Escuelas de baloncesto de la capital, Miguelturra y Pozuelo de Calatrava tendrán un encuentro cada quince días con el único propósito de que los chicos y chicas tengan una pequeña aproximación a la competición sin tener que mirar al resultado y sí a la convivencia y a la familiarización con las reglas.
Este domingo 3 de diciembre ha comenzado la tercera edición de Pequeños Jugones, un circuito de baloncesto en el que participan las escuelas de baloncesto del Basket Cervantes Ciudad Real, del Ayuntamiento de Miguelturra, del Ayuntamiento de Pozuelo de Calatrava y los colegios Nuestra Señora del Prado, Hermano Gárate, Santo Tomás, José María de la Fuente y La Merced de Miguelturra. Las categorías participantes en esta competición son la Benjamín, con niños y niñas nacidos en el año 2014 y 2015, y los más pequeños y jugones que son los prebenjamines nacidos en 2016 y 2017.
El calendario de esta competición en la que prima la convivencia y el aprendizaje de todos los jugadores va desde diciembre a febrero, a lo largo de ocho jornadas y tiene un carácter quincenal siendo los encuentros los domingos por la mañana. La sede será rotatoria, en la que las propias escuelas se convertirán en anfitrionas del resto al menos en una ocasión. La jornada inaugural se celebró en el Colegio Santo Tomás de la capital en cuyo pabellón cubierto pudo comprobarse cómo los jugadores y jugadoras evolucionan, disfrutan y conviven de la mano del baloncesto, de sus monitores, responsables de inculcarles los valores del deporte de la canasta, y de los árbitros que son los encargados de enseñar con mucha pedagogía el reglamento más básico. En la categoría benjamín se juega en la modalidad de cuatro contra cuatro mientras que en la prebenjamín se hace en tres contra tres.
Los protagonistas absolutos de esta competición son los “Pequeños Jugones” en una categoría en donde el resultado y la clasificación no tiene ninguna trascendencia puesto que no se anotan las canastas.
Se trata de una iniciativa que tiene garantizada su éxito viendo las gradas repletas de familias aplaudiendo y animando a unos chicos y chicas entregados al juego.