El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dicho hoy, en Toledo, que desde el primer plan de empleo que se puso en marcha en el año 2015, han sido más de 500 millones de euros los destinados a mejorar la calidad de vida de 70.000 personas de la región, “que han conseguido salir de la pobreza más absoluta”, ha especificado.
García-Page ha señalado que esos 500 millones de euros que ha puesto el Gobierno de Castilla-La Mancha, las diputaciones y los ayuntamientos, han significado que la región haya ingresado “más de 1.200 millones de euros que han completado la transición para esas personas contratadas”.
El presidente regional hacía estas declaraciones esta mañana, junto a la consejera de Economía, Empresa y Empleo, Patricia Franco, en el Salón de Tapices del Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia del Ejecutivo regional, donde ha tenido lugar la firma de los convenios con las cinco diputaciones provinciales para llevar a cabo el denominado Programa de Apoyo Activo al Empleo de Castilla-La Mancha 2023. En este contexto, ha significado la “fotografía de hoy que da respuesta a muchos problemas de ayuntamientos y en concreto de 7.000 personas desempleadas”.
Se refería de este modo el presidente castellanomanchego a la importancia que el afán de consenso y entendimiento ha tenido a la hora de rubricar los distintos convenios con diputaciones de distinto signo político y al cometido de los mismos con patronal y sindicatos. Así, ha destacado, tal y como ya hiciera en la jornada de ayer en Sigüenza (Guadalajara), que gran parte de los 7.000 beneficiarios de este plan de empleo serán mujeres y muchos ayuntamientos ubicados en las zonas más despobladas de la Comunidad Autónoma.
Disponibilidad al entendimiento
“Ha habido disponibilidad para el entendimiento”, ha dicho el mandatario regional, al tiempo que ha destacado la mejora en las condiciones laborales que incluyen los nuevos planes de empleo y la disponibilidad de la Administración regional para que éstos supongan un ingreso añadido.
“El diálogo social en esta tierra va bien y tenemos pensado que en las negociaciones para la reforma del Estatuto de Autonomía quede consolidado el mecanismo de diálogo social con empresarios y sindicatos”, ha apuntado el jefe del Ejecutivo regional.
García-Page ha recordado que, en 2015, cuando se sacó la oferta pública del plan de empleo, la mayor parte de peticionarios eran titulados superiores, médicos, abogados, licenciados de todo tipo que “estaban pidiendo una escoba para barrer en un pueblo, no crean que exagero lo más mínimo”. Ahora, ha explicado, “aquella situación la hemos ido dejando atrás, es un esfuerzo de todos. Lo cual no quiere decir que esté todo arreglado, pero nos ha permitido utilizar los planes de empleo de la Comunidad Autónoma para los fines que teníamos en la cabeza en un inicio, para resolver el problema de empleabilidad de la gente que más difícil lo tiene”.
Así mismo, ha augurado que “el 40 por ciento de la región, o muy cerca, antes de que acabe la mitad de legislatura, estará en lo que se podría denominar paro técnico”. Del mismo modo, ha reconocido que han ido cambiando mucho las cosas, y esa es, a su juicio, la prueba evidente del éxito de los planes de empleo. “Si hoy estuviéramos haciendo el mismo plan de empleo que presentamos en 2015, era evidente que no cumpliría sus objetivos y que la política económica y laboral de este Gobierno habría sido un fracaso”.
El presidente de Castilla-La Mancha ha aprovechado la ocasión para anunciar que encabezará una delegación regional con empresarios de Castilla-La Mancha en un viaje a China para buscar inversores que vengan a la región.
El presidente ha estado acompañado en la rúbrica de los convenios por el vicepresidente primero de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, y el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, así como por las y los responsables de las diputaciones provinciales, entre otras autoridades.