número de turistas y en peso en el PIB nacional, hasta un 12,8 por ciento estimado en España y, en nuestra región, el gobierno ve el turismo no como una herramienta de desarrollo, sino como un fenómeno desconocido al que quieren adherirse mediante ocurrencias.
En Castilla-La Mancha contamos con muchos y buenos profesionales, empresarios e inversores que entienden que somos una región atractiva, potente, con futuro, pero que necesita de una planificación adecuada y con amplitud de miras. Nuestra apuesta se basa en cuatro pilares fundamentales para que la industria turística se vea reflejada en ellos, porque son los que están demandando ese cambio en la política turística regional. Proponemos una apuesta decidida por la inteligencia turística, por la innovación como eje transversal, por infraestructuras y todo ello soportado con inversión.
Los fondos para invertir en turismo se están perdiendo porque la administración regional no es operativa ni cooperadora con ello. Las infraestructuras son un continuado mantra que nunca alcanza a nada ni llega a ningún sitio, solo se repiten anuncios y titulares que luego no se plasman en la realidad. La apuesta por la innovación no es solo un calendario de eventos de luz y sonido, es un eje sobre el que construir un plan formativo, un plan de digitalización, un plan de mejora de reputación online, un cambio total en cómo nos ven y cómo pueden reconocer nuestras señas de identidad.
La promoción tiene que ser cada día más eficiente, pero la era digital nos permite poder apostar por campañas más eficaces, más adecuadas y para ello es preciso apostar por la Inteligencia turística. Los empresarios demandan datos, demandan mejores campañas y mucho más personalizadas para llegar al cliente que verdaderamente se sentirá satisfecho de pernoctar en nuestra región.
Son ejes fundamentales para apostar por una industria que ayudará a seguir conservando y manteniendo nuestras señas de identidad, la diversidad de nuestros paisajes, la huella cultural centenaria y un patrimonio de incalculable valor. El sector precisa de cambios y certidumbres para promover la convivencia entre residentes y turistas, entre modernidad y tradición, un cambio que ayude a crear oportunidades no sólo para la propia industria turística, sino de manera transversal pata toda la sociedad castellanomanchega.
El turismo es una herramienta que todos compartimos como una herramienta para el desarrollo de nuestra región, sin menoscabo de ser necesaria la actividad turística para la conservación de nuestras raíces, la sostenibilidad y cuidado de nuestros paisajes, la generación de oportunidades laborales y de creación de empleo de manera directa e indirecta.
La certidumbre para un sector transversal es fundamental para apostar de manera decidida, valiente y optimista por un futuro competitivo, de calidad y vanguardia para el Turismo de Castilla-La Mancha.