La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, ofrece tanto a las familias como a las personas consumidoras, recomendaciones ante el inicio del nuevo curso escolar que hagan más fácil la adquisición de unos productos seguros y su ajuste al presupuesto disponible a tal efecto en estas fechas en las que se comienza a planificar la vuelta al colegio de sus hijos, lo que conlleva realizar numerosas compras.
Los principales gastos de la ‘vuelta al colegio’ se centran en la adquisición de libros y material escolar, ropa, calzado, transporte y comedor, al margen de los correspondientes a matrículas y otras actividades extraescolares.
Para hacer frente a estos gastos, se recomienda planificar las compras con antelación, fijando un presupuesto, intentando aprovechar ofertas especiales por rebajas y comprando de forma escalonada, cuando no sea necesario disponer de todo el material desde el primer día.
Además de disponer de un presupuesto y un límite de gasto previamente determinado, conviene comparar en distintos establecimientos los productos que se tienen previsto adquirir, como también prestar atención a opiniones y comentarios de otras personas consumidoras que puedan contribuir a orientar dónde realizar sus compras.
Si se precisa solicitar financiación para hacer frente al gasto, se debe tener en cuenta que, en ocasiones, detrás de la rapidez y la facilidad con la que algunas empresas prestan dinero, generalmente, se esconden tipos de intereses elevados, plazos muy cortos para la devolución del préstamo, la posibilidad de un mayor endeudamiento si no se paga, la incorporación a ficheros de morosos, o incluso que la deuda se venda a una empresa de recobro.
Por ello, se recomienda valorar todas las alternativas posibles antes de contraer una deuda teniendo en cuenta la capacidad de pago. En todo caso, si se contrata un préstamo, deberán leerse atentamente sus condiciones antes de contratarlo, especialmente en lo que se refiere a la información relativa a los gastos y comisiones, con el fin de evitar desembolsos adicionales en el futuro. Y antes de tomar una decisión, es importante comparar siempre distintas ofertas para poder decidir la opción más conveniente.
En relación con el material escolar, se debe comprobar que está debidamente etiquetado, al menos en castellano, con información relativa a la identificación del producto y de su fabricante o distribuidor, a las advertencias de seguridad o a las instrucciones de uso, en su caso.
A la hora de adquirir determinados artículos, es esencial tener en cuenta los requisitos de seguridad que deben cumplir, como es el caso de los pegamentos, pinturas y otros productos en los que deberá figurar su composición y los símbolos e indicaciones de peligro. Es importante saber que está prohibido que este tipo de materiales tengan forma, color, olor o sabor de alimentos o flores.
Asimismo, materiales como las tijeras han de tener las puntas romas, para no ocasionar accidentes y el “cúter” debe utilizarse siempre en presencia de adultos, debiendo disponer además de un sistema de seguridad de apertura para impedir que los más pequeños puedan abrirlo.
En los productos escolares cuyos fabricantes hayan considerado que tienen aptitud para el juego y que, por tanto, pueden equipararse a juguetes (témperas, plastilina, barras óleo-pastel, acuarelas, rotuladores, lapiceros de colores y pinturas para dedos) el etiquetado incluirá, además de lo anterior, el Marcado CE, que indica la conformidad del producto con los requisitos de seguridad de la UE. Además, cuando este tipo de artículos sean de un tamaño muy reducido, deberán incluir también la advertencia de que no son adecuados para menores de 36 meses.
En caso de dispositivos electrónicos, se deben tener en cuenta también el consumo energético y las alegaciones medioambientales que contribuyan a un consumo más sostenible, especialmente en lo relativo a su reparabilidad.
Aprovechamiento eficiente y reducción del gasto
Otra manera de reducir este tipo de gastos es realizar un inventario del material disponible para poder reutilizar, en caso de que ello sea posible, materiales, libros, ropa o calzado, utilizados en años anteriores. Asimismo, también puede resultar de utilidad acceder a las redes de consumo colaborativo para prestar, compartir o intercambiar artículos; adquirir artículos de segunda mano y a bajo precio, como es el caso de bancos de uniformes; o realizar arreglos y utilizar protecciones en la ropa, de manera que se posponga la necesidad de adquirirla de nuevo por el uso diario.
En caso de compras ‘online’, se recomienda comprobar la seguridad de los mecanismos de pago, no debiendo enviar dinero en efectivo y desconfiando si se solicita una transferencia o giro bancario. Se recomienda pagar con tarjeta, a ser posible con una de tarjeta de recarga, autónoma a la cuenta bancaria y exclusiva para pagos online.
Por último, todas las compras efectuadas se deben ajustar a lo publicitado, por lo que es conveniente conservar los soportes publicitarios de los productos ofertados junto con los tickets de compra y facturas, necesarios también para poder reclamar o realizar una devolución.
Para ampliar información o presentar una reclamación, la ciudadanía puede dirigirse a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), a las delegaciones provinciales de la Consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, o bien, a través del Teléfono del Consumidor (900 501 089), de llamada gratuita.
Pero todavía se protege al consumidor en Castilla La Mancha?
Como se han ido cargando Consumo poco a poco. Eso sí, hasta el ayuntamiento mas pequeño cuenta con subvención para programas destinados a la mujer.