El presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde Menchero, acompañado por los miembros del Equipo de Gobierno Adrián Fernández, Milagros Calahorra, Carlos Martín de la Leona y Rocío Zarco, ha asistido esta mañana en el atrio del complejo ferial IFEDI al acto de conmemoración de la onomástica de los Ángeles Custodios, Santos Patronos de la Policía Nacional.
Una tradicional celebración, que ha contado con la presencia de numerosas autoridades institucionales, militares, judiciales y civiles, que ha servido, un año más, para proceder a la entrega de condecoraciones al mérito policial a quienes han destacado por sus actuaciones y por su compromiso.
Valverde ha trasladado su felicitación a todos los policías nacionales que prestan servicio en la capital y en la provincia, en un número próximo a 500, atendiendo a las manifestaciones del Comisario Jefe Provincial, Alberto Camacho, quien ha recibido a Valverde a su llegada a las instalaciones feriales.
El presidente de la institución provincial ha dicho que la Policía está para protegernos y custodiarnos a todos y cada uno de nosotros. “Nuestra presencia aquí, como presidente de la Diputación y de compañeros del Equipo de Gobierno y de la Corporación provincial es para mostrar nuestro agradecimiento por esa labor, por esa dedicación y por ese esfuerzo y empeño en proteger a toda la ciudadanía”, ha dicho Valverde, quien ha verbalizado también su deseo de que la prestación de servicio se lleve a cabo con buena fortuna y en las mejores condiciones, para que se pueda beneficiar a la sociedad corriendo el menor riesgo posible.
En el transcurso del acto, como ha ocurrido con el resto de Administraciones, Valverde ha recibido de manos de Camacho una placa con la que la Nacional de Policía ha querido distinguir a la institución provincial por su colaboración con el Cuerpo.
Yo creía que ese era el trabajo de nuestra poli. Que me parece bien que se le reconozca oiuga, …….pero yo es que estoy de sol a sol currando en la construcción y nunca me han dicho algo así a mí, ni a mis compañeros de cuadrilla. Lo que viene a ser, que cada uno en lo suyo se hace lo mejor posible, oye.