Todas las circunstancias derivadas concluyen con el dato de la construcción del número de viviendas acumuladas en los últimos trece años, como se puede leer el 25 de julio de 2004. “Ya que en los últimos trece años se han construido en la capital, según el número de licencias de obra concedidas por el Ayuntamiento, 12.026 viviendas, una cifra mucho más elevada que el crecimiento poblacional registrado en la ciudad en ese mismo período de tiempo. Según explicó Gabriel Miguel, la media anual de licencias de construcción otorgadas por el Ayuntamiento para vivienda ronda las 1.200. El año 1992 fue el que más crecimiento urbanístico experimentó con la concesión de 1.724 licencias. Miguel reseñó que fue en ese ejercicio cuando se urbanizaron dos grandes sectores: la zona de Eroski José Maestro. En los años siguientes la construcción de viviendas sufrió un receso ya que desde 1993 hasta 1997 estuvo en revisión el Plan General de Ordenación Urbana de Ciudad Real, un aspecto que generó incertidumbre en el sector que repercutió en que las licencias de construcción para viviendas concedidas por el Ayuntamiento bajaran considerablemente. Así, en 1993 se otorgaron 525 licencias, 324 en 1994, en 1995 sólo 308 esta cifra bajó hasta las 247 en 1996 para experimentar después, en 1997, un ligero ascenso hasta las 611. En el año 1998 el número de licencias superó el umbral del millar se situó en 1.060 y, en 1999, volvió bajar hasta la cifra de 827. Los años 2000 2001 también fueron periodos de mucho movimiento. Los datos anteriormente reflejados muestran cómo, proporcionalmente hablando, el número de viviendas crece de forma mucho más rápida que la población. Sobre este aspecto, la mayor parte de los agentes inmobiliarios consultados por Lanza coinciden en afirmar que la adquisición de una vivienda, hoy por hoy en Ciudad Real, se hace más por cuestiones inversoras que por necesidad”.
En esta línea, Valle Villalón, gerente de la inmobiliaria Villalón, indicó al periódico Lanza que “cada vez es más habitual que personas de otras localidades de la provincia, incluso de fuera de ella, inviertan buena parte de sus ahorros en la adquisición de una segunda vivienda en la capital para, su vez, alquilarla posteriormente”. Otro aspecto que también se ha dejado notar en el sector inmobiliario de Ciudad Real ha sido la marcha de la economía. “Con los intereses de los bancos por los suelos, lo más rentable es invertir en ladrillos, En esta línea se pronunció también el responsable de la inmobiliaria Diakasa K-2 quien destacó que el ‘boom’ inmobiliario registrado en Ciudad Real en los últimos años. está ligado también los grandes proyectos de futuro que planean sobre esta ciudad”.
Elementos catalizadores del denominado Boom inmobiliario que se va a producir con el calentamiento de la economía, entre 2004 y 2008. Año este último que llega a producirse una caída del IBEX anual del 40%, mientras que las viviendas sin vender alcanzaban las 700.000 unidades y la venta de viviendas usadas bajaba un 8,6% anual. Además de ello, a mediados de julio se presentaba la mayor suspensión de pagos por cuenta de la promotora Martinsa-Fadesa. Todo ello –crisis financiera, crisis inmobiliaria y Plan de Austeridad de 2010– acabarían lastrando las expectativas de crecimiento desmesurado de los años anteriores. Quizás como contrapartida de todo ello y del abierto problema inmobiliario, se produzca la creación de EMUSVI (Lanza, 16 noviembre de 2004), Empresa Municipal de Suelo y Vivienda, que en sus diez años de funcionamiento –el PSOE, tras la victoria y el gobierno con Ganemos de 2015, liquidaría la empresa sin buscar alternativas de viabilidad y continuidad–, que había realizado cerca de 1.000 viviendas. El alcalde de Ciudad Real, Francisco Gil-Ortega, anunció ayer que “la nueva gerente de Urbanismo está ya redactando los estatutos de la que va a ser la Empresa Municipal del Suelo de la Vivienda, que podría empezar funcionar finales de enero”. Gil-Ortega, que inauguró ayer las Jornadas de Vivienda Joven promovidas por la Concejalía de Juventud, afirmó que el Ayuntamiento creará su propia empresa de vivienda para contribuir solucionar, en parte, el problema de la escasez. De esta forma explicaba que “el Ayuntamiento se convertirá en promotor de viviendas siempre cuando no pierda dinero con ello sea rentable para la sociedad, aunque esto no implicará el que se siga urbanizando, cediendo terreno la administración regional para la construcción de viviendas con algún tipo de protección social”.
El 19 de noviembre de 2004, se publicaba la Aprobación del PSI, Proyecto de Singular Interés –técnica de excepcionalidad calificadora del suelo, que bebía del previo planteamiento de ‘la utilidad pública y el interés social’– de El Reino de Don Quijote. Un tratamiento informativo cercano al trabalenguas, toda vez que se informaba positivamente el Hotel Castillo-Casino de La Mancha, como parte integrante de otro proyecto superior. “El Gobierno regional publicó ayer en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha la resolución de la Consejería de Vivienda Urbanismo por la que se aprueba inicialmente se somete información pública, efectos urbanísticos medioambientales, el Proyecto de Singular Interés (PSI) 2.1 ‘Hotel Castillo-Casino de La Mancha, fase 1’ del denominado ‘El Reino de Don Quijote’. Dicho proyecto se refiere los usos servicios previstos dentro de este complejo de ocio, como son un hotel de cinco estrellas de aproximadamente 400 plazas sus unidades complementarias, un Centro de Espectáculos; Convenciones Congresos para la celebración de todo tipos de eventos lúdicos profesionales, un balneario, un recinto de aguas termales un casino. Lo completan diferentes espacios reservados locales comerciales, en especial, restaurantes, bares cafeterías”.
El 15 enero 2005 y buscando cobertura intelectual a todas las estrategias contradictoras, que se vienen desplegando en paralelo a la existencia del PGOU-97, se informa del desarrollo de las Primeras Jornadas de Urbanismo, con la intervención de José María Ezquiaga, responsable posterior del Documento de Directrices de Ordenación de Ciudad Real. Llamado a erigirse en clave interpretativa de posibles desviaciones normativas. Circunstancia ésta, que motiva, que el 21 de enero, se produjera la declaración de Gil Ortega sobre el modelo de ciudad que queremos y de su exacta definición. Todo ello dicho en presencia de la nueva Gerente de Urbanismo, Carmen Casanova, que ha asumido los mandos de Gerencia, desde finales del año anterior. Jornadas por celebrar el 24 y 25 de enero y con un panel de participantes que es toda una declaración de intenciones: expertos del exterior y patricios locales, en una amalgama de grupos de presión intelectual y poderes fácticos. Donde además se visualiza la presencia, no neutral, como patrocinador del Aeropuerto de Don Quijote. El 18 de enero la Gerente Casanova había tenido un encuentro con la APEC, relativo a “problemáticas y proyectos”, en lo que más parecía una ‘presentación de cartas credenciales’. El 19 de enero, en la presentación oficial de la nueva Gerente de Urbanismo, ésta afirmaba que el Urbanismo de Ciudad Real “necesita un cambio cualitativo”, añadiendo “que la sostenibilidad, la competitividad y la calidad de los proyectos son los ejes que deben presidir ese cambio”. Casanova, que presentó junto al alcalde de Ciudad Real las repetidas Jornadas sobre las actividades económicas las transformaciones urbanísticas “que se van desarrollar los próximos días 24 y 25, afirmando que es necesario desarrollar fórmulas administrativas más ágiles que permitan a las ciudades resolver sus problemas de crecimiento en poco tiempo, rechazando las tradicionales, como las modificaciones de los planes generales de ordenación urbana, por considerarlas lentas”.
Y esta es la clave de bóveda de las posiciones políticas y conceptuales a la altura de enero de 2005. Estrategias que pasaban por sortear obstáculos y acelerar trámites administrativos, denunciando la repetida lentitud de la tramitación aprobatoria. El corsé legal y normativo –se estaba viendo con las dificultades de tramitar asuntos fuera del campo proyectivo y planificador del PGOU– necesitaba más ductilidad en los procedimientos. Una ductilidad y celeridad que demandaban algunos de los actores convocados al encuentro citado. Nótese que la convocatoria hermanaba las transformaciones urbanas con las actividades económicas, en un dos por uno y en una identificación. Todo ello al amparo de efemérides civiles y quijotiles.“2005 es el año de Ciudad Real, no sólo por esa mirada al pasado, al cumplir 750 años como ciudad, sino como un año importantísimo para sentar las bases del futuro que estará muy significado por el urbanismo, añadió”, Precisamente, en esa idea de empezar trazar el modelo de ciudad que todos queremos de cara, al menos, al 2015 en aras de que sea diseñado como un proceso colectivo, el Ayuntamiento de Ciudad Real va celebrar, el lunes y martes próximo en la Cámara de Comercio las Ias Jornadas sobre las actividades económicas y las transformaciones urbanísticas.
Las referidas Jornadas (Lanza, 25 enero 2005) pusieron sobre la mesa varios argumentos: “Según explicó Gil-Ortega, [que] el momento actual es ‘muy interesante’ y, en este sentido, invitó todos los sectores, desde la oposición municipal, la Universidad, empresarios, organizaciones diversas, etc., a participar en el diseño de lo que debe ser la Ciudad Real de las próximas décadas”. Unas declaraciones que daban ya por amortizado el contenido del PGOU-97, en coherencia con lo que se venía trabajando, a espaldas de una argumentación administrativa, como había sido toda la referida a la tramitación del citado Plan General, del que se aborrecía tanto su lentitud como sus imprevisiones. Como quedaba patente (Lanza, 27 enero 2005) en lo afirmado, tanto por Juan Antonio León, Presidente de la Cámara de Comercio (que explicó “cómo desde la inversión privada también se hace modelo de ciudad. Puso varios ejemplos tangibles de lo que eso ha significado para Ciudad Real. Bajo el apadrinamiento de la Cámara de Comercio, apuntó hemos puesto en marcha, entre otros importantes proyectos como el Aeropuerto, lo que hemos venido llamar el Centro Europeo de Innovación de Empresas, que ha ido recogiendo lo largo del breve tiempo de su inicio en torno 2.256 proyectos”), como por Gil Ortega (afirmando que “se han sentado las bases para una revolución urbanística que debe experimentar la ciudad”; además de “que no regatearemos en esfuerzos para poner los medios necesarios. De hecho, subrayó, crearemos un comité de evaluación para ponderar los logros conseguidos en ocho meses”). En ese afán por inventarse situaciones y modelos aparecen tanto el Comité de evaluación como el Documento de Directrices de Ordenación de Ciudad Real. Obviando que ambas realidades era suplentes desviados del plenario municipal y del Planeamiento Urbano. Y que las citadas evaluaciones del mes de septiembre fueron, más adelante, papel mojado.