El Centro de la Mujer de Argamasilla de Alba organizó una charla para mejorar las relaciones familiares

En un intento por abordar las cada vez más complicadas relaciones familiares, especialmente aquellas con los hijos, el Centro de la Mujer de Argamasilla de Alba organizó un evento singular el pasado miércoles. La actividad, dirigida por la educadora social y especialista en salud mental, discapacidad, inteligencia emocional y coaching profesional, Ana Belén Seco Serrano, reunió a un numeroso grupo de mujeres de la localidad, entre ellas la concejala de Políticas de Igualdad, Pilar Rubio.

Que sea complicado calificar este evento como una charla, taller o juego no debe ser tomado de forma peyorativa, puesto que la original y estratégica forma de trabajo de Ana Belén Seco es difícil de encasillar. Originaria de Argamasilla de Alba pero residente en Toledo, compartió con todas las asistentes sus conocimientos para promover el desarrollo emocional en las familias de la localidad. Aunque la invitación se extendió a todos, el evento contó solo con la asistencia de mujeres.

El propósito central de la charla-taller fue abordar problemas de comunicación y, sobre todo, de empatía en las relaciones familiares. Ana Belén buscó una forma original de llevar a cabo la actividad al pedir a las asistentes que llevaran un cojín y una planta como parte de la experiencia. Además, optó por realizar el evento en el Pósito de la Tercia, un espacio histórico enfocado en la cultura y el turismo. Esta elección se debió a la práctica de Ana Belén de incorporar el entorno en sus actividades, haciendo que el propio edificio, así como la exposición permanente que alberga, fueran una parte integral del taller.

El evento fue una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de comprender y regular las emociones, tanto en los adultos como en los hijos. Ana Belén hizo hincapié en la necesidad de comunicarse de manera asertiva, expresando los sentimientos y límites de forma respetuosa y fomentando la empatía en las relaciones familiares.

Además, se destacó que el conflicto no debe ser visto como algo negativo, sino como una oportunidad para el diálogo y la comprensión mutua. “En un mundo diverso, valorar las diferencias y aprender a vivir en armonía es esencial”.

Previamente a la actividad, el Centro de la Mujer ofreció, en el exterior del pósito, una merienda a todas las asistentes para coger energías y afrontar la intensa actividad que vino después.

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