El paraninfo Luis Arroyo de la Universidad regional se ha llenado hoy de solidaridad. La Hermandad de Donantes de Sangre de Ciudad Real ha celebrado su vigésimo tercera asamblea provincial, coincidiendo además con la conmemoración de sus 50 años de existencia. Un acto en el que se ha reconocido la generosidad de los donantes: 495 han recibido la insignia de oro de la Hermandad, 312 han sido distinguidos como grandes donantes y 9 han recogido la insignia de “gran corazón de oro” que se otorga cuando se superan las cien donaciones.
La Hermandad llega a cumplir medio siglo de vida en un momento en el que el número de sus integrantes no para de crecer. Por ello, la presidenta provincial, Matilde Santillán, tenía para todos ellos palabras de reconocimiento y agradecimiento por la importante aportación “desinteresada y solidaria” que están realizando a la sociedad, que ayuda a salvar muchas vidas. Por su parte, la directora del centro de transfusión del Hospital General de Ciudad Real, ha valorado la importancia de la implicación de la Hermandad, de los donantes y de las administraciones: “se ha conseguido que seamos una gran familia de vida y de labor desinteresada y gratuita”.
Al acto ha asistido el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, acompañado por la concejala de Servicios Sociales, Aurora Galisteo, para mostrar el reconocimiento de la ciudad a todos los donantes, “muchos miles de personas que son ejemplo de generosidad, de dar sin esperar nada a cambio”, ha destacado el primer edil.
La Hermandad de Donantes de Sangre ha vuelto a celebrar hoy su asamblea provincial cinco años después de la última. Habitualmente se realizan cada dos años, pero a consecuencia de la pandemia del COVID, desde 2018 no se había podido cumplir con esta cita tan importante para el colectivo de donantes.