Argamasilla de Calatrava compartió ayer tarde, en el tránsito de la tarde a la noche, el estreno de la que ya es su época navideña más autóctona, la de una ornamentación con artesanal manufactura rabanera, que imbuye a la localidad en paisaje de ilusiones varias.
Porque a este particular cuento de Navidad que articula el centro urbano, con especial refulgir de luces, confluyen infinidad de elementos decorativos de historias que hacen felices a familias y la satisfacción de las más de 800 personas que les han dado vida.
Vida o, mejor dicho, segunda vida para envases hoy demudados en caracolitos, casitas de duende, ‘papanoeles’, trenecitos, casitas de árbol, caramelitos por doquier, un gran árbol navideño y un largo etcétera que hacen incluso del edificio consistorial todo un palacio.
Y ante tanto altruismo el alcalde, ayer, una vez que desde su discreción Angelines Alarcón, artífice de tamaña concepción, pulsó por primera vez el botón con que refulgía todo este montaje, no podía por menos que dar las gracias a las personas y colectivos implicados.
“Este año, algo especial ha sucedido. No son las luces compradas en una tienda las que nos rodean, sino la luz brillante de la creatividad y la colaboración de cada uno de vosotras y cada uno de vosotros. Esto es el resultado de un trabajo realizado por todos y todas”.
Así se pronunciaba Jesús Ruiz quien, desde el orgullo hacia sus paisanos, abundaba en que, gracias a esta generosidad, “nuestras calles se han convertido en lienzos donde la imaginación se ha desatado, y el resultado es simplemente mágico”.
Algo que, como todos saben, es resultado de la imaginación de Angelines a quien le reconocía, “una ilusión enorme por desarrollar su idea, por hacer de nuestro pueblo un pequeño cuento de Navidad”, por eso, “desde aquí quiero felicitarla públicamente, darle unas gracias infinitas y os pido un gran aplauso”.
Y el regidor ponía también en valor a quienes también han hecho posible esta decoración, pues “habéis guardado el material para reciclar”, reconociendo también la imprescindible labor “de los trabajadores municipales que han ayudado con el montaje”.
“En estos tiempos desafiantes, es reconfortante saber que podemos crear belleza juntos, que podemos tejer hilos de esperanza y alegría que iluminarán incluso las noches más oscuras”, apostillaba también Ruiz Valle.
Deseando asimismo “que esta decoración navideña sea un recordatorio de que, aunque cada uno de nosotros sea una luz pequeña, juntos iluminamos el camino hacia un futuro lleno de amor, paz y felicidad”, concluyendo con una felicitación a toda la población.
El encendido contó asimismo con la particular calidez del Coro de Mayores que, tras la intervención del alcalde, interpretó varios villancicos ante la gran muchedumbre de todas las edades que se dio cita, con muchos asistentes con alguna caracterización navideña.
Posteriormente, atendiendo a los numerosos medios de comunicación presentes, Adela Jiménez, en representación de todas las personas que han hecho posible tan ensoñadora ambientación, reconocía que la labor de estos meses ha sido “de todo el pueblo”.
“Asociaciones, hombres, mujeres, niños, colegios, todos participado en este proyecto tan bonito que hoy ilumina con este calor, no solo de sus luces, sino del calor humano de Argamasilla de Calatrava”, refería, reconociendo la brillantez de miras de Angelines.
Y Estela Céspedes, edil de Cultura, se congratulaba de que el momento supusiera el punto de apertura para la programación de Navidad, “que como no puede ser de otra manera, pues viene cargada de alicientes, para adultos, para niños”
Y entre citas musicales, teatrales, de cuentacuentos, etcétera, sobresaldrá de una manera muy particular el “mercado medieval aquí en la Plaza del Ayuntamiento”, una cita que regresará, junto a otras propuestas y las llegadas de todo “el tejido asociativo”.