Es tiempo de setas pese a que la lluvia no se muestra generosa por estos pagos. Claro, que hay que saber aprovechar los chaparrones y los días de humedad para salir al monte y a los sitios que siempre son secreto de los seteros empedernidos. Como este vecino que aprovechando la rala llovizna de estos días y sol, por supuesto, se dio un paseo por los campos de Saceruela y logró cosechar un buen puñado de hongos aunque en este caso no fue tanto la cantidad como la dimensión de un ejemplar de Boletus Edulis que podría dar para media docena de tortillas o bien cortado y laminado para tres o cuatro bandejitas como las que se venden en los supermercados.
Dicen que el sur no tiene tanta tradición de setas como en el norte, lo cual es más una leyenda si no urbana, sí campera, dado que en los montes del Valle de Alcudia y territorio aledaño, la cosecha silvestre suele ser muy generosa sobre todo si ha llovido. Este otoño las nubes no se han despachado como debieran pero ya se sabe, que quien sabe, sabe y quien no sabe se va al super… a buscar setas. Y ya puestos, decir que el Boletus Edulis a la que se le conoce también en el mundillo como seta calabaza se da sobre todo en bosques caducifolios y suele alcanzar dimensiones considerables como el ejemplar de la foto. Buen provecho.
