Nicolas Castillejos Barrera, atleta del Club Paralímpico ‘Ciudad de Puertollano’, ha sido el invitado esta semana del Campus Urbano de Argamasilla de Calatrava, que este año pone en valor a personas con capacidades diferentes, su plena inclusión y sus grandes logros.
Apenas unas semanas después de ganar en el Mundial Virtus la plata, una de las medallas que se llevó para que la vieran los niños y niñas rabaneros, el entusiasta puertollanero de 29 años de edad, compartió sus experiencias con tan joven auditorio.
Nico, como muchos le conocen y tratan, se mostraba encantado de que estos pequeños se interesaran por su persona y su trayectoria, ante los cuales se presentó “como lo que soy, un deportista paralímpico”.
Durante su visita, los participantes del campus se interesaron acerca del momento en que se decidió por la competición, para las cuales recibe el entrenamiento y puesta a punto de lunes a viernes de Javier Bermejo, otro santo y seña del atletismo de Puertollano.
De hecho, “las disciplinas que realizo mayormente son las de salto”, principalmente el salto de longitud y el triple salto, modalidad esta última que este año le valió para lograr el récord de España en su categoría.
También tuvo tiempo de animar a los menores a hacer deporte. “Yo lo llevo practicando toda la vida, pero con respecto al atletismo desde 2016”, apuntaba Castillejos, quien admite que se acabó decantando por dicha disciplina porque “me acabó gustando”.
Tanto que, añadía, “al final ya no me arrepentí de ello”, porque, además del bienestar físico y mental que se asocia al deporte, en su caso su práctica “me reporta independencia, conocer otras culturas y, sobre todo, conocer gente interesante”.
Además de no pocos puntos de España, la competición ha dado la oportunidad a Nicolas Castillejos de viajar a Turquía, Australia, e incluso un par de veces a Polonia y a Francia, en una trayectoria que va a seguir engrosando, al igual que su medallero.
Además de hablarles de sus diferentes logros, les explicó cómo se prepara, tanto en pista como en el gimnasio y cómo lo compatibiliza con sus obligaciones laborales en Carrefour, donde trabaja.
Con estas otras capacidades diferentes, Nico siente en plenitud la vida y anima a todas las personas a hacerlo como él, “dedicándose al deporte, a las matemáticas, a cualquier cosa”, porque entiende que es una forma de alcanzar la plena inclusión.
Así, con esa ilusión también, Nico se desplazaba al CEIP ‘Virgen del Socorro’, donde la concejala Ana Belén Sáez le trasladó su agradecimiento, “por haberse sumando a este amplio elenco de personas que llevan la plena inclusión por bandera y trasladan a los niños un mensaje de normalidad que es como toda la sociedad debe percibirlo”.