Durante esta semana tercera de septiembre hemos podido oír todos los españoles que el ministro de cultura y deportes y algunos más dirigentes del partido socialista despreciar olímpicamente, por razón de la edad, a dos grandes personalidades de la política española y del socialismo español y europeo, como han sido Felipe González y Guerra. El primero secretario general del PSOE y presidente de España durante tres legislaturas y el segundo Vicepresidente primero de España y persona de un gran talante y contenido político e intelectual. La discriminación realizada por miembros del gobierno hacia las declaraciones de estos dirigentes históricos ha sido sencillamente porque no están de acuerdo con las posiciones y acciones que Pedro Sánchez ha realizado y quiere seguir haciendo con los partidos independentistas.
Se puede o no estar de acuerdo con estas declaraciones, aunque la mayoría de españoles lo estamos, pero lo que no se puede jamás tolerar es que a estas autoridades del mundo socialistas se les descalifique porque ya son mayores y caducos. Uno de los más importantes desprecios y agravios que puede sufrir una persona es que se le vulneren sus derechos y libertades de expresión perfectamente determinados y concretados en el artículo Artículo 14 de la Constitución española: los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Nadie hoy tiene derecho a atentar contra la libre expresión de lo que cada uno de los españoles siente, quiere, piensa y propone y mucho menos se puede atacar a las personas porque lo que dicen piensan o desean lo hagan desde una edad avanzada como ha sido en el caso que estamos tratando.
¿Dónde está la igualdad que tanto se predica desde el gobierno de la nación? ¿Acaso para el mayor no hay igualdad? ¿Es posible que los que tienen que dar ejemplo de sensatez y equidad, desde su posición de ministros o altas autoridades del gobierno, ahora sean los primeros en discriminar por razón de la edad y burlarse de sus compañeros de partido que justamente apuestan por la unidad de España y porque todos los españoles seamos iguales ante la ley y tengamos los mismos derechos seamos de una u otra autonomía.
A lo largo de la historia de la humanidad siempre la experiencia de los mayores ha sido un elemento muy importante de integración y de resolución de los problemas. Hoy no es así y al mayor se le arrincona en una residencia, se le olvida y si es necesario se le discrimina como han hechos varios ministros de este gobierno que según dicen apuesta por la igualdad pero de palabra porque sus hechos están muy alejados de eso que publican en los medios de comunicación, bueno en casi todos los medios que tiene subyugados por no decir comprados. Hoy la brecha creada entre los mayores y los menos es más grande que nunca y no sólo porque el acceso a la información se haya hecho casi imposible para las personas mayores sino porque también desde las administraciones públicas se coopera para que esa zanca de separación sea cada día mayor.
Si esto no fuera así ¿ cómo se puede entender que a la persona mayor se le obligue a pagar los diferentes reconocimientos médicos a la hora de poder renovar la licencia de conducir?. Nadie está en contra de que los mayores pases circuitos de reconocimiento de salud cuando lo diga la administración pero obligarles a pagarlos es una inmensa discriminación económica que atenta contra la economía de jubilación, ganada durante muchos años de trabajo y de entrega a la sociedad. Es lógico que si al joven se le obliga a pasar los reconocimientos cada cinco años y a abonarlos, al mayor se le obligue a pagarlos en la misma medida que al joven y si esto no fuera así no habría discriminación por razón de la edad, pero ocurre que el mayor tiene que pasar el doble de reconocimientos, cosa que parece normal, pero que los abone quien le obliga a hacerlo.
Discriminar al mayor por el mero hecho de serlo es un atentado contra natura. En este sentido el Sr. Iceta (Ministro de Cultura y Deporte) debería pensar que solamente le faltan ocho años para entrar en esa escala de ser mayor y por lo tanto de sentir en sus carnes esa discriminación de la que él hace alarde al descalificar a miembros muy relevantes de su partido, que lo han sido todo en política y que debido a su experiencia saben muy bien que ese camino emprendido por los líderes del partido socialista de acatar la voluntad de un fugado de la justicia, Puigdemont, que dio un golpe de estado contra la democracia española, es sin duda un acto de sumisión y de deriva hacia la independencia de un territorio español. Nunca Cataluña fue una nación, como máximo llegó a ser un condado del reino de Aragón.
Nadie, en su sano juicio, puede estar ayer, hoy o mañana al dictado de lo que diga o prometa un fugado de la justicia española. Claro que no es la primera vez que el partido socialista dicta amnistía contra golpistas en España. Nadie debe someterse a las demandas independentistas de un partido que no ha sido fiel a la Constitución Española y que todos los días se manifiesta en la misma línea de desacato a la autoridad del gobierno y de la Constitución Española. Queda poco por vender o hipotecar de lo que ha sido España. Se han ido vulnerando sistemáticamente los principios de convivencia entre los españoles con esas políticas de discriminación entre unas regiones de España y otras. Creo que tanto Felipe González como Guerra, no santos de mi devoción, hoy dicen y piensan lo que la mayoría de españoles de bien. Además no creo que la política deba ser un engaño permanente del presidente del gobierno. De ninguna manera los españoles pueden desear que gobierne un presidente hipotecado y preso de las propuestas de los independentistas de este país.
Los españoles no han votado lo que, por activa y por pasiva, nos dicen desde el gobierno, por el único interés de mantener un sillón en la Moncloa. Los españoles han votado al PP y al POSE para que ambos sean capaces de entenderse y formalizar una gran coalición que dé estabilidad a este gran país que algunos quieren destruir y otros con tal de seguir en la poltrona no tienen escrúpulos de coaligarse con independentistas, golpistas, bilduetarras y comunistas aunque esto suponga discriminar a la inmensa mayoría de españoles que desean vivir en paz y ser tratados como iguales. Creo que estamos en un momento muy importante y muy incierto para la política española porque es muy probable que la voluntad de unos pocos se imponga a la voluntad de los más, con tal de conseguir el sillón de la Moncloa y las inmensas dádivas que esto lleva consigo. España es mucho más que las ciegas apetencias de unos pocos y, los mayores de este país al menos, debemos tener la misma consideración ética y moral que tiene los que ahora están desarrollando actividades de gobierno.
Un país que no reconoce el esfuerzo, la experiencia de los mayores es un país sin principios y que camina a la deriva. También es igualdad el respeto y la consideración hacia el mayor aunque solamente sea porque un día soportó en sus espaldas el peso de la economía y el bien hacer de esta gran nación que es España.
Fdo. Dr. D. Emilio Nieto López
Primer Decano de la Facultad de Educación de Ciudad Real.