Alfarería y miel, caminan de la mano en la exposición ‘Mel e barro’ que se podrá visitar, en el Museo Provincial de Lugo, del 5 al 29 de octubre y en la que se puede disfrutar de varias piezas de artesanía alfarera manchega que el Alfar Arias expone en estos días.
Desde las primeras sociedades sedentarias, el hombre ha conocido y aprovechado las cualidades de la arcilla para crear objetos capaces de solucionar sus necesidades diarias, como la cocción de alimentos, el almacenaje y transporte de semillas y de líquidos, también para sus necesidades espirituales con la creación de colgantes, aderezos, ídolos, etc. Este proceso recibe el nombre de «Alfarería». Todas las civilizaciones que habitaron la Península han dejado su huella alfarera.
Por otro lado, la miel forma parte de la dieta humana desde hace dos o tres millones de años. Existen diversas referencias históricas a esta sustancia. Además de las citas bíblicas, muchos otros pueblos, como los antiguos egipcios o los griegos, por ejemplo, se refería a la miel como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 3000 años fueron encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas de barro.
Alfarería y miel han caminado de la mano durante miles de años, lo que ha dado lugar a la creación de una gran cantidad de piezas diferentes, según las necesidades, desde colmenas de barro y piqueras, pasando por ahumadores, brescadoras, cebadores, alimentadores, mieleras, jarras, pucheros, castraderas, botes, ollas, orzas, cantaros y cantarillos, enjambraderos, tarros, catavinos, etc.,
Con el objetivo de resaltar la diversidad cultural e imaginativa del ser humano a la hora de abordar soluciones a dificultades similares en puntos geográficos sin relación cultural entre sí, la exposición realiza un recorrido por otras zonas de España mostrando piezas antaño dedicadas a la miel y la cera, ahora recuperado para este evento tras ser reproducido por las más expertas manos de maestros del barro, como es el caso de los alfareros manchegos Ángel Leal y Graci Arias, quienes han aportado a la exposición de Lugo, dos importante piezas de alfarería tradicional de la provincia ciudadrealeña, una mielera y una castradera.
El Alfar Arias
Entrar en Alfar Arias es un regalo, una vuelta a las tradiciones, es reactivar la sabiduría que se comenzó a perder allá por el año 1925. María de Gracia Arias, Ángel Leal y María Gracia Leal Arias, es una familia que han dedicado gran parte de sus vidas en rescatar la alfarería que se ejercía en Puertollano y Argamasilla de Calatrava y a compartirla con todos aquellos que, de una manera u otra, se acerquen a sus talleres: ‘El Alfar Arias” en Puertollano y el ‘Centro Alfarero La Estación’ en Argamasilla de Calatrava.
Entrar en contacto con el barro de una manera tan directa tiene grandes ventajas sobre niños y adultos. Sirve para desarrollar el potencial cognitivo, emocional y la psicomotricidad, favorece la paciencia y disminuye los niveles de ansiedad. Además, fomenta la creatividad, la atención y la concentración.
En Alfar Arias llevan años compartiendo su amor por la alfarería con alumnos de colegios. Han desarrollado proyectos colaborativos en los que cada niño/a se siente comprometido/a, ganando confianza y refuerzo personal.
Son pioneros en la recuperación artesanal y para ello llevan a cabo cursos, exposiciones y encuentros… desarrollados bajo minuciosas técnicas didácticas y pedagógicas.
Con un catálogo de piezas compuesto por una colección única y exclusiva. Entre ellas podemos encontrar queseras realizadas mediante trenzado, jarras con delicados adornos, cuencos, cestas …, además de la tradicional alfarería de la comarca de Puertollano, con sus Jarrillas de Agua Agria o la Olla del Santo Voto.