Lola Merino. Presidenta Nacional de AMFAR.- Hoy 15 de octubre es el Día Mundial de las Mujeres Rurales. Una fecha que se instauró en la IV Conferencia sobre la Mujer, organizada por la ONU en Pekín en 1995.
AMFAR comenzó a festejar esta fecha en el año 1997, convirtiéndose así en la organización pionera de la celebración del Día Mundial de las Mujeres Rurales en España. Este año hemos celebrado la 26 edición de esta efeméride tan importante para los 6 millones de mujeres rurales españolas. Mujeres que han demostrado seguir al pie de cañón con más fuerza que nunca.
Mujeres que han irrumpido en el mercado laboral liderando cargos de responsabilidad al frente de explotaciones agroganaderas, cooperativas, almazaras, denominaciones de origen, bodegas…
Mujeres que han roto moldes en el ámbito profesional, al tiempo que han decidido quedarse a vivir en sus pueblos, donde gracias a su esfuerzo y trabajo se han convertido en las verdaderas artífices de los avances conseguidos en igualdad y desarrollo rural.
Mujeres de manos curtidas, corazón caliente y alma libre, que han de ser los ojos por los que miren los responsables de redactar las leyes contra la despoblación, el reto demográfico o los encargados de diseñar las ayudas para el emprendimiento femenino. Ellas deben ser el centro de las políticas de desarrollo rural y de su mano debe diseñarse la corresponsabilidad o conciliación en el ámbito rural.
La revolución de las mujeres rurales ha sido silenciosa, ya son muchas las mujeres que pisan con fuerza en el campo. Si nos fijamos en la última década, las jefas de explotaciones agrarias han aumentado un 22%, mientras que los jefes de explotación han disminuido un 15%. Además, el 38% del total de perceptores de la PAC son mujeres y contamos con más de 1200 mujeres que comparten la titularidad de la explotación agraria con su marido o pareja.
No es posible hablar de futuro sin hablar de campo, y sin mujeres no hay campo, ni desarrollo rural. Por tanto, o se invierte en las mujeres o no hay futuro.
No obstante, queda camino por recorrer en materia de igualdad de oportunidades y hoy se hace más necesario que nunca reivindicar el compromiso de la sociedad en su conjunto para alcanzarlo. Tenemos que insistir en la necesidad de continuar trabajando contra la discriminación más clara que sufren las mujeres: la violencia de género. Ya son 51 las mujeres víctimas de violencia en lo que va de año, el 38% de ellas eran mujeres del ámbito rural, donde esta violencia se vive de una manera más silenciosa y donde se hace más necesaria una inversión en recursos y en prevención para proteger a las mujeres rurales.
Dicho esto, mi más sincera enhorabuena y reconocimiento a los 6 millones de mujeres rurales españolas, por su encomiable labor para mantener con vida nuestro mundo rural. Ellas son el futuro y las grandes protagonistas del desarrollo rural. ¡Feliz Día Mundial de las Mujeres Rurales!